Alberto Suárez Inda, investido por el Papa como nuevo cardenal mexicano

Alberto Suárez Inda, quien fue investido Cardenal por el Papa Francisco, ha pasado a integrar el selecto grupo de purpurados mexicanos que tendrán derecho a elegir al sucesor de Jorge Bergoglio en el próximo cónclave.
Junto con otros 124 prelados, Suárez Inda tendrá a partir de ahora este derecho por tener 76 años, es decir, menos de 80, la edad límite para participar como elector en los cónclaves.
Esto le convierte en el tercer mexicano, junto con Norberto Rivera Carrera y José Francisco Robles Ortega, en tener influencia en esa importante reunión.
“Con este nombramiento, no cambia mi vida. Seguiré trabajando en Morelia, con las prioridades de antes, que son la familia, la educación y el diálogo con todas las personas, para una sociedad respetuosa”, afirmó luego de la ceremonia en el Vaticano.
Cuestionado sobre la inseguridad y violencia que afecta Michoacán, dijo que ese estado, “como Tamaulipas y otros en México tristemente son golpeados por narcotraficantes y criminales, aunque la mayoría de las personas son honestas y por ellas hay que seguir trabajando. A nosotros nos toca la parte religiosa, respectando a otras instancias, como es la de las autoridades”.
Explicó que en estos días, en Roma, recibió muchas preguntas sobre la situación de violencia por parte de numerosos periodistas y de otros obispos.
Nacido el 30 de enero de 1939 en Celaya, Guanajuato, Suárez Inda transcurrió la mayor parte de su vida religiosa entre su tierra de origen y Michoacán.
Más recientemente, Suárez Inda manifestó su intención de retirarse de la vida pública, y, como dicta el Código de Derecho Canónico, presentó su renuncia al Papa al cumplir los 75 años.
Sin embargo, esto no parece haberle importado al Papa Francisco, quien decidió igualmente asignarle la birreta roja y el anillo cardenalicio.

Acompaña gobernador al nuevo cardenal

Entre los asistentes al Consistorio en la Basílica de San Pedro para la investidura de Alberto Suárez Inda como Cardenal estuvo el gobernador de Michoacán, Salvador Jara Guerrero, quien viajó a Roma acompañado por su esposa y una comitiva.
Tras el evento oficial, el gobernador afirmó que el cardenalato no es sólo un reconocimiento a la gran calidad humana de Suárez Inda, sino también es un llamado a todo el pueblo de Michoacán y de México para que se ponga por delante la comunidad y no los intereses de grupo.
“Con este nombramiento se llama la atención de los ojos del mundo ante un problema que vivimos, donde ha prevalecido el individualismo y los intereses personales sobre los intereses de la comunidad”, dijo, haciendo referencia a la violencia que afecta a su estado.