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Desaloja la Federal a toletazos y con gases a 5 mil maestros del bulevar de Las Naciones en Acapulco

*Manifestantes de la CETEG?y del SUSPEG demandan la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el pago de sus quincenas y  certeza laboral. Embisten con un autobús a los uniformados para romper un cerco y éstos los persiguen y los sacan de los lugares donde se refugiaron. “A chingar a su madre, órale pinches viejas”, gritan los agentes. Algunas maestras llevaban bebés de meses en sus brazos y aún así fueron atacadas, al igual que automovilistas que estaban en carros particulares. Camionetas fueron destruidas e incendiadas por los antimotines

Karina Contreras

Más de 500 policías federales con equipo antimotines desalojaron a toletazos y con gases lacrimógenos a unos 5 mil maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y del Sindicato Único de Servidores Públicos de Estado de Guerrero (SUSPEG), que durante más de seis horas bloquearon los dos carriles del bulevar de Las Naciones para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el pago de sus quincenas y certeza laboral.
Los manifestantes embistieron con un autobús la barricada de los policías para romper un cerco que les impedía pasar al aeropuerto, y éstos se fueron encima de los profesores, la mayoría mujeres, que unos 40 minutos antes se habían colocado al frente de los manifestantes, cara a cara con los antimotines.
Eran apenas 3 metros los que separaban a ambos grupos, y durante ese tiempo repitieron porras y consignas y también contaban del 1 al 43 y gritaban “justicia”, en exigencia de la presentación con vida de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos.
A pesar de que algunos maestros quisieron responder con tubos, palos y piedras, nada pudieron hacer y se dio una estampida hacia el centro de convenciones Forum Mundo Imperial, mientras eran perseguidos por los antimotines.
En la huida varias maestras cayeron y otras fueron golpeadas con toletes por los policías. El desalojo se dio en cuestión de minutos y hubo varios maestros y policías heridos así como detenidos.
Los antimotines también arremetieron contra varios reporteros y les destruyeron su equipo, a pesar de que tenían gafetes de sus respectivos medios y gritaban que son de “prensa”.
Los antimotines, sin miramientos dejaron caer sus toletes contra mujeres y hombres así como como gas lacrimógeno mientras gritaban “casi matan a nuestros compañeros”.
La mayoría de los hombres corrió rumbo al centro comercial La Isla, mientras las mujeres buscaron refugiarse en las instalaciones de la Cruz Roja, pero de ahí fueron sacadas a toletazos mientras les gritaban: “A chingar a su madre, órales, pinches viejas” y les rociaban el gas lacrimógeno.
Algunas maestras llevaban bebés de meses en sus brazos y aún así fueron atacadas. Algunas personas que estaban en carros particulares también fueron rociados con gas y bajados, aunque gritaban que se quedaron atorados en el bloqueo frente al forum. Se vio a maestros huyendo como pudieron y a otros refugiarse en la tienda Chedrahui y la unidad habitacional que se encuentra en el lugar.
En su huida los maestros dejaron todas las camionetas que tenían retenidas desde hace meses así como unos 40 autobuses. Algunas camionetas fueron destruidas e incendiadas por los antimotines al regresar de replegar a los maestros.
En el lugar quedaron varias bolsas que cayeron en la huida, sillas y cobijas, varios carros particulares destruidos completamente por los uniformados.
El desalojo fue a las 7:35 de la noche, luego de que los maestros mantuvieron un bloqueo de seis horas en el bulevar de Las Naciones, primero frente al Forum Mundo Imperial.
A las 4:00 de la tarde marcharon con la intención de protestar en el aeropuerto Juan Álvarez, pero ya estaba una barricada de más de 500 policías ocupando los dos carriles para evitar el paso.
Trascendió que hubo pláticas con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava y que hoy habría una mesa de trabajo en Chilpancingo con la CETEG.

“Paso al aeropuerto no hay” dice mando policiaco a líder de la CETEG

El jefe que iba al mando -no quiso dar su nombre pero el delegado de la Secretaría de Gobernación Erick Castro Ibarra dijo que quien estaba al frente era “el comisario Cabrera”- salió a hablar con los maestros encabezados por el representante de la Comisión Política de la CETEG, Walter Emanuel Añorve Rodríguez, e informó que los iba atender el delegado, Castro Ibarra.
Añorve Rodríguez le respondió que lo único que querían era que el gobierno federal cumpliera con el compromiso de la minuta firmada el 11 de febrero para la instalación de la mesa de negociación que iba encabezar el subsecretario Luis Enrique Miranda este martes. El jefe policiaco contestó que no sabía si se había cancelado la reunión, pero que no trataban de agredir y por eso estaba el delegado de gobernación, quien era el contacto directo con la federación.
El jefe policiaco pidió mantener la cordura y Walter Añorve respondió que los dejaran avanzar, el mando de la Policía Federal le contestó seco: “ahí si no puedo, al aeropuerto de plano no pasan, es un punto que queda en ti y en mi, aquí estaban manifestándose, estaban en paz, tranquilos. Les traigo al delegado y llegan al diálogo, pero aquí. Al aeropuerto si te digo no hay acceso, esa si es una postura, paso al aeropuerto no hay, no necesitamos la agresión”.
Le reiteró varias veces que quedara claro que paso al aeropuerto no iba ver y “quiero que quede muy claro” y Añorve Rodríguez contestó: “Eso lo vamos a decidir nosotros” y el jefe policiaco subrayó: “Te digo que queda en tu decisión si se llega a la agresión o si nosotros tenemos que responder a su agresión. Si ustedes se mantienen en ese punto con el respeto mutuo, adelante, mantengo mi línea”.
Minutos después regresó con el delegado de Gobernación, y Erick Castro dijo a los maestros que el diálogo no se había roto y que estaban dispuestos a trabajar como lo han hecho, que tenían una minuta firmada de acuerdos, avanzando en los acuerdos que se firmaron en Acapulco.
Aseguró que habían llamado para posponer la reunión y “parece que la información no les llegó, pero hay disposición de la Segob de poder seguir trabajando en el diálogo para poder regularizar el problema de los maestros de Guerrero, hay la disposición y ya recibieron algunos pagos atrasados, estamos por concluir el proceso de conciliación de nómina para que todos queden regularizados”.
Los maestros le recordaron al delegado que había una mesa de trabajo para ayer y que eran puntos importantes los que iban a tratar, porque era la estabilidad laboral de los profesores y “lo que exigimos es la instalación en los términos que se pactaron”.
El delegado insistió en que ya se había hablado que se iban a trasladar a la ciudad de México y luego se dirigió a una integrante de la comisión política, a quien le dijo “Maestra Antonia usted recibió una llamada” a lo que respondió que sí pero que le dijeron que se suspendía por cuestión de agenda, y que respondió que quien era el enlace era Walter Emanuel Añorve, pero éste respondió que nunca recibió la información.

Pacto de no agresión

Charlaron cinco veces, y en la última conversación los integrantes de la comisión manifestaron que se iban a quedar en plantón en el lugar y los “términos son de no agresión de ningún lado, ni de uno u otro”. El jefe policiaco pidió que se controlaran los ánimos porque estaban calientes, que se tenía que tener el corazón caliente y la cabeza fría y uno de los maestros respondió: “el pacto es el la no agresión y queremos la instalación de la mesa de trabajo”.
Antes del desalojo se dieron momentos de tensión porque los maestros de la avanzada, en su mayoría jóvenes, lanzaron piedras con resorteras y con tubos golpearon los escudos de los antimotines, quienes se mantenían pasivos y nada más apretaban los labios.
Antes de ponerse frente a frente con los antimotines, los maestros destrozaron una cerca, quitaron los tubos para usarlos como armas, mientras otros en sus manos traían piedras de todos tamaños, resorteras, palos y varillas.
Muchos visitantes extranjeros perdieron sus vuelos porque no se les permitió el paso, y varios de ellos entraron en crisis nerviosa porque los manifestantes golpeaban sus tubos contra el suelo.
Otros que llegaron al puerto, sobre todo canadienses, tuvieron que cruzar todo el plantón con sus maletas arrastrando. A pesar del pacto de no agresión que se mantuvo durante el bloqueo, la violencia se desató cuando uno de los autobuses entró por el carril que lleva al aeropuerto y embistió a los policías. Posteriormente se echó de reversa y la batalla se desató.
Los antimotines arremetieron contra el autobús que atropelló a sus compañeros y bajaron al chofer. Otros persiguieron a los manifestantes, los golpearon y gritaban palabras altisonantes mientras lanzaban gas lacrimógeno.

La marcha

La concentración de los maestros fue a las 9 de la mañana cerca de un Burger King, con el objetivo de realizar una marcha en apoyo a la comisión negociadora que sostendría una segunda reunión con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, y la cual fue acordada en el encuentro del 11 de febrero, para revisar el pago a los docentes y exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos por policías en Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre.
Al lugar desde muy temprano llegaron profesores de todas las regiones del estado, se juntaron unos 5 mil y la marcha inició a las 11:30 de la mañana sobre los dos carriles con sentido a la glorieta de Puerto Marqués y al aeropuerto, mientras los camiones ocuparon el otro carril.
Al frente de la marcha iba la avanzada con palos y tubos. Los maestros avanzaron poco a poco y la mayoría se cubría con sombrillas de los intensos rayos del sol.
Durante su marcha los oradores reiteraron que no habrá elecciones en Guerrero porque ya despertó y “no va permitir que una bola de zánganos tengan una curul, una regiduría o presidencia”. Que los partidos políticos no tenían la capacidad de resolver los problemas que afectan a la ciudadanía y que les entregaran a los 43 normalistas de Ayotzinapa. Informaron que la marcha era también para exigir certeza laboral por el gobierno.
A su paso reclamaban que ahora les decían que no tenían capacidad para atender a los alumnos cuando es lo que han hecho durante más de 20 años.
Mientas avanzaban los manifestantes gritaron diversas consignas como “comisión negociadora no te vayas a rajar, porque aquí los de la base te vamos apoyar”, “avanzar, avanzar en la lucha popular”, “gobierno maldito, reprimir es un delito”, “los uniformados también son explotados”, “esos de azulito también ganan poquito”, “de este a oeste ganaremos esta lucha cueste lo que cueste”, “el maestro luchando también está enseñando”. Así avanzaron durante poco más de dos horas.
Al llegar al Forum Mundo Imperial hubo un conflicto entre los cetegistas, pues los de la avanzada sacaron a empujones al representante de la comisión política de la Costa Chica y le gritaron “Esquiroles, charros, quieren seguir entregando el movimiento”.
En el forum ya estaba el secretario general de la CETEG, Ramos Reyes Guerrero quien no quiso dar declaraciones y se mantuvo quieto mientras escuchaba a algunos maestros.
Mediante un megáfono se informó que se había recibido una llamada y que al subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda su “agenda no le permite venir para instalar la mesa con nosotros en este lugar”, eso molestó a los maestros y por regiones se reunieron para tomar acuerdos. No se tomó en cuenta al comité de la CETEG.
Las regiones determinaron dar un plazo de una hora para que el funcionario cambiara de opinión, la cual se extendió a 2 horas.
Durante el bloqueo los que iban encapuchados se llevaron una camioneta del SAT y después la destrozaron frente a los antimotines, pues varias de sus piezas las prepararon como armas.
A las 4:00 de la tarde los maestros avanzaron rumbo al aeropuerto, pero a unos trecientos metros, frente a la Cruz Roja, había una barricada de más de 500 antimotines que tenían la orden clara de no dejarlos pasar.
Los maestros caminaron y quedaron frente a frente con los antimotines, y 3 horas y media después de permanecer cara a cara vino el violento desalojo que dejó heridos de ambos lados, así como varios detenidos que fueron llevados en fila india con la cabeza poca abajo, otros fueron amontonados en una camioneta y unos más en un autobús

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