La ejecución de Aidé Nava es producto de la impunidad y muestra de la descomposición política: Vidulfo Rosales

*Conviven la delincuencia con los cuerpos de seguridad y las instituciones públicas, “eso nos está llevando a niveles de corrupción insostenible que hacen imposible una vida normal, ordinaria, y así resulta imposible y paradójico llevar a cabo las elecciones”, afirma el abogado de los padres de Ayotzinapa integrante del Centro de Derechos Humanos de la Mntaña Tlachinollan

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La ejecución de la precandidata del PRD a la alcaldía de Ahuacuotzingo, Aidé Nava González es una muestra de la descomposición de la clase política y del enrarecimiento social en Guerrero, afirmó el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra.
Dijo que el crimen es producto de la impunidad, porque la familia de la víctima fue atacada en dos ocasiones anteriores, su esposo (el exalcalde del PRD Francisco Quiñónez Ramírez) fue asesinado hace un año, y su hijo está desaparecido, pero a nadie le interesó el esclarecimiento de esos delitos.
En la región se menciona que Quiñonez Ramírez estaba involucrado en algunos actos ilícitos que se debieron investigar para llegar a la verdad, procesar a los que resulten responsables, y reducir niveles de corrupción, expuso.
En consulta telefónica sobre el homicidio de la candidata atribuido al crimen organizado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el también abogado de los padres de los 43 alumnos desaparecidos de Ayotzinapa consideró que es producto de la convivencia de la delincuencia con los cuerpos de seguridad y las instituciones públicas.
“Eso nos está llevando a niveles de corrupción insostenible que hacen imposible una vida normal, ordinaria, y así resulta imposible y paradójico llevar a cabo las elecciones”, sentenció.
Distintas organizaciones sociales, estudiantiles y de derechos humanos, así como los padres de los desaparecidos y normalistas de Ayotzinapa exigen la suspensión de los comicios del 7 de junio, hasta que se aclaren los ataques a estudiantes del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
Esa noche policías municipales atacaron a balazos a normalistas rurales, asesinaron a seis personas, tres estudiantes, y se llevaron a 43 normalistas de los que aún no hay información confiable de su paradero, “no es cosa menor, Guerrero aún no despierta de esa pesadilla, pero no sólo es Ayotzinapa”.
Señaló que hay homicidios todos los días de personas con algún tipo de participación en el crimen organizado y otros que no están involucrados, “ahora lo vemos con los propios candidatos, que empiezan el desbordamiento de esta delincuencia”.
Consideró preocupante que la aspirante a candidata haya sido decapitada y que le dejaran un narcomensaje, “es algo que nos debe poner a reflexionar, qué tanto vale la pena ir a elecciones en un clima tan adverso, en descomposición, donde las instituciones no están funcionando”.
Cuestionó la labor de los agentes de los ministerios públicos, porque habiendo dos antecedentes de violencia en la familia de la víctima, su esposo asesinado y su hijo desaparecido, nadie determinó qué pasó, a qué conclusiones llegaron, “está en la total impunidad y a nadie le importa, a los políticos no les interesa esclarecerlos”. Lamentó que ningún candidato cuestione el origen de la violencia.
Insistió en buscar el cambio de “un clima sumamente descompuesto, sin una política de gobierno clara para revertir este problema, para llevar a la cárcel no sólo a los líderes de los cárteles, sino a autoridades que permiten que vivamos así”.
Recordó que desde hace muchos años el sistema judicial no investiga los casos presumiblemente ligados con la delincuencia organizada, y hubo un tiempo en que los funcionarios de seguridad justificaban la mortandad diciendo que se trataba de delincuentes.
“Eso no puede pasar, no podemos en un sistema democrático, de leyes, donde las instituciones tienen vida, que se disuadan las manifestaciones públicas por el derecho al libre tránsito. Asimismo tiene que servir para restablecer el orden donde se están matando, desapareciendo a personas, aunque esas muertes estén relacionadas con el crimen”, indicó.
“Nos acostumbramos al crimen, donde morir o matar es la cotidianidad y en tanto las instituciones no cumplen con su papel, y mientras haya niveles de corrupción altísimos no tiene caso ir a un proceso electoral”. Lamentó que ni políticos ni la iglesia interpelan esa realidad, cuando los propios candidatos son señalados de pertenecer a uno u otro cártel.
Reiteró el llamado a la reflexión a todos los ciudadanos organizados, trabajadores, amas de casa, campesinos y empresarios progresistas con perspectivas cambio, a la Convención Nacional Popular que se realizará en la Normal Rural de Ayotzinapa el 10, 11 y 12 de abril.
Aclaró que en la Convención no van a aceptar a los partidos, pero si llegan a ir ciudadanos militantes de alguna organización política con alguna inquietud en este sentido, serán bienvenidos.