La cobertura se apega a la realidad, responde el reportero

Señor director:
No es mi intención explicar o ampliar lo que escribí en la cobertura de Arcelia sobre la protesta de maestros en la caravana por la Paz, porque la misma gente de ese municipio, que está atenta a la información de este diario, podría recriminar mi falta de precisión.
La protesta no comenzó enfrente del templete, sino mucho antes, en la misma plaza, a donde arribaron los maestros mostrando su inconformidad.
La cantidad de inconformses no se limita a los que estuvieron frente al templete, y el tiempo tampoco al que duraron las protestas solamente en ese preciso lugar.
Sin embargo, lo importante es que ni la cantidad de manifestantes, ni el tiempo que estuvieron ahí modifica lo que está ocurriendo ya como una constante, que son las protestas magisteriales en actos en los que se presentan el gobernador o su hija. Y lo que me preocupa es que el ambiente en Guerrero se violente más y se acuse a los reporteros o periodistas de modificar o alterar versiones de coberturas desde las oficinas de comunicación social, porque seguiremos cubriendo los hechos, y noto un interés cada vez mayor por contradecir a los reporteros.
Entiendo que hay una oficina encargada de dar la versión oficial de los hechos, y también que nosotros tenemos que cubrirlos desde una perspectiva social, no para quienes necesariamente son políticos o funcionarios, lo cual no siempre debe de ser cómodo para el gobierno estatal.
Aunque debe quedar bien claro que nunca hacemos nuestro trabajo con fines dolosos.

Israel Flores
Reportero de El Sur