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No volverán a Guerrero los na savi rescatados en Colima porque aquí no hay trabajo, dice la SAI

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Los jornaleros na savi rescatados del ejido El Diezmo, en Colima, no regresarán a Guerrero porque en sus pueblos no hay trabajo para mantener a sus familias.
En un operativo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) el 21 y 22 de marzo en el Ejido El Diezmo, en Colima, fueron rescatados jornaleros indígenas de Guerrero, quienes trabajaban y vivían en condiciones infrahumanas.
La encargada de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), Martha Sánchez Néstor explicó que los jornaleros rescatados no quieren regresar a Guerrero porque no hay dónde trabajar.
Consultada vía telefónica, la funcionaria estatal y ex activista de derechos de los indígenas explicó que mañana se valorará otra forma de incidir en un apoyo para los jornaleros.
Durante la consulta se le preguntó porqué no regresarían los jornaleros al estado, a lo que sólo dijo que ellos tenían derecho a decidir, y que hasta mayo regresarían porque debían trabajar.
Reconoció que no tenía más datos sobre el tema, a pesar de que una comisión de la SAI se trasladó la semana pasada a Colima, por lo que pidió que se consultara al subsecretario de la SAI que estuvo al pendiente del caso.
El subsecretario de la SAI, Nicolás Parra explicó que en Colima fueron rescatados 90 campesinos originarios de la comunidad Río Cantador, municipio de Cochoapa el Grande.
Detalló que, a su llegada al estado de Colima se les informó que 90 personas eran originarias de Guerrero: 24 mujeres, 16 hombres y 50 niños, quienes se dedicaban a recolectar pepino.
“Ellos no ven una alternativa de solución a sus necesidades, sino que están por necesidad”, agregó.
Explicó que durante los cuatro días que permaneció la comisión de la SAI en ese estado, los jornaleros les explicaron que no tenían a que regresar a Guerrero, porque no hay trabajo en su comunidad.
“Por decisión de ellos, no piensan irse hasta que termine la temporada de trabajo, que es en mayo”, agregó.
Comentó que durante estos días, los jornaleros les solicitaron apoyo para tener mejores condiciones de vivienda mientras continúan trabajando en la recolección del pepino.
El funcionario explicó que la Secretaría de Desarrollo Social de Colima consiguió que el dueño del terreno donde trabajaban contratara un nuevo terreno donde construyeron una galeras para que las familias de jornaleros vivan ahí.
Cuando la STPS llegó al terreno agrícola El Diezmo, se percató de que las familias vivían en casas improvisadas hechas con bolsas de plástico, con piso de tierra a un lado de los cultivos.
La solución de los dos gobiernos, el de Colima y el de Guerrero, fue forzar a los dueños del campo agrícola a acondicionar otro terreno llamado El Palmar para construir las galeras, que tampoco tienen paredes ni pisos de concreto para proteger a los campesinos indígenas que laboran en el lugar.
A pregunta expresa sobre la falta de acción del gobierno del estado para garantizar seguridad y trabajo a las familias de la región de La Montaña, el subsecretario explicó que  es necesario que los apoyos económicos del gobierno se aterricen en los pueblos.
“Les doy la razón a los jornaleros, si tan sólo las personas encargadas de tomar decisiones, facultadas para liberar los recursos de un ayuntamiento, dependencias estatales y federales hicieran llegar a los pueblos, y como otros de las zonas más pobres aterrizaran esos apoyos, yo creo que no tendrían necesidad que los campesinos migren”, concluyó el funcionario estatal.

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