Niega Garfias extorsiones a la Iglesia; “fue asalto lo de la parroquia de la Progreso”, dice

Salvador Serna

El arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, informó ayer que la situación del asalto en la parroquia de San Cristóbal, en la colonia Progreso, sólo se trató de un hombre drogado que dijo que pertenecía a un grupo armado y se llevó dinero.
“Hay que aprender a distinguir y ver con objetividad. Llegó un drogadicto amenazando con que era un narcotraficante, le pidió cuota al sacristán y a la secretaria de la parroquia. El sacerdote no tuvo conocimiento en el momento, al publicarse, este tipo de hechos asustan a la gente. Lo que hay es un robos momentáneo, el drogadicto sacó ventaja al decir que era narcotraficante”, dijo ayer el arzobispo en su conferencia de prensa dominical.
Aseguró que la Iglesia no es extorsionada y que los horarios vespertinos y nocturnos de las homilías se mantienen de manera normal, sin alteraciones.
Sobre lo acontecido el pasado sábado durante un acto proselitista en la colonia Zapata del candidato del PRI a  la presidencia municipal de Acapulco, Fermín Alvarado Arroyo, dijo que es cuestión de analizarlo con objetividad: “la noticia dice que el enfrentamiento fue entre autoridades y delincuentes. Son hechos independientes, no tienen nada que ver con la campaña, hay que comprender el caso para saber qué sucedió realmente y tenemos que generar una separación para que no haya más hechos de violencia”.
Enfatizó que actualmente hay aspectos de la violencia relacionados con los procesos electorales, y “el otro son hechos violentos independientes, el problema es que ambos aspectos puedan vincularse”.
Garfias Merlos subrayó que lo más importante es mantener la búsqueda de las condiciones favorables para las campañas políticas, “debemos de entender que la autoridad hace su mejor esfuerzo para contrarrestar la violencia. Se oyen balazos y se piensa que es un enfrentamiento entre grupos armados y la gente está sensible. Tenemos que seguirle dándole confianza a la gente”.
Sobre las medidas de seguridad para los candidatos, el sacerdote opinó que es cuestión de cada quien, “porque algunos la aceptan y otros no”.
Sobre el tema del voto, el arzobispo dijo que conforme se acerca la elección se tiene que decidir el voto y emitirlo de forma libre, razonada y secreta. “Que sea un voto consciente, tener conciencia clara de un voto secreto, no divulgarlo ni antes ni después, estar dispuestos a cumplir con el deber ciudadano”.