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Padres y maestros en paro de un kínder en Chilapa acuerdan cómo no afectar a los niños sin clases

Beatriz García

Chilapa

El jardín de niños Cuauhtémoc abrió sus instalaciones, a un mes de que iniciaran un paro indefinido los docentes adheridos al Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), pero no para regresar a clases sino para tomar acuerdos con padres de familia, quienes externaron su apoyo a las educadoras, para que continúe la protesta hasta que se resuelva su conflicto laboral.
Las profesoras del jardín de niños convocaron a los padres de familia mediante un carro de sonido, que recorrió calles de Chilapa, se escuchó en el aparato la convocatoria para una reunión “de carácter informativo”.
Después de que el 4 de febrero entraron en paro laboral indefinido, al haberles retenido su salario desde la última quincena de enero, y con la amenaza de que sus plazas no serían reconocidas por la federación, apuntó la directora.
Esta mañana, unos 84 padres de familia hicieron presencia en el patio de la institución, donde las profesoras informaron a los padres de familia sobre el conflicto laboral que persiste en el magisterio.
De los acuerdos que se tomarían en la reunión, la directora del plantel educativo, Luisa Alvarado Contreras, pidió a los padres de familia que externaran sus propuestas ante la suspención de clases.
Entre las que destacaron que durante dos días los alumnos regresaran a tomar clases, o que sólo fueran para que las maestras les dejaran tareas.
Hubo padres de familia que tomaron el micrófono. Una madre externó su apoyo a las docentes, indicó que ella también era profesora, aunque su plaza era federal, ella estaba enterada de lo que estaba sucediendo con los profesores estatales.
Por lo tanto, proponía que el paro siguiera para que las educadoras no dejaran de movilizarse, que estaban en un momento decisivo para ver si en este mes se resolvía el conflicto.
Aunque también hubo otra madre, quien pidió que por lo menos dos días a la semana los alumnos fueran a clases.
Después, se sometió a votación y 70 padres de familia optaron porque las instalaciones siguieran cerradas hasta que hubiera una solución al conflicto magisterial, mientras que 14 pedían que se retomaran clases por dos días.
La directora, externó su agradecimiento a los familiares. Les pidió que no las abandonaran, que para ellas su apoyo era importante, para que su lucha valiera la pena.
En entrevista, Alvarado Contreras expresó que eran “novatas”, en esto de las movilizaciones.
Mostró su inquietud, dijo “somos maestros de vocación, es por eso nuestra preocupación”.
La profesora acotó que para ellas no ha sido fácil, al contrario, el movilizarse les ha sido desgastante, tanto física como económicamente.
Pero que no pueden dejarse de movilizar, porque aún no tienen asegurados los pagos de sus salarios en marzo, ni tampoco que la federación reconocerá sus plazas.
De las minutas de acuerdos que se han tomado en mesas de trabajo con autoridades, expresó que son minutas que se han tomado sin que estén presentes las autoridades correspondientes.
Respecto a la movilización del 24 de febrero en Acapulco, en la que fueron desalojados los profesores por policías federales, Luisa Alvarado señaló que afortunadamente ninguna de las profesoras y ella fueron agredidas físicamente.
Sin embargo, el susto, el coraje y la indignación de lo que vivieron y observaron prevalecen en ellas.
De manera personal, la profesora externó que después de ese día, el miedo quiso hacerla desistir del movimiento.
“Esto fue una masacre, yo dije hasta aquí, pero también seguir en el movimiento es una manera de exigirle al gobierno que nos de lo que nos corresponde, nuestro salario. Que no nos amenace que nos va a quitar nuestro trabajo, que se haga lo justo”, pidió.
Alvarado Contreras reprochó que ellas como educadoras, estudiaron y se prepararon, que “no es justo que después te digan que estás en la lista de desempleados”.
Por último, externó su compromiso con los padres de familia, que hasta este momento la mayoría las están apoyando, para que cuando se resuelva su situación laboral, “regresaremos al cien” para recuperar las clases perdidas.
De lo contrario, si aún no hay una solución al conflicto, a fin de marzo convocarán a una nueva reunión, para informar a los padres de familia sobre los avances y tomar nuevamente acuerdos para comenzar a recuperar clases.

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