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Tras irrumpir en el Ayuntamiento y llevarse al alcalde acuerdan policías regresar hoy a laborar

* Promete Luis Uruñuela pagar los salarios retenidos a los paristas

* Antes del convenio bloquearon la avenida Cuauhtémoc y golpearon al director de Gobernación Felipe Loyo Malabar

 

Acuerdan policías regresar hoy a las calles;
les promete el alcalde el pago de sus salarios

Antes del convenio, unos mil policías bloquearon los tres carriles de la avenida Cuauhtémoc. En la explanada del Ayuntamiento retuvieron durante 40 minutos al alcalde Luis Uruñuela y lo obligaron a reunirse con ellos en la Secretaría de  Seguridad Pública. En el jaloneo resultó golpeado el director de Gobernación, Felipe Loyo Malabar

 

Carlos Moreno A.

Policías municipales dieron por terminado el paro laboral y levantaron el plantón que mantenían afuera de la Secretaría de Seguridad Pública desde el viernes, luego de un acuerdo con el alcalde Luis Uruñuela Fey, quien se comprometió a depositarles su salario el martes o miércoles, con la “condición” que se presenten hoy a laborar.
El acuerdo entre los policías municipales y el alcalde Luis Uruñuela se dio después de que los agentes bloqueron la avenida Cuauhtémoc y luego se reunieron con el alcalde en la explanada del Ayuntamiento, donde los atendió por lo menos durante 40 minutos –con algunos momentos de tensión– para después marchar junto con ellos a la sede de la Secretaría, donde sostuvieron la reunión.
Como se publicó en su oportunidad, el viernes, los policías municipales, entre viales, turísticos y preventivos, junto con trabajadores administrativos regresaron a su paro de labores y realizaron un plantón afuera de la Secretaría de Seguridad Pública para exigir la destitución del jefe policiaco, Marcos Esteban Juárez Escalera.
También reclamaron por el incumplimiento del gobierno municipal de cubrir el pago completo de gastos funerarios, por 30 mil pesos, como se había pactado en la minuta, a los familiares de los dos policías asesinados la semana pasada.
Ayer, los policías municipales amenazaron con realizar una marcha a las 11 de la mañana rumbo al Ayuntamiento, para exigir al alcalde les fuera depositado su salario; pero una hora antes, el abogado de los policías paristas, Jesús Antonio Lemus Beltrán, informó en declaraciones a reporteros que estaba en pláticas con Uruñuela Fey para intentar llegar a un acuerdo.
El abogado recordó que a los familiares de los dos últimos policías asesinados –uno el miércoles pasado en la colonia Progreso, y otro, un preventivo, el viernes en Ciudad Renacimiento–, les informaron en el Ayuntamiento que solo les pagarían 15 mil pesos de gastos funerarios, cuando estaban pactados y firmados 30 mil pesos en la minuta con el alcalde, y el pago del dinero por la póliza de seguro sería cubierto por el gobierno municipal, y se justificaron diciendo que eso le corresponde al estado.
“Los compañeros salieron a trabajar con promesas de gestión del seguro de vida y social, pero no cumplió el Ayuntamiento”, señaló Lemus Beltrán.
Mientras, los policías municipales realizaron una breve asamblea afuera de la corporación, donde pidieron “unión en la lucha” y acordaron que sí realizarían la marcha “porque nuestros hijos no tienen que comer, y tenemos que llevar el dinero a nuestras casas”.
El abogado Lemus Beltrán les dijo a los policías “que estaban dispuestos a continuar con el movimiento, porque es un movimiento de ustedes, el seguro de vida y el social es un derecho laboral que les corresponde, si no tienen la capacidad de estar unidos, este movimiento está abortando, mientras unos están en contra y otro a favor”.
Minutos después llegó a la corporación policiaca el comandante de la Policía Estatal Hernández Martínez y les sugirió a los policías municipales no realizar la marcha, pero ante la negativa de los agentes policiacos les pidió que la hicieran caminando por la banqueta para no obstruir la vialidad.
En respuesta, los policías espetaron al policía del estado: “nuestra quincena ya está pagada, pero no la han querido liberar; el turismo ya pagó, pero que no nos vengan a decir que tratemos bien al turismo cuando nuestros hijos se están muriendo de hambre en las casas”.
Después, los manifestantes pidieron al policía del estado que se retirara.
En un intento de hacer declaraciones a la prensa, el policía del estado dijo “yo creo que son conscientes y van a ver la afectación que le hacen al turismo; tenemos buenas entradas, si es su derecho de manifestarse, que lo hagan por las banquetas para no entorpecer la vialidad”.
Minutos después de las 11 de la mañana, unos mil policías municipales marcharon desde la Secretaría de Seguridad Pública rumbo al Ayuntamiento, y al llegar a la avenida Cuauhtémoc obstruyeron los tres carriles de la vialidad con dirección a La Cima.
Ahí, los policías marcharon con pancartas en mano en las que se leía: “Sr, Peña Nieto solicitamos su valiosa intervención ya que este presidente no puede dar solución”, “Así tratas a tu pueblo presidente, queremos solución”, “Sr, presidente para exigir y que cumplir cumple con mis garantías laborales”.
Además manifestaron durante la marcha: “queremos liberación de quincenas por familias con hambre”, “queremos salir a trabajar pero con seguro de vida”.
Al llegar frente al Ayuntamiento, los policías se pararon en la avenida y unos más se instalaron en el camellón y colocaron en la vía tres señalamientos viales para obstruir la vialidad.
Una cuadra antes de llegar al Ayuntamiento, frente a la terminal de la Estrella Blanca, la circulación fue desviada hacia la calle Sonora, y después los vehículos circularon en contraflujo en los carriles que van hacia el Centro.
Minutos después, llegó el secretario General del Ayuntamiento, Francisco Javier Larequi Radilla, y les pidió a los policías que dejaran la vialidad “libre” y les informó a los policías que serían atendidos por el alcalde Luis Uruñuela Fey, quien llegó  minutos después.
Al llegar el alcalde, los policías se abalanzaron sobre él y le exigieron que les pagara los salarios retenidos, mientras subían entre empujones y jaloneos, a la explanada del Ayuntamiento.
Ahí, el alcalde fue cercado por los policías por los menos durante 40 minutos; lo retuvieron y no le permitieron avanzar rumbo a la entrada al Ayuntamiento a pesar que lo intentó en varias ocasiones junto con Larequi Radilla, por lo que tuvo que atender ahí a los agentes policiacos, quienes continuaban reprochándole por la falta de pago de los salarios.
En respuesta, el alcalde les dijo “yo vengo aquí a escucharlos, y que nos escuchen. Ustedes tenían una serie de prestaciones a las cuales nos íbamos a encargar”, –en referencia al seguro social–,  pero los policías insistieron en el pago de los salarios y el seguro de vida.
Uruñuela Fey les indicó que habló con el presidente de la comisión nacional de seguros, y nos dijo “que nos iban a mandar opciones para que se suscribiera el contrato de seguro, el cual quedó claro”.
Sobre el caso de los 56 policías que no les han pagado sus quincenas desde hace seis meses y que habían promovido un amparo, que fue perdido, el alcalde les recordó que en la reunión de la semana pasada con la comisión de la asamblea de policías, “les pedimos que nos dieran tiempo para la solución a su problema”.
“Quedamos en hablar de 10 en 10 de los 56, y la primera reunión fue con diez mujeres policías, y les hablamos de dos cuestiones: una de la liquidación de ellos, pero no dependía de nosotros, y una solución política”, recordó el alcalde.
Añadió que incluso se les propusieron proyectos productivos para las 10 mujeres policías, pero los policías decidieron retomar el paro laboral y plantón afuera de la corporación policiaca aquel viernes.
Además, dijo, que en dicha reunión habían quedado en la solución que de los 56 policías, 40 sí podían ser liquidados por el Ayuntamiento.
Ahí mismo en la explanada, el alcalde también les recordó a los policías que “nuevamente nosotros estamos cumpliendo y les dije que el paro que ustedes hicieran no era legal, se les dijo que les estábamos pagando sin trabajar”.
“A nosotros nos reclamaron la federación y el estado, que porque estábamos sosteniendo el paro de los policías, que porque les estábamos pagando si no trabajaban. En la reunión hubo acuerdo y nosotros estamos cumpliendo, pero si no trabajan no vamos a poderles pagar, la presión que tiene el municipio es muy fuerte”, les reiteró el alcalde.
Entonces Uruñuela Fey les pidió a los policías que “recapaciten, reanalicen, trabajen; si trabajan les pagamos; están los reflectores hacia nosotros y hubo amenazas a nosotros en el sentido de que si les pagábamos era una cuestión ilegal”.
Pero los policías insistieron en que les pagaran sus salarios para poder salir a trabajar, y el alcalde les respondió que solo podía pagarles los días trabajados a partir del 19 de marzo, cuando se firmó el acuerdo.
Sobre el seguro de vida, el alcalde dijo que el Ayuntamiento se comprometió a pagarlo si no se firmaba una póliza de seguro, pero lo que actualmente están haciendo “ante la negativa de asegurar a los policías, es crear un fideicomiso, es decir tener un fondo”, el cual, explicó, servirá para cubrir los incidentes con los policías.
Un policía preguntó cuál era el monto de pago en caso de muerte y el alcalde respondió que era el pactado, 250 mil pesos en caso de muerte natural, 500 mil pesos en muerte violenta, y 750 mil pesos por muerte tumultuaria.
“Lo que queremos es que nos respondan con nuestras garantías, nosotros queremos salir a trabajar”, le reprochó un policía al alcalde, quien en respuesta, dijo que “cuando salieron a trabajar la ciudadanía se sintió contenta, dirigiendo el tráfico, lo que sí les he dicho, pero hay presión que para que quien no trabaje no le paguemos”.
Ante esto, los policías le gritaron al alcalde que querían la póliza del seguro de vida en la mano y salían a trabajar, pero el alcalde insistió en que ellos cubrirían el monto en caso de incidente por lo que crearán un fondo.
Al mismo tiempo, el director de Gobernación municipal, Felipe Loyo Malabar, era agredido a golpes por un policía cuando llegó al camellón de la avenida Cuauhtémoc frente al Ayuntamiento para intentar dialogar con los agentes policiacos y liberar la vialidad.
Loyo Malabar quedó con golpes en el rostro, en el pómulo y oreja de lado izquierdo, además que le quebraron sus lentes.
Luego de unos 40 minutos, Larequi Radilla intentó caminar rumbo a la entrada del Ayuntamiento, pero le fue impedido por los policías municipales; después los policías le pidieron al alcalde que se trasladaran a la Secretaría de Seguridad Pública para sostener una reunión con una comisión de policías, a lo que Uruñuela Fey aceptó.
Entonces, los policías marcharon rumbo a la Secretaría de Seguridad Pública con Uruñuela Fey escoltado por un grupo de 10 agentes policiacos y junto a él, el abogado Lemus Beltrán. Al frente iba otro grupo de policías que tenían los brazos entrelazados como avanzada.
Al llegar a la Secretaría, los policías le pidieron al alcalde reunirse en las oficinas que se ubican en los patios, para sostener una reunión con la comisión de policías que fue encabezada por Lemus Beltrán, comandantes de la policía vial y preventiva.
En dicha reunión, los policías insistieron al alcalde sobre el pago de sus salarios y ellos regresarían a trabajar de manera inmediata “porque nuestras familias tienen que comer”, pero Uruñuela Fey insistió que no podía pagarles por no haber trabajado.
Luego de una hora de pláticas, el alcalde les pidió otra hora de plazo a los policías para “checar” si podía pagarles sus salarios, lo que era la principal petición en ese momento de los agentes policiacos, y que regresaría a las 3 de la tarde a la Secretaría con una respuesta.
Más tarde, el alcalde regresó y en una reunión de unos cinco minutos, Uruñuela Fey les informó a los policías que les pagaría los salarios a los policías entre el martes y miércoles, pero con la “condición” que regresaran a laborar hoy.
“El Ayuntamiento y la SSP municipal les cubrirá la quincena completa; esto se hará el martes o miércoles por razones de bancos y documentos. Se les pagará a todos los que se presenten a trabajar mañana (hoy), recibirán órdenes de sus directores y secretario (Marcos Esteban Juárez Escalera); creo en ustedes y que sea el inicio de una solución de fondo”, les dijo el alcalde, quien fue despedido entre aplausos por los policías.
Luego de la reunión hubo una breve asamblea entre los policías donde les fue informado sobre el próximo pago de la quincena.

 

 

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