Por su estrategia de diálogo ya no hay zozobra ni actos de violencia, defiende el gobernador

*Él no pidió estar en este cargo, “a mí me llamaron” las ¨élites políticas”, dice Rogelio Ortega en respuesta a Bernardo Ortega sobre su ratificación

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El gobernador Rogelio Ortega Martínez dijo que su estrategia “exitosa” de diálogo, tolerancia al extremo y sensatez permitió terminar con la zozobra de otra quema del Palacio de Gobierno y nuevos destrozos en el Congreso local.
Aseguró que la segunda parte de su estrategia es pugnar por elecciones en paz y una transición pacífica de poderes, en respuesta al presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez, quien advirtió que será “difícil” ratificarlo como gobernador este 26 de abril por la inconformidad que hay en las bancadas partidistas, y porque al parecer al gobernador interino “no le interesa” permanecer en el cargo.
El mensaje del gobernador comenzó en la inauguración de la Feria Estatal Artesanal Penitenciaria 2015, en la explanada del Palacio de Gobierno, donde las medidas de seguridad fueron mayores que en los días ordinarios.
Desde el portón principal, tapiado con láminas, policías con equipo antimotin pedían a los usuarios llevar a la mano una identificación oficial para acceder al edificio.
En conferencia de prensa, después, Ortega aceptó que le faltó mayor acercamiento con los diputados, pero aseguró que no por menosprecio, sino por las múltiples necesidades en el estado y tiempo.
Destacó que hay mesas de diálogo con todos los grupos de inconformes, incluso con estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa y la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), que encabezaron las protestas contra los edificios de gobiernos y sedes de los partidos políticos el año pasado, tras los ataques a normalistas en Iguala, el 26 y 27 de septiembre, donde policías municipales asesinaron a seis personas y desaparecieron a 43 alumnos de esa escuela.
Aclaró que él no pidió estar en este cargo, “a mí me llamaron”, pero distinto a otros personajes que se mencionaban para cubrir el interinato, él pidió que su nombre no se mencionara porque no veía posibilidades reales de ser elegido para cubrir la licencia del gobernador Ángel Aguirre Rivero, separado del cargo a propósito de los crímenes del 26 y 27 de septiembre contra normalistas de Ayotzinapa, civiles e integrantes del equipo de fútbol los Avispones en Iguala.
Consideró que entre los académicos, la prioridad sería para el rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán, sin embargo, lo llamaron “Los Chuchos (en alusión a la corriente mayoritaria en el PRD), René Bejarano de Izquierda Democrática, y en los consensos tuve el respaldo del candidato de Movimiento Ciudadano, Luis Walton Aburto, y de Héctor”, en alusión al candidato a gobernador por el PRI, Astudillo Flores. Dijo que acudió al Congreso acompañado del senador Sofío Ramírez, y la madrugada del día de su nombramiento elaboró su discurso; “yo tengo compromiso con Guerrero, lo asumí”, dijo, y que su nombramiento fue resultado de los acuerdos de “las élites políticas” y ahora el Congreso tiene la oportunidad de evaluar su labor de siete meses.
Cuando se le preguntó si ha cabildeado su ratificación, declaró que “yo me tengo que reunir con los diputados, ya entregué un informe al Congreso, y pedí a secretarios que nos presenten un informe detallado a la brevedad para decir este es el trabajo de seis meses”, pero sino lo ratifican apoyará al nuevo sustituto, dijo.
En el acto político, declaró que pretende entregar un gobierno en paz para la construcción de la nueva modernidad, para votar en paz, y resaltó los índices de ocupación hotelera en la Semana Santa, la confianza de los empresarios e inversionistas, “el otro desafío de la sucesión, es la renovación de los poderes en Guerrero y fincar nuevas confianzas en las instituciones y en la política como oportunidad para servir”.
Sobre el proceso electoral, insistió en ir a un debate para llegar a acuerdos con quienes piden la cancelación de las elecciones, en atención a la Asamblea Nacional Popular, que encabezan los padres de los 43 alumnos desaparecidos de Ayotzinapa.
Explicó que si los opositores dicen que no quieren votar por narcos, políticos corruptos ni por  instituciones corroídas por el crimen, algún candidato dará cuenta de que no tiene antecedentes penales, ni es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) o el Cisen.
Señaló que en la ANP están discutiendo los métodos para boicotear las elecciones, y se puede plantear desde poner “bombas” en las casillas, hacer protestas con amplios contingentes, hacer pintas, entregar volantes, y ante los distintos puntos de vista se acordó “recurrir a todas las formas de lucha”, dijo.
Estimó que el día de la elección no habría detenciones s los inconformes se limitan a solamente distribuir volantes, pero cree que los propios ciudadanos van a exigir su derecho a votar.
Sin embargo, si la autoridad solicita la intervención de la fuerza pública para que garantice el derecho a terceros, se va a hacer cumplir la ley, advirtió.
En un escenario donde la mayoría de la población dice que no habrá elecciones, “estaría desquiciado para decir que se va a meter al Ejército para garantizar el voto, ahí no habría elecciones”.
Sobre los logros de su gobierno, destacó que ya no existe miedo al movimiento social, ni a las protestas, porque las puertas de su gobierno están abiertas.
Reconoció que las manifestaciones por temas elementales se deben “al maltrato e incomprensión a la ciudadanía, la tragedia de Iguala no es la crisis, es el detonador de una crisis de una gran cantidad de problemas acumulados”.
Enseguida hizo un reconocimiento a los mandos del Ejército, comenzando por su secretario de Seguridad Pública, “a mi general Pedro Almazán”, que le recomendó el general Salvador Cienfuegos, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), “por hablar de altos rangos del Ejército, podemos ver que esa institución tiene cambios significativos de sensibilidad, de protocolos estrictos para su actuación y apego a derecho”.