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Retienen estudiantes de Ayotzinapa tres horas a un policía federal como garantía en caso de detenidos

Como garantía de la protesta en Chilpancingo a siete meses de la desaparición forzada de 43 normalistas en Iguala, estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa retuvieron tres horas a un efectivo de la Policía Federal de sector Caminos.
Con mediación del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (Codehum), los normalistas devolvieron al uniformado a sus mandos en una gasolinería en Tixtla, a las 5:40 de la tarde, cuando todos los estudiantes habían salido de la capital.
Fueron testigos policías comunitarios de la Casa de Justicia La Patria Es Primero, con sede en el barrio de El Fortín, de Tixtla, policías comunitarios afiliados a la Casa de Justicia matriz de San Luis Acatlán, que operan en comunidades del municipio, las dos organizaciones de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
También maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) instalados en el Zócalo de la capital y los representantes de los organismos de derechos humanos.
La retención ocurrió con discreción. No hubo información de parte de los estudiantes ni de la dependencia hasta que se concretó la entrega con un comandante de la Policía Federal de apellido Cabrera.
Se mencionó que lo retuvieron a las 2:45 de la tarde en Chilpancingo. De manera extraoficial se supo que fue en la calle Ruffo Figueroa, en el fraccionamiento Jacarandas, cerca de su base de trabajo. Cuando los policías federales persiguieron a normalistas en Chilpancingo.
El representante del organismo civil de derechos humanos, Manuel Olivares, explicó que la retención del policía, Gabriel Morales Ramos, se realizó como medida preventiva en caso de que algún estudiante o padre fuera detenido durante la protesta en el Congreso del Estado, donde incendiaron seis camionetas de empresas comerciales.
Acudieron por su compañero, oficiales en cinco patrullas del sector Caminos. De manera pública, recibieron primero la indumentaria: un abrigo con el logo oficial de la dependencia, una perchera de chaleco antibalas, y envuelta en un paliacate una pistola Pietro Beretta, un cargador vacío y 15 tiros sueltos.
Después bajó el policía federal de un camión oficial de la Normal Rural, uniformado, que de inmediato se retiró del lugar.
Olivares aclaró que se esperaba a un representante del gobierno del estado, que no llegó. Aclaró que el oficial se comprometió por escrito a no interponer denuncia por su retención, porque no fue maltratado física ni psicológicamente.
Recordó que la exigencia de presentación con vida de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa sigue en pie, es la demanda central de todas las manifestaciones de protesta que realizan los estudiantes y las organizaciones que apoyan a los padres de los desaparecidos en la Asamblea Nacional Popular y no van a permitir represión del movimiento social. (Lourdes Chávez / Chilpancingo).

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