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Al maestro Claudio lo golpearon los federales y cuando era atendido, lo volvieron a golpear

Karina Contreras

El maestro jubilado Claudio Castillo Peña era considerado un símbolo de las marchas de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), por lo que su muerte causó coraje entre la base magisterial que lo recuerda como un caballero, un hombre atento y amable que a pesar de su discapacidad era un hombre alegre.
El maestro de 65 años, era jubilado desde hace más de once años y nunca faltaba a una marcha cetegista o que tuviera que ver con defender los derechos laborales de los profesores. Durante los más de cuatro meses que tienen tomadas las oficinas de los Servicios Educativos de la Región Acapulco-Coyuca de Benítez, para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, en septiembre por la policía de Iguala, el maestro Claudio todos los días permaneció de guardia en el plantón.
Era todo un caballero, maestro forjador de maestros que ahora con él compartían la lucha por sus derechos laborales. Una de ellas comentó que fue su maestro en cuarto año en su paso por la primaria Juan N. Álvarez, del Kilómetro 30, y lo recordó como un excelente maestro, que enseñó a declamar y los exámenes se los hacía delante de los padres de familia para que vieran el avance de sus hijos. Un hombre siempre, dijo, con mente de justicia para todos.
En la entrada del portón de los servicios educativos fue colocada una manta con la fotografía del maestro Claudio, en el mismo lugar donde todos los días colocaba su silla para vigilar la entrada y hacer la guardia; saludaba a cada uno de los maestros que llegaba, a muchos por su nombre y con una sonrisa. En la fotografía se ve con su puño izquierdo en lo alto y con otra mano se sostiene con su inseparable bastón.
La manta dice: “Hasta la victoria”, maestro Claudio. “Héroe de muchas batallas”, sigues con nosotros, la lucha continua. Claudio Castillo Peña. De estatura baja el maestro apenas y podía caminar por su discapacidad provocada por la poliomelitis, pero eso no le impidió ser de los primeros en las manifestaciones. Siempre iba en la camioneta del sonido y en las largas horas de la marcha era el orador con discursos críticos, pero siempre decía: “Recuerden que la marcha es pacífica”.
El dirigente de la CETEG, Walter Emanuel Añorve Rodríguez, lo recordó como un compañero de lucha de antaño, un cimiento para la organización desde antes de su propia fundación y esos le da un valor infinito a su gran legado, es una “institución para nosotros”, que por eso se había tomado la decisión de velarlo en los servicios educativos, donde llegó poco después de las 10 de la noche en una caja color crema con gris.
Fue recibido por cientos de maestros en la cancha de las oficinas de la Secretaría de Educación Guerrero, su caja fue colocada en un altar que estaba ya rodeado de canastas de crisantemos blancos, así como coronas enviadas por diversas zonas escolares. Mientras que el integrante de la comisión política de la CETEG, y de la Comisión Única Negociadora, del movimiento de trabajadores de la educación popular, Manuel Salvador Rosas Zúñiga, aseguró en declaraciones que el maestro jubilado murió en la madrugada de este miércoles a consecuencia de los golpes que recibió por policías federales durante el desalojo violento en el bulevar de Las Naciones en Acapulco.
Mencionó que a las 4 de la madrugada, los integrantes de la CETEG recibieron la información de que el maestro Claudio, que usaba un bastón porque tenía problemas para desplazarse, murió en el hospital. “Él estaba arriba de una camioneta, usaba un bastón para caminar, lo golpearon en varias ocasiones; hay un testigo que dijo que después que el maestro era atendido llegaron otra vez los policías federales, y lo volvieron a golpear”, afirmó.
Se informó que por la mañana el cuerpo del maestros jubilado será llevado a la comunidad de Tanguenguato en Altamirano, de donde era originario, para ser sepultado.

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