Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Alemania atacará hoy con todo su poder ofensivo sobre la conservadora Grecia

DPA

Gdansk (Polonia)

Alemania probará mañana su grado de solidez en un emotivo duelo de cuartos de final de la Eurocopa ante una excitada Grecia, un partido que tiene también sus connotaciones políticas.
El equipo de Joachim Löw se enfrentará a la que probablemente sea la defensa más férrea que haya tenido delante durante todo el torneo.
Alemania pasó a las eliminatorias de la Eurocopa después de sumar victorias ante Holanda, Dinamarca y Portugal. Rivales que, sin embargo, plantearon partidos abiertos, todo lo contrario a lo que previsiblemente propondrá Grecia.
El conjunto heleno no ha cambiado sustancialmente desde 2004, cuando contra todo pronóstico ganó la Eurocopa gracias a una táctica ultraconservadora. Ahora sigue apelando a una férrea defensa y a la efectividad de sus delanteros. Hizo tres goles en la fase de grupos sin crear muchas más ocasiones.
El movimiento y las combinaciones rápidas serán la clave para la línea de ataque alemana, que podría incluir un cambio: la versatilidad de Miroslav Klose en lugar del poder anotador de Mario Gómez, autor de tres tantos hasta la fecha.
Los extremos Lukas Podolski y Thomas Müller tendrán que ayudar en la creación a un Mesut Özil que está ofreciendo un nivel más bajo de lo esperado. Por detrás, como guardaespaldas, actuarían los habituales Bastian Schweinsteiger y Sami Khedira.
Aunque éstas parecen las opciones más probables, Löw tiene también otras alternativas: el rápido y habilidoso André Schuerrle, más Marco Reus y Mario Goetze.
“Tenemos que movernos. Si permanecemos estáticos, será muy difícil”, dijo Khedira.
Pero tampoco se puede esperar un vértigo exagerado de Alemania, pues ya no juega el rápido contraataque que tanta admiración causó durante el último Mundial, en el que quedó tercera.
Löw renovó el estilo de su equipo con España como referencia y ahora su fútbol tiende a la combinación y la posesión antes que a la veloz transición.
Por el momento, los resultados parecen estar dándole la razón y en esta Eurocopa es el único equipo del torneo que hasta ahora cuenta sus partidos por victorias. Y lo logró en el grupo más difícil.
El equipo tiene plena confianza y nadie piensa en una posible derrota ante Grecia, que sería la primera en el historial de enfrentamientos entre ambos equipos tras nueve citas.
“Los griegos no nos pondrán de rodillas”, dijo Khedira. Y Müller agregó: “Descartamos la eliminación, ambicionamos el éxito”.
Para el político socialdemócrata alemán Ralf Stegner, “Grecia tiene más probabilidades de poner el país en orden que de ganar el partido de fútbol contra Alemania”.
Y es que la política, y la particular coyuntura que viven Alemania y Grecia, se ha cruzado en el camino del fútbol.
La canciller alemana, Angela Merkel, es vista en Grecia como la fuerza impulsora de las severas medidas de austeridad impuestas como parte de un acuerdo para el rescate financiero internacional. Es decir, un enemigo.
Merkel estará presente en el partido de Gdansk y el primer ministro griego, Antonis Samaras, también podría acudir a la cita.
La selección griega, con todo un país detrás, jugará con la máxima emotividad. Aunque en sus filas no estará su gran líder, el capitán Giorgos Karagounis, suspendido con un partido.
El segundo capitán, Kostas Katsouranis, prometió a sus hinchas: “Lucharemos”.
Grecia podría verse beneficiada por el concurso de los defensores Kyriakos Papadopoulos y Sokratis, jugadores del Schalke 04 y el Werder Bremen respectivamente, ambos de la Bundesliga.
“Por supuesto que es un partido muy especial para mí. Juego contra futbolistas que conozco de la Bundesliga y eso puede ser una ventaja”, reconoció Papadopoulos. Y agregó: “No tenemos nada que perder”.

468 ad