Acribillan a balazos al líder de la sección 272 de la CTM, Ranferi Bahena Gómez

Fue atacado en la carretera Cayaco-Puerto Marqués cuando viajaba en una camioneta junto con su hijo un ex policía federal, quien quedó herido de gravedad. Tenía una parte de los contratos de las obras del Macrotúnel

Carlos Moreno A.

El líder de la sección 272 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Ranferi Bahena Gómez murió en el hospital del Prado, luego que fuera atacado a balazos por hombres armados en la carretera Cayaco-Puerto Marqués cuando viajaba en una camioneta junto con su hijo un ex policía federal, quien quedó herido de gravedad.
Según información proporcionada por la Policía Federal, poco después de las 5 de la tarde, el líder sindical y su hijo Ranferi Bahena Zarate, de 28 años, viajaban en una camioneta Jeep Buick Encore blanca con placas de circulación PYM-9369 del estado de Morelos en la carretera Cayaco-Puerto Marqués por el crucero, cuando fueron interceptados por hombres armados que circulaban en un automóvil Jetta gris y les dispararon.
El líder sindical de la sección 272, que actualmente tiene una parte de los contratos de los camiones de volteo en la obra del Macrotúnel, venía manejando la camioneta, quedó herido junto con su hijo dentro del vehículo, mientras los agresores huyeron.
Los policías federales llegaron a la carretera y encontraron la camioneta con los dos lesionados y con unos 21 disparos del lado del chofer, y las ventanas despedazadas.
Se presume que en la camioneta viajaba otra persona, que fue escoltada por los agentes federales hasta el hospital del Prado, ubicado en la avenida Costera frente al hotel Calinda.
Ahí, fue atendido el líder sindical, Ranferi Bahena Gómez, quien tenía seis disparos en el cuerpo, mientras su hijo, Ranfei Bahena Zarate, quien es un ex policía federal tenía dos disparos en el abdomen.
Minutos después de su ingreso al hospital, cuando recibía atención médica, el líder sindical murió debido a los disparos que recibió en el cuerpo.
La entrada al hospital fue fuertemente resguardada, y afuera estaba la camioneta donde viajaban los lesionados que también era cuidada por unos 30 policías federales y Gendarmería, que iban en unas10 patrullas.
Después fue asegurada por la corporación, y puesta a disposición del Ministerio Público debido a que presentaba 21 disparos.