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Se enfrentan maestros cetegistas y policías en las instalaciones del Instituto Electoral

 

 

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y policías estatales antimotines, que resguardaban la papelería electoral en el Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG), protagonizaron un enfrentamiento a pedradas que concluyó con dos heridos en la cabeza, un uniformado y un manifestante, y una decena de lesionados entre el magisterio disidente.
Lo anterior, cuando la CETEG trasladó el plantón que habían instalado en oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) al IEEG, donde se resguardan los paquetes electorales de la elección de Ayuntamientos y alcaldes del 1 de julio, y que hoy sería distribuida a los 28 consejos distritales.
El conflicto concluyó luego que los grupos contrarios acordaron no utilizar piedras ni toletes para pelear por el territorio en disputa, cuerpo a cuerpo; y en pocos minutos los maestros, más en número, avasallaron a los uniformados y se instalaron en la entrada del instituto.
Antes, los maestros de la Coordinadora, destruyeron el material de la Evaluación Nacional del Logro Académicos en los Centros Escolares (ENLACE) que tenían bajo resguardo y que colocaron en el estacionamiento de las oficinas centrales, todas las cajas de la papelería fueron abiertas y al parecer quedaron inutilizables. Antes, a la intemperie, habían recibido dos lluvias.
Antes de mediodía, 500 cetegistas llegaron al IEEG, ubicado a un costado de la avenida del Río Huacapa, en marcha desde oficinas centrales, en el fraccionamiento Jacarandas; en el lugar ya los esperaba un primer grupo de 34 policías estatales, con escudos y chalecos para contener a la manifestación. Dos grupos más, con sólo cascos y toletes se ubicaron atrás del IEEG, fuera de la vista de los manifestantes.
El gobierno del estado informó, por medio de un boletín, que en total había 70 uniformados en el lugar.
Pero fuentes del IEEG afirmaron que los estatales llegaron entre 2 y 3 de la madrugada de ayer, porque ya sabían de la movilización, y se temía el secuestro de la paquetería electoral; extraoficialmente, se supo entre los uniformados no tenían suficiente equipo antimotines porque un día antes enviaron a la mayoría de los policías de comisión, para disuadir una posible protesta policiaca.
Hace dos semanas, la policía estatal denunció públicamente el desabasto de equipamiento y de uniformes, así como la falta de viáticos por sus comisiones de trabajo, a pesar del riesgo de su trabajo.
La mayoría de los policías parecían jóvenes, de entre 20 y 30 años, y había varias mujeres.

La refriega

Poco antes de mediodía llegó el contingente de la CETEG con manta en mano; se encontró con la primera barrera metálica en una calle de acceso al IEEG; y gritó: “exigimos solución, no queremos represión”.
En respuesta el comandante, jefe de grupo, advirtió: “Están rodeados, no saben en lo que se van a meter”; la respuesta también fue en colectivo: “Somos maestros, no somos asesinos”, “los uniformados, también son explotados”, “señor policía, que lástima me das, tienes las armas y no puedes protestar”.
Entre los dirigentes del magisterio se escuchó que era necesario reorganizarse, y frente a frente, comenzó la confrontación verbal de forma individual.
Se observó por fotografías, que casi de forma simultánea salió de entre los manifestantes la primera pedrada y el primer toletazo de los policías que avivó la confrontación, pesar de los intentos de calmar los ánimos de los maestros y policías, por dirigentes y el comandante del grupo Noé Chávez Serrano, que recibió la pedrada en la cabeza. Se encontraba en medio del conflicto, sin protección de un casco.
Enseguida fue resguardado por los suyos, pero se constató en las fotos que tuvo tiempo de recoger y relanzar la piedra que le pegó.
Comenzó el caos. La mayoría de los maestros, hombres y mujeres, retrocedieron, otros juntaron piedras, mientras un pequeño grupo más decidido repelió a los uniformados con piedras, mangueras y palos. Los policías regresaron las pedradas a los maestros. La guerra campal duró sólo unos minutos, y los manifestantes lograron quitar algunas de las vayas a un lado del acceso.
Muchos escudos de protección de los policías se rompieron con las pedradas, dejando rastros de ellos en el pequeño espacio que con este encuentro ganaron los maestros. Los escudos que tendrían que ser de fibra de vidrio, sólo eran de acrílico de 6 milímetros de grosor.
Transcurrieron momentos de tensa calma, pues se avizoraba otro enfrentamiento.
Llegó una ambulancia de Protección Civil, que dio los primeros auxilios al comandante que recibió una pedrada. Los maestros que también anunciaron a gritos que tenían heridos, por sus propios medios los llevaron a recibir atención médica.
A la 1:12 salió otro grupo de policías estatales, que estaban escondidos tras el edificio y se escuchó el grito de “alerta, alerta…”, una consigna conocida, y tal vez porque los ánimos decaían, un docente, desde una barda gritó: “Emiliano Zapata dijo, es mejor morir parado que vivir agachados, ¿tienen miedo?”, pocos contestaron.
El segundo comandante que llegó a dirigir a los antimotines advirtió y exigió al grupo escuchar las órdenes, no habría golpes, sólo responderían la agresión.
En el segundo encuentro, el primer enfrentamiento fue verbal y de empujones; cada grupo detrás de las vallas hacía reclamos a los otros. Los maestros les recriminaban que golpearan a maestros, y que también eran hijos de campesinos y explotados; “ustedes no se quieren evaluar”, rebatían los policías.
En este intercambio de palabras, comenzaron a pelear por el territorio que unos defendían y otros demandaban, y se acordó no tirar más piedras, ni golpes de tolete.
Los uniformados gritaron “¡que se vengan todos!”, aun así no pudieron contener a los maestros que eran más en número. En el encuentro de fuerzas cuerpo a cuerpo, los contrincantes se advertían cuando observaban algún incumplimiento de las reglas.
Después, como otras manifestaciones de la CETEG, ya se habían incorporado vendedores ambulantes de raspados, aguas de coco y mangos con chile, y se había bloqueado la vía de norte a sur del encauzamiento del Huacapa.
Y el contingente de avanzada envió a traer a los demás manifestantes que se habían quedado en el plantón de la SEG.

La versión oficial

Mientras el gobierno del estado informó en boletín de prensa que los cetegistas irrumpieron de forma violenta en el IEEG, maestros cubiertos del rostro y armados con tubos, palos y piedras, entraban por la fuerdel rostro y con palos y piedrasen mado entraron por la fuerza a las instalaciones.
El gobierno aclaró que de manera previa, y para salvaguardar las instalaciones y la papelería electoral, se desalojó al personal del IEEG y 70 policías sin armas rodearon el inmueble, equipados solamente con cascos, toletes y escudos.
Aseguró que sin motivo alguno, los manifestantes irrumpieron de forma violenta y lesionaron al comandante Noel Chávez Serrano, “quien fue trasladado a la clínica del ISSSTE con reporte de fisura craneal y una herida mayor de 20 centímetros provocada, al parecer, por una roca arrojada por los maestros”.
En un segundo enfrentamiento, a la una de la tarde, sólo se dieron empujones y jaloneos a través de las barreras metálicas.
Se afirmó que el gobernador se comunicó en dos ocasiones con el dirigente de la CETEG, Gonzalo Juárez Ocampo, y con Minervino Morán Hernández, a quienes exhortó a regresar a la mesa de diálogo y avanzar en las negociaciones que se han tenido.

La llamada del gobernador

Después de la refriega, se informó que el  secretario general de la CETEG, Gonzalo Juárez Ocampo, recibió una llamada del gobernador desde la ciudad de México, y le solicitó retirar la movilización del IEEG, pero respondió que no había condiciones pues los manifestantes no estarían dispuestos, y acordaron una reunión a las 6 de la tarde, que se concretó a las 9 de la noche.
En entrevista, Juárez Ocampo reiteró la demanda al gobernador para cancelar la evaluación universal en el estado, que consideró sólo responde a un sistema de intereses económicos, no a mejorar la calidad responde a intereses económicos.
Insistió que la lucha de la CETEG es por sus ideales y causas justas, subrayó que ningún maestro salió de las aulas para convertirse en mártir ni quiere ser el héroe, “nos vemos obligados, el maestro común, para defender una lucha justa, por la educación pública”.
Reiteró que el gobierno debe hacer uso de su autonomía, “mucho más de un gobierno que se dice de izquierda, que no puede estar aplicando políticas fallidas, políticas fracasadas, decimos que sí se puede aportar a todo el estado una propuesta de modelo educativo”.
Aclaró que no es simple construir este modelo, “nosotros decimos, vamos a hacerla juntos en el Congreso Estatal de Cultura y Deporte, porque este es un proceso y lo vamos a construir a partir de julio y agosto y noviembre, y ahí invitamos a todos los actores, y funcionarios, deben estar con su ponencia en este congreso y que nos convenzan con argumentos”.
Después de la reunión con gobernador Ángel Aguirre Rivero, por la noche, y horas después de la confrontación en el Instituto Electoral del Estado de Guerrero, el vocero de la expresión disidente del magisterio, Román Meynardo López Pachuca, informó que el conflicto sigue atorado.
A las 10:40 de la noche, declaró que no hubo acuerdos en la reunión con el gobernador, en Casa Guerrero, después de casi dos horas de trabajo, y hoy, a la 1 de la tarde  continuarán la mesa de trabajo.
Mientras el plantón de la CETEG que hasta ayer estaba en las oficinas Centrales de la SEG, se instaló después de la refriega verbal y física con policías estatales en el estacionamiento del IEEG.

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