Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Es dramática la injusticia social que se vive en Guerrero, advierte la Iglesia católica

*De no atenderse puede generar mayor violencia y expresiones diversas de descontento, señala el arzobispo Carlos Garfias. Pide objetividad en la investigación contra familiares y amigos de Ángel Aguirre

Mariana Labastida

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, dijo que es dramática la situación de inusticia social que se vive en Guerrero, que de no atenderse puede generar mayor violencia y expresiones diversas de descontento, a dos días de haberse celebrado el Día Mundial de la Justicia Social.
En otro tema, Garfias Merlos consideró que lo importante es la objetividad de la investigación, luego de la detención de familiares del ex gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero, e integrantes de la familia Hughes, por desvío de recursos públicos por 287 millones de pesos.
La objetividad, dijo el prelado católico, que también se requiere en la investigación de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, luego de que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, eximió al Ejército de su participación en los hechos del 26 de septiembre. El sacerdote enfatizó que no se deben de manejar verdades a medias a conveniencia de algunos.
El arzobispo leyó el comunicado del Consejo Permanente del Episcopado Mexicano, emitido el 17 de febrero, en el que se pide un alto a la corrupción, sugiere reformas constitucionales y legales, donde se revise el fuero, para que no sea utilizado como escudo de impunidad. También que se debe replantear la figura de juicio político y que el combate a la corrupción no sea usado con fines de persecución política o de revancha mediática.
En el comunicado dominical de la Arquidiocesis, el arzobispo se refirió a la celebración del Día Mundial de la Justicia Social que hace la ONU, que indica que la justicia social y el desarrollo social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y seguridad entre las naciones.
En Guerrero, expuso el prelado católico, es dramática la situación de injusticia social, que se tienen grandes inconformidades, que si no se atienden pueden generar mayor violencia y expresiones diversas de descontento.
Como se ha manifestado también nacionalmente, donde la injusticia social se presenta por las condiciones de vida, donde el modelo de desarrollo es excluyente y margina a muchos de los beneficios de la alimentación, salud, vivienda y empleo.
Garfias Merlos expuso que es importante crear condiciones de jusitica social para favorecer el desarrollo, la seguridad y la paz. Que tanto gobierno como sociedad, deben crear condiciones de justicia para la paz auténtica y duradera.
En el mismo comunicado el arzobispo también se refirió al periodo de cuaresma, que inició el pasado miércoles 18; en la cual dijo que uno de los desafíos es atender la indiferencia. “El estado de Guerrero tiene el componente de la indiferencia como actitud dañina, que provoca mucho dolor y contribuye a la misma crisis” indicó.
Agregó quienes tiene el poder y el dinero se comportan de manera que sus decisiones generan más sufrimiento, mientras que los ciudadanos no se abren a la solidaridad, se cierran en el individualismo que fragmenta y debilita a la sociedad.
Garfias Merlos dijo que la cuaresma es la oportunidad de abrirnos al perdón, la solidaridad y la reconciliación.
Consultado sobre este mensaje, que es similar al que tiene el gobernador Rogelio Ortega Martínez, el arzobispo se congratuló de coincidir y llamó a encontrar los medios, las herramientas para la reconciliación.
A pregunta de un reportero, de cómo reconciliarse ante los hechos que han ocurrido, por la exigencia de justicia y aparición de los normalistas de Ayotzinapa, el arzobispo consideró importante el trabajo interno de cada persona.
Reiteró que si es posible que se reconstruyan relaciones familiares, lenta pero eficazmente, se puede reconstruir la estructura de la sociedad. Para lo cual dijo que no solamente es la atención a las víctimas, sino a los victimarios, que también son personas que han sufrido. Manifestó: “No sólo condenar, sino perdonar y que a su vez perdone”.
En relación a la detención del hermano del gobernador con licencia, Ángel Aguirre, Carlos Matero Aguirre Rivero, e integrantes de la familia Hughes, indicó que “lo importante es que la investigación sea conforme a la verdad y justicia”, y que si se les detuvo fue porque se tendrá el sustento para proceder.
“Creo que el tema es conocer la información objetiva y buscar la verdad, no es lo que yo pueda opinar o interpretar a la distancia, es la objetividad que haya en la investigación que se realice, la verdad es objetiva, el sustento de la verdad tiene datos objetivos, la advertencia hay que hacerla siempre, no tenemos que manejar verdades a medias o incompletas a conveniencia de algunos y ahí es donde está la responsabilidad de quienes tienen que ejercer esa función dentro de la sociedad”.
En la conferencia, el arzobispo leyó el comunicado de la Conferencia del Epicopado Mexicano, emitido el pasado 17 de febrero, con el título de Alto a los corruptos, en el cual la Iglesia manifiesta que los pobres son los que pagan el precio de la corrupción de los políticos, empresarios y eclesiásticos que descuidan su deber pastoral.
Recordaron que desde hace cinco años en su mensaje “que en Cristo Nuestra Paz México tenga vida digna”, indicaron que la corrupción es una forma de violencia, que al “inocularse en las estructuras del servicio público, se trasforma en delincuencia organizada, ya que de manera descarada se impone la mordida como condición a los ciudadanos para recibir un beneficio o servicio gratuito”.
Los obispos de México consideran que para hacer frente al problema, se requiere de múltiples acciones, entre ellas, reformas de leyes y creación de instituciones. “La gravedad del problema exige soluciones de fondo e inmediatas, y no maquillajes que ya no engañen a nadie y sólo exacerban los ánimos”, urgieron los obispos.

468 ad