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Enamora al público el ritmo y la gracia de los bailarines y la OFA en Mundo Imperial

Dedican el primer concierto de la temporada Al compás del mar al músico Shota Katsarva, integrante de la orquesta que muriera los primeros días de enero

 

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Al ritmo del Ballet Ensamble Clásico de la maestra Amparo García, la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA) ofreció la noche del viernes en el Foro Mundo Imperial el primer concierto de la temporada Al compás del mar, concierto que se dedicó de manera especial al músico Shota Katsarva, integrante de la orquesta y que muriera los primeros días de enero.
Ante más de mil personas, entre ellas el gobernador Rogelio Ortega y su esposa, el ballet dio cuenta de clásicos como La bella durmiente o El lago de los cisnes, que desde el primer momento recibieron los aplausos.
El pas de deux, de la obra El cascanueces, escrita por Pyotr Ilyich Tchaikovsky, “enamoró” al público con sus cambios de ritmo y la gracia de la pareja de bailarines mientras que la dance antique del Fausto de Charles Gounot no se quedó atrás y arrancó bastantes aplausos.
También la orquesta, pues antes interpretó de la obra El corsario, de Riccardo Drigo, su pas de deux y posteriormente ejecutaría el Cannonin D de Pachelbel.
El pizzicato de la obra Sylvia, Coppelia de Swanilda, ambas de Leo Delibes, así la Danza húngara número seis de Johannes Brahms, antecedieron a El Cisne, de El carnaval de animales y que cerró la primera parte del concierto en medio de más aplausos incluso de pie.
Luego del intermedio y para la segunda parte, el grupo de diez bailarines ofreció un programa distinto, compuesto por música contemporánea y tradicional.
Si bien la Fantasía de jazz, de la compositora mexicana Gina Enríquez emocionó al público, Ometepec, chilena de José Agustín Ramírez lo hizo aún más opacando incluso a la siguiente pieza, el intermezzo del sainete lírico español Las bodas de Luis Alfonso.
Para el final, la orquesta interpretó el ya clásico Danzón número 2 del mexicano Arturo Márquez, quien en diversas entrevistas revelara que el origen del mismo está en su esperanza del regreso de la música popular, de la esperanza por un México nuevo y de la mano, en su momento, cuando lo escribió, del levantamiento zapatista en Chiapas.
Gracia y cadencia de los bailarines, sus pasos acompasados, así como el discreto aplauso rítmico de parte del público logró que al término del concierto el aplauso final se alargara por varios minutos.
La temporada Al compás del mar de la Orquesta Filarmónica de Acapulco se lleva a cabo en el Foro Mundo Imperial, y su próxima presentación será el viernes 27 de febrero.

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