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El Premio de derechos humanos para Las Patronas no vale nada porque lo entregó Peña Nieto: director

*Arturo González Villaseñor dice que no pretende concientizar, sino narrar la historia de un grupo de mujeres que desinteresadamente, y desde 1994, regalan comida a los inmigrantes que viajan sobre el tren llamado La Bestia rumbo a Estados Unidos

Óscar Ricardo Muñoz Cano

“Yo no hice una película para concientizar a la gente, no para tratarle de decir lo que está bien o lo que está mal, eso a mí no me corresponde”, aseguró Arturo González Villaseñor, director del documental Llévate mis amores y que narra la historia de un grupo de mujeres que desinteresadamente y desde 1994 regalan comida a los inmigrantes que viajan sobre el tren llamado La Bestia rumbo a Estados Unidos.
En charla al término de su presentación en playa Tamarin-dos la noche del lunes (posteriormente repetiría función en el Centro Cultural Acapulco ayer), explicó que “yo llegué ahí por otras circunstancias y como ellas empecé a limpiar el frijol, y me habían dicho que se lo íbamos a entregar a unos migrantes pero yo no tenía idea de lo que iba a suceder después”.
Y es que ese después, agregó el joven de 29 años y egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Xochimil-co), “cuando yo salí con ellas a entregar la comida en las vías, ahí me cambió la vida; te das cuentas de que después de veintitantos años tu vida no tiene tanto significado hasta ese ese día porque ese día, ese momento, significa que esa bolsa de frijol, de arroz que tú lanzaste está salvando una vida”.
A partir de ahí, aseguró, quiso contar una historia a través de ellas y con lo que ellas, Las Patronas, le compartieron durante casi cuatro años y 25 viajes.
La cinta, que se sitúa en La Patrona, municipio de Amatlán de Los Reyes, Veracruz, relata en voz de sus protagonistas, un grupo de mujeres, familiares entre sí de diferentes generaciones, que a pesar de encontrarse sumidas en la pobreza, tienen la entereza para ayudar a los aún más pobres; “su interés es ayudar al otro y se acabó, no hay más”.
Uno como realizador busca darle las armas y las herramientas al espectador para que decida qué es lo que siente; muchas veces te cuentan todo como si uno fuera tonto y no hay nada más que decir, no hay que pensar”, por lo que aseguró, la realización de cintas documentales dan la posibilidad de sembrar en quien los ve la curiosidad por saber más.
Respecto a la vida del grupo de mujeres después de la realización del documental, explicó que “ellas no son una organización, ni una asociación civil, ni les interesan los temas políticos ni les interesan estas cosas que se tergiversan, lo de ellas es darle a esas personas que podrían ser en algún momento un familiar”, asegurando que además no se trata de caridad.
“Ellas tiene las mismas carencias que los mismos migrantes; es una cosa de salvarse entre ellos”. Reveló que a la fecha la comunidad se sumó a la labor de las mujeres, desde el panadero y hasta la misma población que regala todas las botellas de plástico vacías.
Al preguntarle sobre el reconocimiento que Las Patronas recibieron, el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013, González Villaseñor declaró que “éste no vale nada porque lo entrega Peña Nieto. Ese premio no sirve de nada y a ellas no les interesa, no es trascendental, lo que sí lo es, es la lucha para nominarlas al Premio Princesa de Asturias”, destinado a galardonar la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional.
La cinta, que forma parte de la programación de este año de Ambulante Gira de Documentales, actualmente cuenta con un par de reconocimientos: Mejor Documental en el Festival de Cine de Los Cabos, y Mención Honorífica en el reciente Festival de Cine de San Cristóbal, Chiapas.

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