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Construyen un puente en Coyuca de Catalán sin reubicar a cuatro familias que viven debajo de la obra

Israel Flores

Las viviendas de al menos cuatro familias quedarán debajo del puente de Zirandaranguio, en el camino a Santo Domingo, municipio de Coyuca de Catalán, porque todavía no hay casas para reubicarlos, y la empresa continúa arrojando escombro al río.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente colocó sellos de clausura a la construcción en 2014, pero ahora se puede observar en los costados los escombros que la constructora sigue arrojando.
Todas las casas que desde el inicio de la construcción se sabía que quedarían abajo del puente siguen habitadas por sus dueños. Los carros que pasan sobre el puente rozan parte de la construcción en un extremo, y en el otro extremo una casa quedó pegado debajo del puente. Ésta es una casa de paredes de concreto pero techo de lámina. Los agraviados temen que algún carro, por accidente, termine arriba de sus casas. Pero no los reubican, aun cuando la obra está por terminar.
Tienen sus folios de reubicación y al parecer les darán casas en un fraccionamiento que se construye cerca del panteón de Coyuca de Catalán, pero cuya construcción no avanza desde hace varios meses.
Además, las familias de apellidos Hernández llamaron a la empresa ante el Ministerio Público para un acuerdo formal, para que la constructora les dé tabique solamente para construirse un cuarto en un lugar seguro cerca de donde están sus casas actualmente.
Mientras este reportero visitaba el área, un hombre que se identificó como el arquitecto Edwin y dijo ser el responsable de la obra, intentó impedir que se tomaran fotografías, argumentando que se requería de un permiso especial para tomar fotos de una obra federal como el puente en construcción.
Luego se le preguntó acerca del daño ecológico del que los acusaron y aseguró que “fue una confusión de profepa” y que pese a la colocación de sellos de clausura “nunca fue clausurada la obra”, y que además los escombros no los tiraron ellos, pese a que son de concreto, sino que “los trajo la creciente”.
La localidad de Zirandarangueo se ubica a 1 kilómetros de la cabecera municipal, sobre la carretera estatal a Santo Domingo, es una población que se asentó pegado a un afluente del río Balsas, y que cuando crece el río grande sufre rebalses que afectan a las viviendas más cercanas al cauce.

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