Plasman en el ayuntamiento mural de normalistas de Ayotzinapa; para que no los olviden, dicen creadores

*Los jóvenes José Rual, Elymen, y Juan Carlos Torres, Mobik no confían en las autoridades y temen que se les finque alguna responsabilidad

Óscar Ricardo Muñoz Cano

“Desde el principio siempre me imaginé a esa banda, la de los políticos, muchos de los que dicen: ya olvídenlo, cuando hablan de Ayotzinapa; imaginé su cara al ver nuestro trabajo, lo que representa, eso que no se olvida”, aseguró José Rual, Elymen,quien junto con Juan Carlos Torres, Mobik, elaboraron el mural que se encuentra al interior del ayuntamiento de Acapulco y que por meses tomaron diferentes organizaciones sociales en protesta por los hechos de Iguala.
En una pared de 10 por cinco metros, un águila de cuyo plumaje se desprenden los rostros de los 43 normalistas de Ayotzinapa es la figura central de un trabajo que le tomó a sus creadores varias semanas al más puro estilo grafittero: por la noche, a hurtadillas y porque no, contraviniendo al Estado.
Por ello, es que ambos artistas urbanos aún temen se les finque alguna responsabilidad, rechazan dejarse tomar una fotografía y fue hasta el último momento que decidieron firmar con sus nombres de guerra el trabajo que empezaron un 11 de febrero para terminarlo semanas después, el 6 de abril.
En entrevista, Elymen, que accedió a platicar con El Sur la tarde del martes en el Zócalo porteño, recordó que el tema es poderoso por lo que así sin más, sin tiempo y sin recursos se pusieron a trabajar a invitación de algunas organizaciones sociales.
“Nosotros ya conocíamos a algunos compañeros de la lucha social, en especial de la asociación Lucio Vive y ahora que se presentó esta situación nos invitaron y claro que aceptamos. Llegábamos como a las 11 de la noche después de chambear y salíamos con el sol a eso de las 7 de la mañana; era raro que llegáramos en la tarde pero hubo veces que salíamos a las 10 de la mañana”, agregó quien de por sí colabora con diversas asociaciones civiles para dar talleres en lugares como Atoyac o Chilpancingo.
Con soltura y sinceridad, aseguró que “fue un proceso muy fluido, lo primero fue poner los rostros de los chavos, esos que no se deben olvidar y después cuando vimos el espacio, vimos que se prestaba para más, para meter un águila, una que pareciera estar abrazando, una especie de representación de que México, el águila y que de ella, de sus plumas se desprendieran esos jóvenes, algo así…”.
Como remate, y de la mano de Mobik los rostros de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, “porque Guerrero es cuna de luchadores sociales, incluso, de guerrilleros”, puntualizó.
Verlo terminado, dijo Elymen, “fue algo chido, es largo muy grande, un reto”, quien recordó que se utilizaron un sinfín de materiales como acrílico, aerosol, brochas y hasta pasta y catalizadores para preparar la pared que consiguieron con apoyos de los mismos paristas.
“La mayoría de la gente piensa en pintura y piensa en una brocha o un pincel, pero este fue un gran trabajo donde usamos varios materiales”, reiteró el artista que ha colaborado por ejemplo en el programa Libertad bajo palabra de la Secultura y que hizo una pausa para reflexionar y destacar: “mira, la verdad, es mi grano de arena como pintor para esto que me tocó vivir”.
Tras mencionar que desde que concluyó no se ha parado por el ayuntamiento, Elymen reveló que la gente del Ayuntamiento precisamente los busca para que les proporcionen una ficha técnica del trabajo pues, reveló, el alcalde Luis Uruñuela Fey les prometió que el mural se quedaría; “no confiamos, pero el mural ahí está todavía para el que guste”.
–Por cierto, ¿qué nombre llevará el mural?
–Aún no lo sabemos, pero tendrá que ser uno que nos recuerde los hechos de Iguala que no se deben olvidar”.