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Está por segunda vez en Ayotzinapa una caravana de universitarios de la Ciudad de México

*Presentan actos culturales y realizan labores de limpieza

Estudiantes, miembros de organizaciones sociales y activistas, participaron en la segunda caravana Una Mano por Ayotzinapa, que organizó la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Los cerca de 70 participantes en la caravana llegaron a la Normal Rural de Ayotzinapa el viernes, a bordo de dos autobuses y realizaron jornadas de limpieza en las instalaciones, fumigación para eliminar plagas de roedores, y pintaron y restauraron algunas aulas.
Ayer por la tarde, los integrantes de la organización social Proyecto 21, José Alberto Patiño, María Alatorre, Christian Sánchez y Alfredo Hernández, presentaron en la Normal Rural de Ayotzinapa su acto Petit Cabaret -sic-, como parte de las actividades culturales que programaron los organizadores de la caravana.
De acuerdo con el dirigente de Proyecto 21, José Alberto Patiño, Petit Cabaret -sic- es una acción “artística simbólica” que la organización promovió desde el inicio de la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa detenidos-desaparecidos el 26 y 27 de septiembre en Iguala.
El acto consiste en usar vestuarios elaborados con material reciclado, “desechos del capitalismo”, como periódicos, revistas y plásticos; y concientizar a la sociedad acerca de las luchas sociales en el país.
Los vestuarios que los miembros de Proyecto 21 utilizaron en la presentación estaban hechos con los retratos de los 43 normalistas desaparecidos.
Señaló que otro objetivo de esta presentación es acabar con la censura, la homofobia y el racismo que hay en la sociedad mexicana, debido a que José Alberto Patiño se transforma en el personaje Alberta Cánada -sic-, un travesti que habla acerca de los problemas político sociales, como la compra de votos durante los procesos electorales.
Criticó que “el sistema electoral, político, social, económico y cultural, nos deja de lado a la educación, al arte y cualquier cosa que sirva de pretexto para que la gente exija un derecho que ya tiene, que es la protesta y la opinión personal”.
Manifestó que en México hay “una errónea política en educación de la sexualidad y la legalidad, la Constitución Política es muy clara, ahí dice qué es posible y qué no es posible, cuáles son nuestros derechos y todos los días de norte a sur, se violan esos derechos de la manera más descarada”.
Aseguró que el caso de Ayotzinapa es un ejemplo claro de la violación impune a los derechos humanos, “con toda la complicidad de los funcionarios, de la Procuraduría General de República, el Congreso Local, la Presidencia, que no han renunciado a su cargo cuando en su mandato ocurrió el caso de Ayotzinapa”. (Alina Navarrete Fernández / Tixtla).

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