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Por miedo dejará la UPOEG, afirma un policía ciudadano retenido por el FUSDEG

El policía ciudadano de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ruperto Álvarez Cruz de la comunidad de El Chamizal, municipio de San Marcos, dijo que tras la agresión y retención que sufrió el lunes de policías comunitarios del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) dejará la Policía Ciudadana, por miedo.
El señor de 58 años fue uno de los 32 retenidos por el FUSDEG que fueron entregados a la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) en la delegación de Acapulco. Su rostro plasmó la violencia con que fue tratado, se le ven moretones en ojos y mejillas, muestra de los golpes que recibió.
En breves declaraciones luego de bajar del autobús que los trasladó de Tierra Colorada a Acapulco, recordó que fueron invitados el lunes a una reunión en la comunidad de San Juan del Reparo.
Afirmó que a él y a 22 de sus compañeros los encerraron en un cuarto. El señor es campesino, tiene dos años de haber ingresado a las filas de la Policía Ciudadana y confía en la seguridad del sistema, pero cuando se le preguntó si seguiría dijo “no creo, porque me espanté”.
“Hay otro partido de policía”, dijo en referencia al FUSDEG y relató que salieron de la comunidad de El Chamizal alrededor de las 5 de la tarde y una hora después llegaron a San Juan del Reparo, al mismo tiempo llegaron tres camionetas llenas de integrantes del FUSDEG.
En un primer momento, “a nosotros no nos dijeron nada, se pasaron, no sé a quién iban siguiendo, más tarde nos fuimos a la base y ahí nos quedamos. Ya después empezó la cosa”.
Recordó que un compañero les dijo que se rindieran porque los del FUSDEG llevaban puras armas de grueso calibre, después los policías comunitarios balacearon la casa de un señor, el líder de la UPOEG en la zona, “la balacearon, la desbarataron, nosotros estábamos en la base, arriba”.
“Nos tiraron en las camionetas, nos dieron con la culatas del arma, nos dieron golpes en la cara, la garganta. Les dije compas somos seres humanos, qué les pasa, -y respondieron- cállate hijo de tu puta madre, y ya no digas nada”.  (Jacob Morales Antonio).

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