Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Como lo hizo Aguirre, protege Ortega a Zeferino por el asesinato de Chavarría, acusa Martha Obeso

Protege Ortega, como lo hizo Aguirre, a Zeferino por el asesinato de Chavarría, acusa su viuda

*Martha Obeso asegura que hay pruebas contundentes que señalan al ex gobernador. Rogelio “no llegó al poder legitimado por el voto ciudadano, llegó en un momento de profunda crispación social, debió llegar a ponerse de lado de los dolidos, de los agraviados”, le reprocha y le recuerda que también fue amigo del diputado asesinado

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

La viuda de Armando Chavarría Barrera, Martha Obezo Cázares, afirmó que el gobernador Rogelio Ortega Martínez, al igual que Ángel Aguirre Rivero, intenta proteger a Zeferino Torreblanca Galindo, a quien llamó “el Abarca del caso Chavarría”.
Consideró que Rogelio Ortega no tiene anotado en su agenda el esclarecimiento del asesinato de su esposo, porque responde a “intereses políticos y amistosos” con el ex gobernador Torreblanca.
Recordó que desde el asesinato de su esposo al frente del gobierno estatal han estado, con el actual, tres gobernadores: Zeferino Torreblanca, Ángel Aguirre y Rogelio Ortega y siete procuradores.
Pero ninguno ha querido esclarecer el asesinato de Chavarría Barrera, incluso ni el actual, quien fue amigo del perredista en su juventud y su paso por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), con quien tuvo coincidencias ideológicas, más marcadas después de 1975 y hasta casi 1990, cuando codirigieron la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG).
La insistencia de que se intervenga en el caso, dijo, que es porque hay pruebas contundentes, que señalan a un presunto autor intelectual y se refirió al caso del comandante de la Policía Ministerial, Trinidad Zamora Rojo, quien en una declaración ministerial, rendida los primeros días de junio de 2011, se asumiera como uno de los que ejecutó el homicidio, y días después el mismo fue asesinado.
“No pretendo que esclarezca el caso porque (Ortega y Chavarría) fueron muy amigos, porque lo fueron, sino porque hay los elementos, todas las pruebas necesarias”, insistió.
El 18 de agosto pasado, El Sur dio a conocer que el asesinato perpetrado el 20 de agosto de 2009, fue ordenado por el entonces gobernador Zeferino Torreblanca y que mandó a policías ministeriales a ejecutar la decisión de terminar con la vida del también aspirante a gobernador por el PRD.
En su declaración, el comandante Zamora Rojo manifestó que participó en el crimen y declaró que temía por su vida. Días después de su confesión fue asesinado en Chilapa. La existencia de la declaración en el expediente fue confirmada por el ex procurador Alberto López Rosas.
A consecuencia de sus solicitudes de audiencia con el gobernador Rogelio Ortega, Martha Obeso fue citada dos veces ya por el gobernador Ortega. En ambos casos acudió a la cita, pero al cabo de una hora de espera no fue atendida.
La propuesta de la viuda es que se retome la solicitud de crear una fiscalía especializada para el caso Chavarría, misma que presentó al ex gobernador Ángel Aguirre, la que aunque fue aceptada, no fue creada.
En entrevista en su casa, en una sala amplia, en la que hay por lo menos una decena de fotografías colocadas en portarretratos, en las que está el perredista con su familia, Martha Obeso lamentó que Rogelio Ortega no haya cumplido las expectativas que generó en muchos guerrerenses.
Dijo que a partir del “desdén” o “desprecio” con que él ha tratado el caso Chavarría Barrera y el “poco interés” de atenderla, le deja en claro que no es un problema pendiente que esté en su agenda.
“Pero tampoco están en la agenda del gobernador interino otros pendientes, como el del asesinato del diputado Moisés Villanueva, los de los defensores de los derechos humanos, los mixtecos Raúl Lucas y Manuel Ponce, la desaparición forzada de los ecologistas Eva Alarcón y Marcial Bautista, o los homicidios de Arturo Hernández Cardona y sus dos compañeros, asesinados en mayo de 2013”, recordó.
Subrayó que el gobernador interino “no tiene un compromiso con la justicia, es algo que no le interesa”.
“Yo tengo la impresión de que Rogelio Ortega tampoco quiere actuar penalmente contra el ex gobernador (Torreblanca), y también intenta protegerlo, como lo hizo Ángel Aguirre”, aseguró.
Del ex mandatario Aguirre Rivero, afirmó que frenó la investigación del caso a partir de que El Sur publicó la información que contenía la declaración ministerial de Trinidad Zamora, “porque se inculpaba de manera precisa a Zeferino”.
Obeso Cázares consideró que Rogelio Ortega, al igual que los gobernantes pasados, se ha comprometido a dejar impunes los asesinatos “que ocurren de manera selectiva, dirigida contra actores del movimiento social del estado”.
Dijo que Ortega habla como un predicador de “la fe cristiana”, por sus llamados a superar el dolor en el caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos, y de los asesinados el día del ataque en Iguala, “si fuera un predicador estaría bien, pero se trata de un gobernante”.
Apuntó que en su actuar religioso, debería saber también que el dolor de los “desdeñados por la justicia” no espera un mensaje de resignación de su gobernante.
Calificó como “hipócrita” el que el gobernador haga homenajes o mencione a los ex luchadores sociales, integrantes de la guerrilla y maestros rurales Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, “si con sus hechos traiciona los ideales de esos grandes hombres del país”.
Afirmó que los crímenes dirigidos contra luchadores sociales seguirán, mientras gobiernos “vergonzosos”, como el de Rogelio Ortega, sigan alimentando la impunidad.
Consideró que Ortega no quiere estar de lado de las víctimas, ni siquiera con los estudiantes de Ayotzinapa, “hubiéramos esperado una actitud congruente, pero eso no ha sucedido. Nada digno de reconocimiento”.
Lamentó que Ortega Martínez se haya plegado a los intereses del presidenta de la República Enrique Peña Nieto, “ni siquiera comprende que no llegó al poder legitimado por el voto ciudadano, llegó en un momento de profunda crispación social, debió llegar a ponerse de lado de los dolidos, de los agraviados, de las madres y padres de los asesinados y los 43 desaparecidos”.
Obezo Cázares dijo que si no fuera tan grave la situación del estado, se limitaría a decir que la actuación de Rogelio Ortega “da pena”, pero dijo que se están exacerbando peligrosamente los ánimos en el estado; “está extraviado”, subrayó.
Exigió al gobernador asumir su papel del lado de la justicia, y advirtió que llevará el caso a tribunales internacionales donde exhibirá su omisión.
Recordó el ejemplo de la coordinadora de la Policía Comunitaria en Olinalá, Nestora Salgado García, en el que el gobernador dijo que solicitó al fiscal Miguel Ángel Godínez Muñoz el desistimiento de las acusaciones contra la luchadora social presa, pero supuestamente su funcionario se negó.
Aseguró que sólo fue una simulación o de lo contrario, el fiscal general del estado recibe órdenes directas de Peña Nieto.
Si no retoma los reclamos sobre derechos humanos y justicia, Rogelio Ortega terminará el periodo para el que fue designado por el Congreso, como un gobernante “claudicante, de doble discurso, con poses de predicador que nos está dejando en la completa indefensión”.

Amistad de Rogelio y Zeferino

La viuda de Chavarría Barrera lamentó que la amistad de Rogelio Ortega con Zeferino Torreblanca, haya pesado más que la responsabilidad del mandatario con la justicia.
“Es conocida su amistad”, pero dijo que ahora no sólo se trata de protegerlo, “ahora son otros intereses, seguramente Rogelio está instalado en el cálculo electoral y eso interfiere con un tema que debe ser prioridad”.
Pero le recordó a Rogelio Ortega y a Ángel Aguirre que tienen responsabilidad en el caso por las omisiones, que como gobernantes han hecho sobre el asesinato, “serán juzgados, algunos por omisión y otros por comisión”.
Recordó que al final del periodo de Zeferino Torreblanca, el Instituto de Estudios Parlamentarios Ignacio Manuel Altamirano de la UAG, que dirigía entonces Rogelio Ortega, le hizo un reconocimiento al entonces gobernador, “porque hizo un pasquín, porque no puede ser libro”.
Dijo que “sólo un amigo” se arriesga a otorgarle reconocimientos a un gobernante señalado por la familia Chavarría Barrera como el responsable del homicidio del perredista que era presidente del Congreso local.

Zeferino no debe ocupar cargos públicos

Lamentó que el Partido Humanista pretenda que el ex gobernador Zeferino Torreblanca sea su candidato a alcalde de Acapulco.
“Es de un cinismo inadmisible que Torreblanca Galindo todavía pretenda ser candidato”, y peor aún, dijo, que un partido político esté dispuesto a respaldarlo, cuando es señalado de ser el autor intelectual del asesinato ex diputado local.
Llamó a los partidos a que cumplan el compromiso que han manifestado públicamente, en el sentido de cerrarle el paso a “políticos sin escrúpulos con antecedentes criminales. Zeferino es uno de ellos”.
También pidió a los aspirantes a gobernador que no se alejen de los asuntos que más lastiman a los guerrerenses, que son la justicia y la seguridad.
Consideró cínico que a pesar de los señalamientos en su contra, Zeferino Torreblanca pretenda ocupar cargos de elección popular, “como si no debiera nada”.

468 ad