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Se plantan en Villahermosa más de 3 mil campesinos e indígenas chontales para que Pemex responda por daños

Más de 3 mil campesinos, en su mayoría indígenas chontales, se plantaron ayer tres horas afuera de la sede de Pemex Exploración y Producción para exigir a la empresa un informe sobre la evaluación de los daños que ocasionó la explosión del pozo Terra 123 en tierras ejidales y cuerpos de agua.
A la manifestación de pobladores de Nacajuca y Jalpa de Méndez, que resultaron afectados por la fuga registrada en octubre de 2013, también se sumaron inconformes de Centla, Comalcalco, Cunduacán, Huimanguillo y Paraíso, por la contaminación en sus parcelas.
“Cunduacán presente. Pemex no más minutas, cumple”, decía una de las mantas que portaban campesinos de ese municipio en solidaridad con los de la zona indígena de Nacajuca y Jalpa.
El edificio de Pemex fue resguardado por policías antimotines.
Tras la fuga en el pozo que dilató 50 días en ser controlado, Pemex argumentó que el radio de impacto de la explosión, y posteriores emanaciones de gas, no contaminaron comunidades, por lo que sólo entregó apoyos de mil 400 pesos a unas mil 500 familias.
Verónica Pérez Rojas, diputada local del PRD, quien como presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas lidera la movilización, justificó que el reclamo obedece a que Pemex asumió el compromiso de entregar resultados el 15 de diciembre, y desde entonces, no otorgado ningún apoyo directo a los afectados, sino sólo realizado obras comunitarias.
Mientras tanto, según refirió, la cantidad de campesinos que reclaman ser indemnizados por la explosión del Terra 123, ascendió a 48 mil.
El secretario de Gobierno, Raúl Ojeda, exhortó a los campesinos a esperar al 15 de febrero, que es la fecha de prórroga que pactaron con Pemex, para conocer los resultados de los estudios de posibles daños ambientales. (Carlos Marí / Agencia Reforma / Villahermosa).

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