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Quince personas siguen hospitalizadas por el estallido en Cuajimalpa; graves, cuatro bebés

A una semana de la explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, una enfermera y un policía que resultaron heridos fueron dados de alta, con lo que el número de personas que permanecen hospitalizados se redujo a 15, aunque siete continúan graves.
Según el reporte del Gobierno del Distrito Federal, la enfermera Guadalupe García García y el policía Alderic Clímaco Arellano dejaron los hospitales donde fueron atendidos por las quemaduras y lesiones sufridas por el estallido y el colapso de las instalaciones.
De los siete que continúan graves, cuatro son recién nacidos –incluido el que está en el hospital de Galveston, Texas— y tres adultos.
Aquella mañana del jueves 29 de enero, los habitantes de la colonia El Contadero y otras aledañas de la delegación Cuajimalpa despertaron por el ulular de las patrullas y un carro de bomberos que llegaron a atender el reporte de fuga de gas en una pipa de la empresa Gas Express Nieto.
Sin embargo, a los pocos minutos el estruendo rompió las ventanas de sus casas y una onda expansiva los levantó de la mesa y la cama. Algunos pensaron que era un temblor, pero al salir de sus casas observaron la columna de humo y las llamas que salían del hospital.
Del miedo siguió el caos pues algunas pacientes que lograron desalojar las instalaciones caminaban heridas y sin soltar a sus bebés en sus brazos. Vecinos y policías comenzaron las labores de rescate.
Minutos después llegaron los paramédicos en las ambulancias, personal de protección civil de la delegación y del gobierno central, bomberos y más policías.
Hacia el medio día, el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, reportó la muerte de dos personas: una mujer y un bebé y al menos 60 lesionados, aunque más tarde la cifra subió a 73.
La fotografía de un policía que rescató a una recién nacida le dio la vuelta a las redes sociales, pero horas después, la menor se convirtió en la tercera víctima mortal de la tragedia. Ayer, la enfermera Mónica Orta Ramírez, quien salvó la vida de otro bebé, elevó la cifra mortal a cuatro.
Desde esa mañana, Mancera Espinosa dio por hecho que la causa del estallido fue una fuga de gas en la manguera de la pipa. Los secretarios de Salud, Armando Ahued, y de Protección Civil, Fausto Lugo, aseguraron que personal del hospital aplicó los protocolos de seguridad, lo que supuestamente evitó que hubiera más víctimas fatales.
Sin embargo, a una semana de la tragedia, las autoridades judiciales no han terminado el peritaje, aunque el procurador general de Justicia, Ricardo Ríos, adelantó que se sostiene la hipótesis del desperfecto en la pipa. (Agencia Proceso / Ciudad de México).

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