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Anuncia la empresa del muelle de playa Revolcadero que lo seguirá construyendo

Karla Galarce Sosa

En el muelle de Revolcadero fue colocada una lona en los pilotes frontales de la estructura. Dicho muelle, es uno de los tres que la empresa Jar Estate Corp promueve desde hace cinco años en Acapulco, uno de ellos ya fue construido en la zona del Acapulco Náutico.
El mensaje sostiene que la empresa tiene todos los permisos legales para seguir adelante con el atracadero, cuyos trabajos fueron clausurados a mediados de 2014.
La información impresa en la lona refiere a una página de internet y cita los argumentos jurídicos para defender el proyecto, que pretende ser un muelle de yates de gran calado de lujo, en una zona de mar abierto, conocida por algunos como Punto Muerto.
Los constructores han esquivado clausuras y avisos por el incumplimiento a normas federales desde que los trabajos comenzaron entre ellas las de la Semarnat y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para la construcción, durante más de cuatro años.
Incluso, una grúa que supuestamente sería retirada, al igual que la herrería y pilotes enterrados, nunca fueron retirados y se encuentra en el extremo más cercano a donde revientan las olas.
La lona remite a la página de internet http://www.permisosmuelle.mx/ en la que se puede leer: “algunos medios aseguran que el muelle se construyó sin autorizaciones por parte de la autoridad; Estos son los permisos otorgados para la construcción del muelle: autorización de Semarnat, permiso de la SCT, permiso de Semar, congruencia urbana”.
En su portal de internet www.jarestate.com/index.php/muelle-revolcadero-5 se informa que el muelle Revolcadero es un proyecto que busca consolidar la infraestructura de las playas mexicanas, para mejorar las facilidades del turismo náutico del país.
Es un muelle que proporciona el servicio único de embarque y desembarque para personas a embarcaciones menores, pues se alerta que no se trata de un atracadero, ni tampoco una marina.
“Jar Infraestructura Marina, está buscando, mediante la construcción de este muelle de más de 350 metros de longitud, permitir el acceso al mar y facilitar la transportación náutica a los usuarios de embarcaciones de placer de toda la zona de Acapulco Diamante. Es un muelle privado para todo aquel que quiera adquirir una membresía de uso. La venta de membresías es abierta al público o a cualquier interesado. Las membresías son por 5 años de uso y las primeras 25 tienen un precio de 15 mil dólares”.
Se reitera que el muelle cuenta con todos los permisos necesarios para ser construido y operado, como los son: congruencia urbana, concesión de Zofemat, permiso de SCT, MIA autorizada por la Semarnat y permiso de vertimiento de la Semar.
“Estos permisos fueron tramitados a lo largo de 5 largos años. En el sentido ambiental, ha sido determinado por expertos, no solo de la Semarnat, que no trae ninguna afectación al medio ambiente, especialmente a las tortugas. Ya que la iluminación que las pudiera desorientar, es más intensa la de los edificios de condominios de la zona”.
El 16 de abril de año pasado se informó que seis días antes la Profepa había clausurado, por segunda ocasión el muelle debido al vertimiento de líquidos de alquitrán de hulla, material con el que se revestían los pilares de acero y que afectaban el ecosistema.
Posteriormente, en julio de ese mismo año, la dependencia informó de la revocación era porque la empresa carecía de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), había cambiado los materiales para la edificación y había construido en una superficie mayor a la autorizada.
El 7 de agosto pasado, como se publicó, luego de una visita a Acapulco del secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, dijo que a finales del año pasado sería retirada la estructura metálica del muelle, pues la revocación de la concesión no se hizo antes porque en respeto al estado de derecho desarrollaron un proceso jurídico, pero que la SCT, la Secretaría de Marina y la Semarnat habían hecho inspecciones y encontraron que la empresa violó los términos y concesiones que se le habían otorgado, de ahí la revocación.
En el mismo acto, el entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero, felicitó al funcionario federal por la cancelación, le pidió que se le quitara la concesión al muelle de Ixtapa, y señaló que no entendía cómo fue posible que se diera la concesión para construir un muelle en la playa Revolcadero.
Dos días después, la empresa comenzó con el mantenimiento de los pilotes del muelle y colocó una lona en la que se explicaba que los trabajos se realizaban bajo la autorización expedida por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el 4 de agosto, notificada el 15 a Jar Estate Corp.
Al día siguiente, el delegado de la Semarnat, Martín Vargas Prieto, indicó que el mantenimiento “es parte de un procedimiento jurídico al cual tiene derecho” la empresa y reiteró que la concesión fue retirada como dijo Guerra Abud.
Ayer, fue colocada la lona que cubre todo el frente del muelle y allí se remite al portal en internet que conduce a los documentos que supuestamente le permiten continuar con la edificación.

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