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Oran vecinos del barrio de San Antonio para que mejore la situación económica y haya empleo en el estado

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Con el sol el en cenit, Jesús de Nazaret, tras ser juzgado y condenado por Poncio Pilatos ante la mirada de más de mil vecinos del barrio de San Antonio y visitantes de otras colonias de la capital del estado, inició a las 11:10 de la mañana su viacrucis.
Desde temprano, los vecinos, comerciantes y jóvenes actores, se dieron cita en la plazuela del conocido barrio, esperando que diera inicio la recreación del viacrucis, esperando pedir bienestar para sus familias.
En el lugar, se encontraba la familia López Arzeta, que desde temprano apartó sus puestos frente al templete colocado a un lado del kiosco, donde estaba uno de los tres escenarios.
El jefe de familia, Antonio López, explicó que era muy difícil salir de vacaciones, porque no hay dinero suficiente, “ni para ir al borbollón” y ante las pocas posibilidades que hay en la ciudad capital para entretenerse, decidieron asistir a la actividad católica.
El juzgado fue escoltado por soldados romanos y seguido por sus apóstoles, vírgenes y miles de feligreses, que fueron llegando durante el inicio de la recreación, mientras era juzgado, en tanto 11 jóvenes vestidos de ciudadanos de aquellos tiempos gritaban que fuera muerto.
Como primera parte de su recorrido de sufrimiento, Jesús fue torturado a latigazos simulados, y después emprendieron el recorrido dentro del perímetro del barrio, en donde fueron elegidas las más de seis estaciones en donde se produjeron las tres caídas.
La procesión fue encabezada por la figura del Padre Jesús de Petatlán, quien fue resguardado por un cinturón de seguridad de palos de madera y seguido por los jóvenes creyentes, quienes cargaban cruces de madera para cumplir con su manda.
Durante los discursos en las estaciones, participaron vecinos que invitaban a los asistentes a que procuraran vigilar a sus hijos, para evitar que cayeran “en malas compañías, como drogadictos”.
También pidieron por tener seguridad laborar, para que pueda haber trabajo para los habitantes de Chilpancingo, pues la situación la califican de “delicada”.
El párroco de la iglesia destacó la importancia de procurar ayudar a los vecinos, amigos y a la gente que vive en la calle, que no obtiene apoyo de ninguna organización.
En cada una de las estaciones seleccionadas, el cura de la parroquia de Santa Cruz dirigió un sermón a los asistentes, que tenían como propósito la reflexión de los feligreses, para que no se olvidaran durante el año sobre el sacrificio de Jesús.
Los feligreses que acompañaban el suplicio de Jesús en este viernes de viacrucis, iban rezando a su paso por las calles del barrio, hasta llegar a la parroquia que se encuentra en la calle Javier Mina.
Algunos de los asistentes celebraban el hecho de seguir realizando esta actividad, pedían que mejorara los tiempos que vive el estado, sumergido en una violencia que no encuentra una solución, y agradecían el sacrificio por la humanidad.
Este viernes, en la capital del estado se realizaron 12 viacrucis, tres de ellos se realizaron en el centro de la ciudad, mientras nueve se realizaron en colonias periféricas y requirieron de la movilización de los 80 oficiales de Tránsito capitalino.
En el centro de la ciudad, se realizó el viacrucis donde participó el obispo Alejo Zavala, acompañado de dos curas más, quienes lo apoyaron durante todo el recorrido, que involucra cinco calles del primer cuadro de la capital.

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