La cancelación de Cabo Cortés, motiva la lucha de vecinos de Barra de Potosí contra un muelle

Brenda Escobar

Zihuatanejo

Para los habitantes de la comunidad ecoturística Barra de Potosí, la noticia de la cancelación del proyecto turístico Cabo Cortés, en Baja California, dada a conocer por el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, “nos da más ánimos para seguir en nuestra lucha por defender nuestros recursos naturales de la voracidad del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), que quiere hacer un muelle de cruceros en nuestra comunidad gracias a la concesión que mañosamente le otorgó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a su empresa filial Fonatur Operadora Portuaria, SA de CV”.

En octubre de 2010, a través de un decreto presidencial firmado por Calderón Hinojosa, la SCT autorizó al Fonatur una concesión para que aproveche poco más de la mitad del espejo de agua de la bahía de Zihuatanejo, sus aguas y terrenos adyacentes incluyendo la laguna Las Salinas, así como 15 mil hectáreas de espejo de agua en la comunidad ecoturística Barra de Potosí.

Dicha autorización fue dada al Fonatur por la SCT previa petición en común hecha por los alcaldes de Zihuatanejo y Petatlán, Alejandro Bravo Abarca y José Albino Lacunza Santos, quienes ofrecieron al Fonatur ambos balnearios para su administración con miras a mejorar la imagen urbana y la recepción de cruceros.

Fue hasta febrero de 2011 cuando los pescadores, lancheros y ambientalistas de Zihuatanejo –días más tarde se enterarían los habitantes de Barra de Potosí–, conocieron de la autorización de la concesión y desde entonces han emprendido una lucha legal y social para revocar tal permiso, lo que a la fecha no han conseguido, pero tampoco han desistido de su empeño.

Ayer viernes, luego de que por la mañana el presidente del país anunciara que el proyecto turístico Cabo Cortés no es viable y canceló su autorización, la comisaria municipal de Barra de Potosí, Araceli Oregón, aseguró que la noticia causó esperanza entre los habitantes de esa localidad.

“Es una esperanza para nosotros el ver que Felipe Calderón reconoció la lucha de la sociedad civil organizada y que rectificó el error del gobierno federal de haber dado un permiso con el cual se iban a destruir los arrecifes marinos de Cabo Pulmo; nos da ánimos para seguir en nuestra lucha, no vamos a desistir hasta que nos digan que Fonatur dejó de codiciar nuestros recursos naturales”.

Enseguida añadió que “afortunadamente tenemos el apoyo de Costa Salvaje, que es una organización que fue clave en la defensa de Cabo Pulmo, así como también tenemos el apoyo de otras organizaciones sociales y ambientalistas que nos dan ánimos para seguir luchando por nuestro derechos más fundamentales, empezando por el derecho a un medio ambiente sano”.