Golpean antimotines al fotógrafo de El Sur Carlos Carbajal y le destruyen su cámara

*Dos veces me identifiqué como prensa y las dos fui ignorado”, dice cuando denuncia que la agresión fue directa contra él para impedir que tomar gráficas de la golpiza a los maaestros
SSS

El fotógrafo de El Sur, Carlos Alberto Carbajal fue agredido por antimotines de la Policía Federal, y su equipo de trabajo fue destruido y robado durante la cobertura de la marcha de maestros de la CETEG de este martes.
Junto con él, varios compañeros de diversos medios de comunicación de Acapulco sufrieron agresiones de diferentes niveles de gravedad. En su caso, Carlos Alberto fue golpeado en la cabeza con un tubo por un agente federal, golpe que amortiguó gracias a que tenía puesto un casco que ha usado para prevenir incidentes que se presentan durante la cobertura de actividades que pueden resultar riesgosas.
Carlos Alberto Carbajal sufrió como una agresión directa con el objetivo evidente de impedir su trabajo.

Su testimonio

Estaba cubriendo la marcha de la CETEG. Nos presentamos desde las 9 de la mañana a la Glorieta de Puerto Marqués. La jornada se prolongó durante todo el día.
A las 7:45 de la noche, un camión de la CETEG intentó abrirse paso por entre la valla de policías federales hacia el Aeropuerto, cerca de la Cruz Roja del Bulevar de Las Naciones, 200
metros adelante del Fórum y en dirección hacia el Aeropuerto.
Después vino la agresión de la Policía Federal. Los maestros comenzaron a correr. Yo tomé fotos de hombres y de mujeres corriendo. Llegué frente al Fórum. Ahí un Datsun viejito se impacto contra un camellón. Me di cuenta y tomé fotos. Llegaron los antimotines y comenzaron a golpear a los que viajaban en el Datsun; le rompieron los vidrios y echaron gases en aerosol a los pasajeros. Me paré en el camellón con mi cámara. Llegaron los policías con sus escudos y me empujaron. Me identifiqué como prensa con una credencial del periódico. Grité “prensa”. Entonces llegó un antimotines y me golpeó con un tubo en la cabeza. El golpe me aturdió, me quitaron la cámara y la azotaron contra el suelo. Me intentaron tirar, me jalaron la camisa para que me cayera. Me zafé de ellos y corrí; seguí gritando, “soy prensa”, “nos vale verga, de todos modos de vamos a partir la madre”, me respondieron. Alcancé a alejarme de ellos. Llegué hasta la escalera del Fórum, ahí encontré a otro compañero reportero. Vimos a una persona tirada. Lo levantamos y se lo entregamos a un grupo de maestros que estaban a un costado de la carretera, hacia playa Bonfil. Me regresé, saqué de nuevo mi gafete, se los enseñé a otros agentes. “Déjenme regresar y recoger mi cámara”, pedí, “pásale, pero te va a cargar la verga”, me respondieron. Me regresé y vi que se me venían encima otros antimotines, me comenzaron a perseguir y corrí hacia la tienda Chedraui. Ya no me siguieron.
Busqué a los compañeros de otros medios. Todos andábamos desbalagados. Vimos a otro maestro golpeado, lo levantamos y lo llevamos al centro comercial La Isla. Ahí nos rodearon otros policías, nos pidieron identificarnos: “somos prensa”. “Y ese quién es”, preguntaron señalando al maestro que levantamos; “no sabemos”, respondimos, y se lo llevaron en una camioneta.
Media hora después me pude comunicar con algunos compañeros. Nos reunimos en el Fórum y volvimos hacia el lugar donde me agredieron. Ya no estaba mi cámara, la levantaron y se la llevaron. Buscamos a alguna autoridad de los federales. Nos encontramos a quien se presentó como Eric Castro Ibarra, que dijo ser delegado de Gobernación en Guerrero. Le platicamos los hechos, los de cada compañero. A otros también los policías los golpearon y les dañaron sus cámaras. Ofreció una reunión con nosotros este miércoles. Vamos a escuchar sus explicaciones y a ver cómo se reparará el daño al equipo maltratado o robado, pero sobre todo exigiremos respeto a nuestro trabajo, ya que dos veces me identifiqué como “prensa” y las dos fui ignorado.