Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Se discrimina por género a la mujer indígena, migrante y monolingüe, revela un estudio

*Salieron más de 8 mil 200 personas en la temporada de septiembre de 2014 a enero de 2015 y de ellos 4 mil 509 fueron hombres y 3 mil 744 fueron mujeres. Migraron mil 542 menores de 15 años, informan el Consejo de Jornaleros Agrícolas de La Montaña y Tlachinollan

Carmen González Benicio

Tlapa

El Consejo de Jornaleros Agrícolas de La Montaña y el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan afirmaron que la mujer indígena jornalera monolingüe presenta altos índices de analfabetismo, bajos niveles de escolaridad, altos niveles de desnutrición y vive en comunidades con los más bajos índices de desarrollo humano y los más altos de marginación, por lo que son sujetas a distintas formas de explotación y discriminación dada su condición de género.
En un estudio, esas organizaciones recopilan información estadística de la temporada de migración de septiembre de 2014 a enero de 2015, y manejan que las mujeres realizan los trabajos más pesados y su percepción económica es igual o menor a la de sus esposos.
Son discriminadas y se evidencia en el trato de los contratistas, supervisores, capataces, personal médico, lugareños y compañeros de trabajo, además de que difícilmente son contratadas en las empacadoras, donde la jornada de trabajo es mejor remunerada pero se destina a las jornaleras locales o mestizas.
En cambio realizan las actividades más laboriosas y extenuantes como el mantenimiento en los surcos: deshierbar, acomodar los hilos para las guías de las matas, los amarres y el corte.
El informe relata que difícilmente ocupan puestos de mando y organización como supervisoras o mayordomas, ya que estos puestos son ocupados por personas no indígenas o por jornaleros locales u oriundos de la misma comunidad o de otros estados expulsores.
En el texto lamentan que la situación de las mujeres, niñas y adolescentes jornaleras no formen parte de la agenda pública en materia de migración y de derechos humanos y sólo se vea limitada a un discurso de responsabilidad social empresarial que permite la reproducción sistemática de la violación de sus derechos humanos.
Salieron más de 8 mil 200 personas en la temporada de septiembre de 2014 a enero de 2015 y de ellos 4 mil 509 fueron hombres y 3 mil 744 fueron mujeres, la migración de menores de 15 años fue alrededor de mil 542, se lee.
Según la información, las cifras recopiladas muestran la alta movilidad de las mujeres que salen con sus esposos, solas o en compañía de sus hijos, hermanos o familiares o al cuidado de sus hermanos para emplear su fuerza de trabajo como asalariadas, algunas estando embarazadas o lactando.
Menciona que las jornaleras, esposas y madres indígenas “han tomado un papel activo dentro de la estructura compleja de las formas de contratación de mano de obra jornalera porque se han vuelto mujeres contratistas, desempeñando el papel de representantes de un grupo o líder”, asumiendo funciones y responsabilidades.
Remarca que la constante ha sido la ausencia de oportunidades en sus zonas de origen, así como la carencia total o parcial de tierra laborable de su propiedad, aunada a las malas cosechas, la falta de crédito para el campo y los magros apoyos del Estado.
El gobierno sólo se ha limitado a crear programas para atender la situación de las mujeres, niñas y adolescentes jornaleras migrantes como el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJA) de la Sedesol, el de Movilidad Laboral del Servicio Nacional del Empleo, o los educativos como Conafe o de salud, entre otros que no cuentan con un enfoque integral que impide que las causas estructurales del éxodo de las familias indígenas sean atendidas de raíz.
Las indígenas jornaleras nahuas Francisca, Juana y Cecilia, quienes forman parte del Consejo de Jornaleros, estuvieron en el programa de radio Las Otras Bandas, que se transmite por la XEZV La Voz de La Montaña, que desde hace meses mantiene sus puertas cerradas con candado.
Ahí dieron algunos pormenores del maltrato laboral que sufrieron cuando migraron a los campos de cultivo del norte del país que de acuerdo a datos del Consejo de Jornaleros Agrícolas de La Montaña (CJAM) y el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Sinaloa ocupa el 73 por cierto de atracción de mano de obra.
Hablaron de un proyecto de siembra de hortalizas en las comunidades nahuas de Chiepetepec y Ayotzinapa, del municipio de Tlapa, con la intención de arraigarse en su comunidad, pero afirmaron que eso sólo es una parte porque necesitan más apoyo de los gobiernos, porque cultivar no les dará ingresos de momento, primero es para su consumo, pero hay otras cosas y necesitan dinero.
Su participación en este medio fue un día antes de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se festeja este domingo 8 de marzo, en que se harán algunas actividades por organizaciones sociales y civiles.

468 ad