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La muerte de un menor podría haberla causado el chikungunya, denuncian

La muerte de un menor podría haberla causado el chikungunya, denuncian

Señor director:

Agradecería que publicara la siguiente carta enviada al c. gobernador del estado, Rogelio Ortega Martínez. De antemano le agradezco la oportunidad que me ofrece de hacerla pública en el diario que usted dirige.

Señor gobernador:

El miércoles, en el hospital en el que trabajo, murió un niño de dos años de edad, y creo que murió de una infección por un alfavirus (el chikungunya es el más reciente de ellos que está afectando a la población guerrerenses); sí, el mismo del que recientemente, sus funcionarios de la Secretaría de Salud, dijeron que no causa defunciones. Solicité, vía mi hospital y cuando todavía estaba vivo, que se le realizaran diversos estudios diagnósticos, pero a la vez y con mi pecunia, he solicitado los mismos estudios, porque, luego, nunca se dan a conocer los resultados oficiales.
En fin, señor gobernador, la muerte de este niño, como la de muchos otros, fue por una de las llamadas patologías de la pobreza, contra las que, todos los días, los médicos de Guerrero luchamos con lo poco que tenemos y con el escaso personal con el que contamos y que cada vez es menos, pues en noviembre del 2014 mataron a un médico y a un chofer de ambulancia, y sus vacantes no han sido cubiertas, ni las de una médico que renunció tras esos asesinatos, como tampoco se han cubierto las vacantes que dejaron dos médicos que se han ido a realizar una especialidad.
Estas líneas no serán más que un ejercicio catártico, pues no creo que lleguen usted, o que usted las lea, es más, creo que, quienes las lean, lo van a comunicar a la gente de la Secretaría de Salud, y estos, ejercerán presiones contra mí, pues es común sacrificar al mensajero antes que analizar su mensaje.
Cuando usted llegó al puesto, pensé que alcanzaría los tamaños de un Lázaro Cárdenas, y que al igual que él, se sacudiría de los lastres de un pasado ominoso, pero no ha ocurrido tal, y eso lo lamento, lo lamentamos y lo lamentará.
Tan fácil que es callarme: contrate más personal para mi hospital y proporcione seguridad para los traslados de pacientes, porque desde noviembre ya no se realizan por los médicos generales, y yo, como pediatra, ya he tenido que realizar tres de ellos, aún con el riesgo que eso implica, pero no puedo más.
Bueno, señor gobernador, basta de jeremiquear, pues esto es infructuoso, cuando el posible interlocutor, no oye ni ve ni hace caso.

Atentamente

Ricardo Aguirre Bahena

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