Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone

Luis Walton Aburto

Años atrás, supe de Luis Walton por referencias. Amistades comunes me comentaban su aspiración de ser presidente municipal de Acapulco. Eso cuando el PRI era casi el universo total de la política mexicana. No tuvo los padrinos adecuados para que el dedo electivo lo favoreciera. Buscó ser el candidato del tricolor el mismo número de veces que le dieron la negativa partidaria, más de tres.
Conocí de su personalidad y condición humana a través de charlas que tuve con Alejandro Cervantes Delgado, cuando vivía en Acapulco. En dichas conversaciones me expresaba su pesar de no haber conocido a Walton cuando fue gobernador, porque consideraba que hubiera sido de gran valía contar con él como colaborador en su gobierno. Pude constatar que Walton se convirtió en uno de sus mejores amigos en las postrimerías de su vida.
Dichas pláticas fueron mi aliciente para tratar de conocerlo personalmente, tiempo después. La ocasión propicia se dio en su segunda campaña electoral, cuando lo busqué para ofrecerle mi apoyo político, sin pretensión alguna, sólo en reconocimiento a las distinciones de amistad y calidad humana que le obsequió al excelente gobernador que fue don Alejandro.
Al ser parte de su equipo de campaña, pude conocer un poco más los modestos orígenes de Walton. Hijo de pescador, desde la infancia vendía lo obtenido del mar en el mercado acapulqueño El Parazal. La discapacidad de su padre aunada a la entereza de sacar adelante a su familia fueron los motores fundamentales que lo impulsaron a luchar y superarse como estudiante y como profesionista, hasta llegar a ser el hombre que hoy es reconocido por su alta sensibilidad, ante la vulnerabilidad física humana, entre otras buenas prendas.
En Acapulco, de donde es orgullosamente oriundo, Walton es un personaje destacado y exitoso en el mundo de la abogacía, lo mismo que en el empresarial. Sus bienes materiales son fruto del empeño, disciplina, preparación y sagacidad personal. Sin embargo, la política fluía por sus venas, más no hallaba la plataforma para desplegar sus capacidades y fuerza en el logro de sus aspiraciones.
Ante la cerrazón de los priistas, Walton decidió crecer políticamente al margen de ellos dándole vida, desde la nada, al nuevo partido Convergencia en Acapulco, hasta convertirlo en una de las principales fuerzas políticas del municipio más importante de Guerrero. Del hoy denominado Partido Movimiento Ciudadano, ha tenido la oportunidad de ser presidente estatal y nacional, además de que le ha dado la oportunidad de ser diputado federal, senador y primer edil de Acapulco.
Como político con tesón, más no tozudo, y con razonada vocación de servir a sus semejantes, ahora busca la gubernatura estatal para atender a la ciudadanía sureña en sus más ingentes demandas. Sabe que gobernar Guerrero sin comprensión por la pobreza y la marginación social es hacerlo con la frivolidad propia de un autócrata, discriminante y deshonesto.
El hecho de pertenecer a un medio social pudiente no le ha impedido el conocimiento, penetración o solidaridad permanente con los que menos tienen. Con sencillez aprendida, firmeza forjada y ética profesada, ha transitado la vida pública, no sin raspones y errores, pero haciendo de la dignidad y el respeto –por los otros y por sí mismo– insobornables banderas de lucha. Tiene presente que es de humanos errar, de tontos no reconocerlo y de necios no enmendar.
Sabe que buena parte de los políticos de cualquier ideología dejan los intereses y anhelos populares en segundo plano, manifiestando una permanente incongruencia, en los hechos, con los principios y valores que públicamente dicen sostener.
Walton, de recibir el Ayuntamiento de Acapulco en bancarrota y saqueado hoy lo deja colocado en uno de los tres primeros lugares en el plano nacional en materia de buen manejo presupuestal, gasto público eficiente, dotado de transparencia y con una cultura de entrega sistemática de resultados, de acuerdo a una evaluación nacional realizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del gobierno federal.

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