Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos Pérez Aguirre

Votar o botarlos

 

Los principales candidatos a la gubernatura, o por lo menos aquellos con posibilidades reales de ganar una elección han sido ya designados: Luis Walton por el partido Movimiento Ciudadano y Héctor Astudillo por el Revolucionario Institucional.
Los demás partidos necesariamente girarán en torno a estos dos, incluyendo al PRD que se encuentra en una crisis múltiple, de credibilidad por los gobernadores nefastos que designó –Zeferino, Aguirre–y por los que ahora pretende postular a la gubernatura –todos con vínculos serviles con Ángel Aguirre–, y para colmo están ahora los candidatos al gobierno municipal de Chilpancingo y Acapulco, mismos que están marcados con el nepotismo y la corrupción más evidente.
El PRD se convirtió así en un partido sin principios, sin respeto por la ciudadanía y sin respeto por sí mismo y la crisis de Iguala evidenció aún más su descomposición interna. Por ello, la única opción que le queda a ese partido para sobrevivir a una mayor catástrofe es postular a Walton y deslindarse del Aguirrismo.
El PT por su parte ya había anunciado su alianza con Luis Walton y la determinante nueva fuerza que seguramente atraerá el voto ciudadano en un futuro inmediato, que es el partido Morena, seguramente también sumará en su momento a una coalición con Walton. Movimiento Ciudadano tendrá, para sumarle votos a Walton, que modificar esa estructura de amigos y parientes que se intercambian favores y posiciones. Se rumora que vástagos de amigos de Walton serán postulados a posiciones políticas con el solo merecimiento de ser parientes, esperemos que no se caiga en los mismos vicios del Aguirrismo, favorecer mediante la corrupción a su parentela.
Por otra parte ya hemos observado las desafortunadas declaraciones de su líder Wences y un diputado que se ostenta como líder cenecista, quienes realizaron absurdas declaraciones en diversos temas, pero se ha destacado las vertidas sobre el tema de Ayotzinapa, exhibiendo su aberrante visón que no corresponde a la de un sujeto democrático, como lo demanda el ciudadano de Guerrero. El partido Verde y Nueva Alianza están totalmente domesticados por el PRI y postularán al mismo candidato, aunque existen decires de que lo harán por algún “externo” de los recientemente registrados.
En el PAN, su disyuntiva será incorporar su escaso voto también a alguno de esos dos candidatos.
De Héctor Astudillo, candidato con poco arraigo en la entidad y cuestionado también en temas de corrupción y nepotismo, como lo publicó la revista Proceso en su página web de noticias, no tiene el priismo mucho que esperar, tal vez era el candidato menos cuestionado (el menos peor) con menos posibilidades. Por todo lo anterior, y con la premisa de que lo más importante para la ciudadanía de la entidad es encontrar a los jóvenes normalistas desaparecidos, hacer justicia y terminar con la inseguridad que ha impuesto la delincuencia, el pensar en el proceso electoral por venir y con las características enunciadas de la clase política, la disyuntiva es botarlos por una alcantarilla o votarlos en la elección. Por lo que tendrán que actuar con sensibilidad, certeza y, sobre todo dar credibilidad. ¿Podrán?…

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