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Humberto Musacchio

Patria, matria e intervencionismo

Dmitry Bestuzhev, director de Análisis e Investigación de la firma antivirus Kaspersky Lab, reveló a Excélsior que desde hace varios años Estados Unidos espía a México mediante las computadoras personales de las principales marcas, pues en el disco duro de cada una de ellas está instalado un programa de espionaje militar.
La citada empresa ha detectado el llamado software malicioso en aparatos de marcas como IBM, Toshiba, Samsung, Western Digital Corp., Seagate Technology Plc. y Micron Technology Inc., entre otras. La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) coordina todo este programa de espionaje.
La información, aparecida a mediados de febrero, debió ser objeto de una gran preocupación para el gobierno mexicano, o al menos eso supondría cualquier ciudadano con algún sentido del patriotismo. Pero no. El subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Sergio Alcocer, sencillamente se negó a aceptar que exista el citado espionaje, y colorín colorado.
Alcocer rebatió hace unos días las declaraciones del ex canciller Luis Ernesto Derbez, ahora rector de la Universidad de las Américas plantel Cholula, quien en el foro México en el Mundo declaró que no sería con programas de intercambio educativo con Estados Unidos como se lograría un desarrollo tecnológico equitativo: “Eso es divertido, es importante para las universidades para tener estudiantes, pero esa no es la solución”, declaró Derbez con su proverbial desparpajo, lo que suscitó una enérgica respuesta de Alcocer, quien mostró su preocupación ante el asunto, pero no ahora que se trata de un caso flagrante de espionaje. Y dicen que él, Alcocer, será el sucesor de don José Narro en la rectoría de la UNAM, lo que también es para preocuparse.
Si Derbez minimiza los intercambios universitarios, Alcocer lo hace con el espionaje, lo que se explica por el contexto en que actúa y por el entreguismo del gobierno al que sirve. Dígalo si no esa iniciativa del Ejecutivo para que los agentes extranjeros actúen armados en territorio nacional. Lo de “extranjeros” es engañoso, pues se refiere únicamente a los policías de Estados Unidos, pues resulta más que dudoso que llegue a permitirse en México la actuación de agentes armados de Cuba, Rusia, China y otros países hacia los cuales es hostil la política de Washington.
Por supuesto, para citar sólo dos casos, desde hace más de tres sexenios actúan en México policías de Estados Unidos y de España ante los que servilmente se inclinan “nuestras” corporaciones. Y por supuesto andan armados y hasta se han dado el lujo de efectuar detenciones y extradiciones ilegales sin dar parte a las autoridades mexicanas, que no muestran molestia ante esos hechos. En el colmo del intervencionismo armado, el gobierno de Estados Unidos hizo introducir en México todo un arsenal destinado a las bandas criminales como parte del operativo Rápido y Furioso. Y aquí, calladitos.
En suma, policías extranjeros actúan en México con conocimiento de las autoridades mexicanas. Ahora lo que se pretende es legalizar ese intervencionismo consentido por gobernantes antipatriotas. Dicen que la medida está destinada a la revisión aduanal y migratoria, pero México no tiene porqué ser parte de la hostilidad estadounidense hacia los migrantes mexicanos y centroamericanos.
Se requiere una paupérrima idea de patria para consentir el intervencionismo, pero se debe tener muy poca matria para promoverlo de manera oficial. México todavía es una nación, no el basurero de los vecinos.

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