Presenta el fotógrafo de El Sur queja en la Codehum por la agresión de federales; la turnan a la CNDH

*Carlos Carbajal pide que quede como antecedente de la obstrucción de la libertad de expresión

Mariana Labastida

El fotógrafo de El Sur, Carlos Alberto Carbajal Arcos presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codehum) por la agresión de antimotines de la Policía Federal, que violaron su libertad de expresión.
Expresó que la agresión fue directa contra él porque estaba fotografiando los golpes y el maltrato de los policías federales contra los maestros.
A la 1 de la tarde de ayer, el reportero gráfico de El Sur acudió a las oficinas regionales de la Codehum en Acapulco para presentar una queja por la agresión al ejercicio de su profesión, cuando antimotines de la Policía Federal lo golpearon en la cabeza, lo jalonearon, lo despojaron y destruyeron su cámara fotográfica, lo persiguieron y no le permitieron recuperar la tarjeta de memoria en la que guardaba su trabajo del día.
La queja fue recibida por el visitador regional Concepción Bedolla Vega, quien primero habló en privado con Carbajal Arcos para conocer los hechos y después para relatarlos por escrito para iniciar la queja CRAC/031/2015-II.
En el documento se indica que el reclamo es “violaciones al Derechos de la Libertad y Violaciones al Derecho a la Integridad y Seguridad Personal”. El fotógrafo relató lo que ocurrió la noche del martes, cuando los maestros de la CETEG y del SUSPEG fueron desalojados del bulevar de Las Naciones por antimotines de la Policía Federal.
Recordó que los antimotines primero lo empujaron con sus escudos, cuando se dieron cuenta que fotografiaba a los policías golpeando y rociando gas a las personas que se encontraban dentro de un vehículo que chocó con el camellón al escapar de la gresca. Mientras tomaba las fotografías, otro policía lo golpeo con un tubo metálico.
Aturdido por el golpe, le quitaron la cámara que, alcanzó a ver, destruyeron en el suelo. Después de eso trató de escapar de los policías que le jalaron la camisa y lo golpearon en las piernas para tirarlo, lo cual no lograron. Minutos después, intentó regresar al lugar donde había quedado su cámara; pero fue amenazado con groserías y perseguido nuevamente.
La queja fue remitida a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por incompetencia de la Coddehum, debido a que es contra policías federales y esta fuera de su jurisdicción.
Luego de presentar la queja, el fotógrafo expresó que puso la denuncia para que quede como antecedente de la obstrucción de la libertad de expresión.
“Fue un ataque directo a mi persona porque me encontraba tomando fotos a unas personas en un coche y llegaron los policías y me empezaron a golpear con los escudos, me identifiqué como prensa, pero no hicieron caso”. Exigió a las autoridades garantías para el trabajo de los periodistas.