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En sus encuestas va arriba entre siete y nueve puntos, dice el candidato del PRI

Claudio Viveros Hernández

Taxco

El candidato priista a la gubernatura, Héctor Astudillo Flores, expresó que en su campaña se plantean temas que le interesan al pueblo de Guerrero y “no una lunaticada ni ocurrencia”.
Y dijo que está arriba en dos encuestas, en una por 7 puntos y en otra por 9, pero no se confía, sino que como estrategia “quiero pensar que vamos abajo para ganar contundentemente la elección”.
Recordó de nuevo su derrota de hace 10 años e insistió en que “sencillamente la gente quería un cambio, la gente quería que Guerrero fuera gobernado por otro partido político, y ¿qué hicimos?, lo aceptamos con una gran dignidad y también con responsabilidad”.
Pero “hoy el PRI vuelve a ser opción, nosotros somos oposición en el estado, y como oposición tenemos claridad que nos corresponde ir al rescate de nuestra tierra”, y llamó a concentrarse para que Guerrero vuelva a salir adelante y no “se quede en una tierra donde estamos en todo en el primer lugar en lo malo y en el último lugar de todo lo bueno”.
En alusión a las peticiones y reclamos que le plantearon en esta ciudad señaló que quisiera que aquí hubiera más seguridad pública, que hubiera más estímulos para los artesanos plateros, mejores carreteras hacia Toluca, el Distrito Federal, Cuernavaca y hacia Iguala, que hubiera mejores servicios públicos.
“Tenemos que hacer algo para que Guerrero no se nos vaya de la manos”, añadió al citar los daños ocasionados por los fenómenos meteorológicos de Ingrid y Manuel y lo que sucedió en Iguala con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Astudillo Flores se asumió como un político profesional, “en mi dimensión, en mi estatura, en lo que siento que soy y he podido ser, ni más, tampoco menos”, porque “lo más sencillo, en un momento tan difícil como el que atravesamos, es quedarse en la comodidad, en el confort, irse de vacaciones o ir a tomar café en los restaurantes de Acapulco”.
Agregó que Iguala “debe seguir siendo la cuna de la bandera, no debe ser la cuna de la barbarie” y al evocar a personajes de Tixtla, Chilpancingo y Taxco, exclamó que “somos, sin duda, un estado que tiene una fuerza histórica extraordinaria, un estado que hemos salido adelante en la adversidad”.
En sus intervenciones caminando entre los asistentes, Astudillo anunció que después de la Semana Santa entrará de lleno a las campañas con los candidatos a diputados, diputadas y alcaldes, y se dijo convencido que se tiene que “aprovechar la oportunidad que nos va a brindar la sociedad (…) de vernos como una alternativa, esa es una realidad, porque la gente nunca más quiere que en este estado haya abusos, hay que parar y terminar con los abusos, no hay que permitir que nadie que llegue a gobernar piense abusar de los dineros o de la confianza que le da el pueblo”.
Después, ante la estructura priista, vaticinó su confianza con un “vamos a ganar” y a gobernar con ánimo y dar el arranque de un trabajo serio para dar el mejor resultado de la historia del priismo en Taxco con la unidad.
“Vamos, por supuesto, a apoyar con todo a nuestro compañero y amigo Salomón Majul (candidato a diputado federal); en la ruta para presidencia municipal vamos a ir, seguramente ahí, con nuestro compañero Omar Flores Majul, y en la ruta de conservar la diputación (local), con nuestra compañera y amiga, Flor Añorve Ocampo”, conminó a los asistentes.
Luego de vivas y aplausos, mencionó al ex alcalde y aspirante a candidato a la presidencia, Marco Antonio Sierra –uno de los primeros en la rebelión interna–, a quien Astudillo pidió localizarlo, pero ya se había retirado del lugar y más tarde reapareció en el acto final en la sede del PVEM

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