Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Del debate de los muchos candidatos y de los dardos contra Astudillo, Mojica y Walton

Aurelio Peláez

Fue un ring demasiado pequeño para los muchos candidatos. Los piquetes a los ojos fueron dispersos, esporádicos, no por las ganas de la respuesta a botepronto de los participantes en el primer debate “obligatorio” –habrá un segundo– de los aspirantes al gobierno del estado, organizado por el IEPC, sino por la larga ronda que se tenía que dar entre los nueve contendientes apuntados para la réplica tras el ataque.
Con ganas de sintetizar para el respetable que decidió mirar a esa hora la final de la Concachampions América-Impact de Montreal, se puede hacer un esfuerzo de eliminación, dejar a tres de ellos fuera de la jugada y centrarse en los restantes.
Raymundo Nogueda, candidato de Encuentro Social (el PES), partido de corte evangélico, al más puro estilo de pastor de esa iglesia cristiana, propiamente predicó en el de-sierto, ignorando a los otros contendientes, y a los temas de Desarrollo Social y Política y Gobierno ofreció no la parábola bíblica de la multiplicación de los peces sino que antes que dar el pescado al pobre, hay que enseñarlo a pescar.
Godeleva Rodríguez Salmerón (“de lo que se va uno enterando”, exclama una reportera, presta al bulliyn sobre el nombre), del Partido de los Pobres de Guerrero, criticó la situación de pobreza en el estado que han dejado “los políticos de siempre” y por ahí se fue en todas sus rondas.
Karime Sevilla Álvarez, del Partido Nueva Alianza, afirmó que el estado está “de luto” por los gobiernos “corruptos” del PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, que dejaron pobreza y analfabetismo, pero se fue directo contra la candidata perredista Beatriz Mojica. “No hubo desarrollo social”, dijo en alusión la Secretaría que ésta ocupó con el gobernador con licencia Ángel Aguirre. “Usted fracasó” como secretaria, dijo. Le valió una réplica de la perredista, pero no a ella sino al candidato priista Héctor Astudillo.
–Le pido al candidato del PRI que no me mande mensajeros (porque) estos temas los podemos discutir directamente.
Karime Sevilla en una siguiente intervención insinuó que el presupuesto de esa secretaría había terminado en anuncios “espectaculares” a favor de su candidatura, pero ya no mereció réplica.
Sus quince minutos de fama.

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Uno va a los debates, como a las luchas, porque quiere ver sangre. La ropa sucia y los golpes bajos que dan carnita a las columnas de la prensa. Eso ayuda a conocer mejor a los candidatos que el discurso elaborado, dicen. Y es que, ya de por sí hay un mugrerío salido en todos los meses de precampaña y de campaña y el Instituto Electoral y de Parti-cipación Ciudadana ni en cuenta. Actos electorales anticipados y rebase de gastos por doquier, pero de repente al IEPC le da por poner un orden, simbólico aunque sea y por supuesto, le sale de la patada.
Los reporteros de diversos medios del estado confinados en una sala de prensa, mirando el debate por televisión. Los candidatos en una sala aledaña, solos con la moderadora. Invitados hasta los rumbos del hotel Pierre Marqués a ver el debate por televisión. Acreditación minuciosa y filtros de seguridad policiaca de por medio. Convocatoria a las siete de la noche. Media hora antes llega la acreditada moderadora Adriana Pérez Cañedo, actual conductora del noticiero de Canal 11, quien en el 2006 llevó el segundo debate presidencial entre el priista Roberto Madrazo, el panista Felipe Calderón y el (entonces perredista) Andrés Manuel López Obrador.
Impávida, le tocó ver cómo el debate no comenzó puntual. Como el sonido se cortaba del micrófono, le tocó apagarlo a varios por pasarse del tiempo convenido en las rondas; llamar la atención al candidato del Partido Humanista, Alberto López Rosas, por mostrar un cartel de apoyo a los paristas del Tribunal Suprior de Justicia, y a Beatriz Mojica por presentar una foto del priista Héctor Astudillo con el ahora preso y defenestrado ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, y regañar a los del Movimiento Ciudadano, Luis Walton, y de Morena, Pablo Sandoval, por conversar durante el desarrollo del debate.
Al rato le contarán que en tanto, por la televisión, salía de vez en vez música de mariachis. Y eso, que para estos asuntos el IEPC cuenta con un presupuesto de 281 millones de pesos.

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La tragedia de Iguala, la corrupción del gobierno de Ángel Aguirre, la inseguridad en Acapulco, fueron los temas que dominaron el debate. Con nada que perder por no haber tenido cargos de gobierno, el candidato del PAN, Jorge Camacho, y el de Morena, Pablo Sandoval, criticaron al priista Astudillo, a la perredista Mojica y al del MC, Walton, y algo sacaron.
López Rosas, el ex alcalde de Acapulco, puso sobre la mesa propuestas, pero lo eludieron. Su propuesta de Tercera Vía pasó por alto. El fuego cruzado le pasó de lado. No fue el objetivo a eliminar, sobre todo compitiendo por un partido que apenas se conoce.
Los dardos pegaron sobre todo en la perredista Mojica, quien apareció en el escenario como la representante del partido en el gobierno, y en Walton, el alcalde de Acapulco con licencia, escaso de punch y de reflejos para poner la guardia a punto.
De Camacho: “El PRD prometió cambiar el estado y estamos peor… se pactó con criminales… El PRI se acabó el país, el PRD se acabó Guerrero, el Movimiento Ciudadano se acabó Acapulco (Walton) nos dejó en la inseguridad… (El gobierno de Aguirre) dejó corrupción…. Walton, qué descaro, decir que quieres ser gobernador cuando dejaste Acapulco sin policías, en la inseguridad, en medio de la violencia (Beatriz) no fuiste secretaria por tu capacidad, sino por acuerdos… no puedes mirar los ojos a la gente (en el periodo de Aguirre) no hubo desarrollo social”.
De Sandoval: “Estamos oyendo discursos huecos de una clase política atrasada (señalando al resto en la sala)… El PRI es sinónimo de violencia en el estado… De ganar (el presidente nacional de Morena, Andrés Manuel) López Obrador vendrá un año a Guerrero, ¿quién ayudará al calderonista? ¿Brozo?… En Guerrero no hubo gobierno de izquierda, son la misma clase política de siempre. Beatriz, debiste renunciar al gobierno y… (aquí Pérez Cañedo le apagó el micrófono).
Fue además, la tarde de deslinde de Walton del PRD. Ponderó las mil 400 obras de su gobierno y la responsabilidad de realizarlas pese a que afectaba su imagen. Se presentó como un político diferente, y dijo ser “el único que representa el cambio”. Dijo que el PRI y el PRD “son los responsables de la situación” del estado. Reiteró después lo del PRD, ese partido que lo tuvo como su precandidato por varios meses, en la posibilidad de ir en coalición: “Los gobiernos del PRD en los últimos diez años nos han fallado”.
Astudillo en cambio, definió al PRD y su candidata como el objetivo. El estado, dijo, lleva “diez años de tragedia”, el de los gobiernos perredistas donde “quedamos en el primer lugar de todo lo malo y en el último de todo lo bueno”. Dijo que era el partido sinónimo de corrupción, en alusión al gobierno del ex priista Aguirre, quien ahora tiene parentela y amigos en la cárcel por eso. “Los gobiernos del PRD abusaron del poder, abusaron del dinero público”. Se defendió asegurando que la inseguridad en Chilpancingo, de la que fue alcalde, tuvo sus causas en lo que se gestó con Abarca en Iguala y criticó a Mojica no haber renunciado al gobierno de Aguirre, “responsable de la “tragedia”, en alusión a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre del año pasado en ese municipio.
Mojica, quizá también prefería enfocarse en el priista, aparecido este viernes como puntero en la encuesta de El Universal, pero tenía muchos flancos abiertos. Criticó a Astudillo por cambiar el uso de suelo para viviendas afectadas por el huracán Manuel en el 2013 y de que en su periodo como alcalde creció la inseguridad en Chilpancingo; le mostró una foto con Abarca –ya diría Astudillo que fue como todas, por cosas de trabajo- y que ni siquiera pidió su desafuero. “Con el PRI regresará el pasado caciquil y corrupto”.
A Mojica se le veía como abrumada, como colocada a la defensiva en un escenario en donde se le veía como la candidata oficial, en donde Astudillo la presentó como la continuidad del gobierno de Aguirre (Abarca, Iguala, corrupción), y en donde el candidato panista también le insistió en otro tanto. Y el ex compañero de partido, el ex perredista Sandoval, le remachaba con eso de que estaba en el partido equivocado.

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Al principio, el optimismo.
–Los vamos a chingar –dijo el delegado del CEN del PRD para estas elecciones, Guadalupe Acosta Naranjo.
–Vamos a arrasar –afirmó en tanto el del PRI para el mismo caso, el senador y ex gobernador del estado, René Juárez Cisneros.
Declaraciones hechas antes de las 7de la noche en la antesala del lugar del debate a donde los priistas se dejaron caer como cargada, como si ya para enseñarnos cómo masca la iguana, se hubieran repartido la mayoría de las acreditaciones de invitados del IEPC para ellos solitos. Ahí estaban el diputado Héctor Apreza, los coordinadores operativos de campaña, Ernesto Rodríguez Escalona y César Flores Maldo-nado. Otros cuadros de batalla, de la época de la vieja alquimia como David Guzmán Maldonado. El presidente del partido, Cuauhtémoc Salgado, la esposa del candidato, Mercedes Calvo y sus dos hijos, y una docena más de tricolores. Por el PRD, Acosta Naranjo y media docena de perredistas más. Por el MC, el coordinador de campaña, Ricardo Mejía, el diputado local Oliver Quiroz y Lloyd Walton, uno de los dos hijo varones del candidato, que se acomodó en la sala de prensa, y por el PAN únicamente el diputado local Marcos Efrén Parra.
También por sorteo, el IEPC los acomodó en dos salas de invitados, mezclados todos, decentes, se supo. No se conoció de algún ojo morado o algo así.
Tras las más de dos horas de debate, salen de la sala acompañados por su séquito. Sólo se escuchan las porras a favor de Astudillo y de Beatriz Mojica. “Ganamos el debate”, se oye en ambos grupos. Ya van a los actos de celebración que instalan los del PRI en La Diana, los del PRD en el bulevar Las Palmas, cerca del hotel, los del PAN en una banqueta aledaña al Centro de Convenciones y los de Walton en el asta bandera. Todos se celebran ganadores del debate. A tratar de convencer que ganó el despliegue contundente del argumento, la propuesta del programa y se venció en la contrarréplica al infundio. Sobre todo a los que no se dieron cuenta, los muchos, de tal episodio democrático que pasó por la televisión del gobierno del estado.

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