Realizó operaciones con la Policía Comunitaria en El Calvario para liberar a un secuestrado, dice el FUSDEG

*Informa que tiene detenidos a cuatro presuntos integrantes de una banda.  Por la seguridad de los pueblos, esta organización va a perseguir de oficio los delitos de secuestro, extorsión y asesinato, “aunque no le guste al gobierno, a los delincuentes, ni a la familia de los secuestrados”, declara

Lourdes Chávez

Mazatlán, Chilpancingo

El Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) confirmó que la tarde del sábado la Policía Comunitaria del sistema tomó al poblado de El Calvario, para rescatar a un transportista secuestrado de Mazatlán.
El coordinador de la Policía Comunitaria del FUSDEG, Salvador Alanís, informó que en la operación, de casi 20 horas, detuvieron a cuatro presuntos secuestrados que siguen en investigación y tres mujeres fueron llevadas en calidad de presentadas a la comisaría de Petaquillas, una de ellas viajó con un bebé y desde ayer se retiraron a sus casas.
En cuanto al transportista, indicó que llegó el domingo a medio día a su casa, luego que tres integrantes de la banda que lo secuestró, lo abandonaron en una barranca para huir ante la llegada de unos 120 policías comunitarios.
Aclaró que lo anterior fue confirmado por la víctima, del que guardó el anonimato, dijo, hasta que sean encerrados todos los integrantes de la banda que se lo llevó.
El sábado, vecinos de El Calvario denunciaron la incursión del grupo armado del FUSDEG y exigieron la intervención del Ejército y de la Policía Federal, porque se llevaron a ocho personas adultas y dos niños, denunciaron.
En el primer aniversario de la llegada de la Policía Comunitaria al poblado de Mazatlán, a 17 kilómetros al sur de Chilpancingo, ayer, sus representantes ofrecieron una conferencia de prensa para aclarar este caso.
Presentaron los materiales que encontraron con los detenidos y en sus domicilios: tres pistolas, tres escopetas, una mochila cartuchos útiles, capuchas negras, sábanas del lugar donde tenían al secuestrado, dos juegos de cuchillos muy grandes y varias bolsas de semilla de mariguana.
Así como los nombres de los detenidos: Edwin Esteban Mendoza de 23 años, Román Esteban Mendoza de 36, Raúl Cortés Jiménez de 27 y Adalberto Hilario Villar de 22.
Del caso, el comandante informó que cuando se enteraron del secuestro en Mazatlán, los familiares del transportista se negaron a hacer la denuncia ante el FUSDEG, pero la Policía Comunitaria ya estaban trabajando en otro caso de secuestro en Ocotito y determinaron intervenir de oficio en este también. “Nos preocupó que la banda delincuencial no dejaba de hacer daño a su pueblo”, dijo.
En las investigaciones, dijo, ubicaron que la llamada de donde pidieron el rescate por 1 millón de pesos, venía de una casa de Petaquillas, y recibieron pistas de que la víctima se encontraba en El Calvario, en lo alto de la sierra, desde donde se observa la capital y Petaquillas. Nadie puede entrar sin antes ser visto.
Añadió que se dirigieron hacia allá con seis grupos de diferentes localidades, y aprehendieron a los cuatro detenidos, que luego de varias horas aceptaron que sabían del secuestro y les indicaron el lugar en donde se hallaba el transportista de 65 años de edad.
Uno de ellos, el que tenía la tarea de cuidarlo, los llevó a un sitio a la intemperie, bajo un árbol, donde sólo encontraron indicios de comida aún caliente y sábanas, que indicaban que sí estuvieron en ese lugar.
Como sabían que mujeres solicitaron un viaje a El Calvario, desde donde fue secuestrado el chofer, subieron más policías comunitarios para hacer una redada; “inmediatamente se realizó búsqueda, peinando toda la zona, hubo quien dijo que los maleantes iban caminando adelante, pero es terreno complicado y fuimos al pueblo, lo tomamos para ver si estaban ahí”.
Afirmó que habló con el comisario de El Calvario “le explicamos las razones de la operación armada y accedió a cooperar, dijo, si algún ciudadano hace mal, que lo pague”.
Así, entraron a algunas casas señaladas donde encontraron las armas largas, las semilla “y herramienta (cuchillos) que se ven medias macabras, que no son propias de una cocinera”, y una mochila con cartuchos útiles.
Como nos dijeron que fueron mujeres las que pidieron el viaje, se llevaron para investigación a una hermana, la mamá y la esposa de uno de los detenidos, que viajó con su bebé de meses, y se pusieron bajo resguardo en Petaquillas, la comisaría más cercana.
Como aún no encontraban al transportista, dijo que habló personalmente con el líder del grupo que operó el secuestro, pero lo negó todo, le colgó y apagó su celular. Pero ayer se enteraron que había sido detenido por la Policía Ministerial, aún no saben por qué delito.
Adelanto que los integrantes de esta banda tienen una orden de aprehensión desde 2013, por la denuncia de un vecino, Carlos Esteban Ortega, que los señaló en el robo de 30 cabezas de ganado y algunos asnos, y que se encuentran bajo la averiguación BRA/SC/04/1190/2013.
Sin embargo, denunció que el agraviado, después de la denuncia apareció muerto y su cuerpo en pedazos en un canal, “me cuentan que la Policía Ministerial ha ido dos veces a detenerlos pero no han podido encontrarles, porque desde que suben, los ven”
Denunció que los delincuentes tienen amenazados a todos los pobladores de los alrededores, que sienten terror ante posibles represalias.
Aclaró que el mensaje del FUSDEG, es que, por la seguridad de los pueblos, van a seguir de oficio los delitos de secuestro, extorsión y asesinato, “aunque no le guste al gobierno, a los delincuentes, ni a los mismas familia de los secuestrados, no podemos quedarnos con las manos cruzadas”.
Aclaró que el secuestrado de Ocotito, también fue rescatado esa noche, fue abandonado en la entrada de Chichihualco, al norte de Chilpancingo, y rindió su declaración en un hospital en Acapulco. También se reservó sus datos.
El comisario Mazatlán, Floriberto Santos Miguel, destacó la labor de los policías y solicitó más apoyo de la población, mientras, el de Petaquillas, Arquímides Vargas Encarnación, denunció que la policía del gobierno no funciona, mientras los pueblos organizados sí están dando resultados, pese a las amenazas sobre los vidas.