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La falta de amor al prójimo genera que aumenten violencia e inseguridad, dice Carlos Garfias

Mariana Labastida

En la celebración del lavado de pies para recordar la última cena, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, dijo que la falta de amor al prójimo genera que se incremente la violencia e inseguridad que “nos agobia”, con desconfianza e incredulidad.
Antes de la misa, el párroco de catedral, Pedro Torres, los llamó a estar atentos porque se han registrado robos, “ya no se respeta ni el templo, así que pongamos atención”.
Minutos antes de que empezara la celebración, el sacerdote Pedro Torres explicó lo que pasaría durante la misa, y al final les informó a los presentes que las personas amantes de lo ajeno aprovechan que están atentos los unos de los otros, para que nadie saliera perjudicado en sus bienes. “No dejemos que los amantes de lo ajeno nos quiten la devoción”; en las principales puertas de la catedral había jóvenes con chalecos con la leyenda “seguridad” a quien les pidió el padre avisar si veían algo raro durante la celebración.
Con el lavatorio de pies, en el que se recuerda el acto hecho por Jesucristo con sus apóstoles, empezó la triada sacra que es la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Durante la homilía, el arzobispo llamó a seguir el ejemplo de amor al prójimo, y expuso que “es más fácil para nosotros el egoísmo, la descalificación, la crítica” y que es “más fácil estar pendiente de qué error comete nuestro prójimo para condenarlo, descalificarlo”.
Dijo que eso es parte de la realidad que “nos agobia, de tanta violencia e inseguridad, de tanta desconfianza e incredulidad”, por lo que llamó a ser capaces de perdonar, lo cual expuso requiere de mucha decisión, “es la expresión más fina del amor de Cristo, hoy recordemos este mandamiento del amor y llamado a perdonar, perdonemos a nuestros hermanos”.
Garfias Merlos también recordó el esfuerzo que hace la Iglesia para aportar a la reconstrucción de la paz, el perdón y reconciliación; así como atender a las víctimas de la violencia, “hoy demos un paso más, amemos como Cristo nos enseñó, ofreciendo el perdón a nuestros hermanos y ayudando a los que son víctimas para que podamos hacer el camino del perdón y la reconciliación”.
Dijo que con el lavado de los pies se está siguiendo el ejemplo que les dejó Cristo; por ello el arzobispo lavó los pies de 12 hombres, que representan a los apóstoles, los cuales fueron voluntarios a ofrecer “servicio desinteresado y generoso a los demás”.
El arzobispo también recordó que quedó el ejemplo de la eucaristía, es la celebración de la fe de la iglesia católica que las capillas ofrecen consuelo, paz y esperanza. Llamó a adorar a Jesús sacramentado cada vez que se tenga oportunidad.
El prelado católico convocó a los feligreses a orar por los sacerdotes, por ser su día, para que puedan continuar con la responsabilidad de su vocación.

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