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Representan un viacrucis en memoria de los exhumados en Iguala y de los aún sepultados

*Hombres, mujeres, niños y adultos mayores del comité Los Otros Desaparecidos cargaron una cruz de madera que plantaron en la bifurcación del camino hacia La Joya y El Maizal, parajes con fosas clandestinas

Alejandro Guerrero

Iguala

Familiares de víctimas de desaparición forzada del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala representaron la mañana de ayer un viacrucis cargando una cruz de madera en inmediaciones de los parajes La Joya y El Maizal, ambos en la falda del cerro Gordo, al poniente de Iguala, en memoria de los 85 cuerpos recuperados y de los que aún siguen inhumados de forma clandestina en esa zona.
Después de salir en carros particulares de la parroquia de San Gerardo María Mayela, que ha sido su refugio y centro de reunión desde que comenzaron su búsqueda en noviembre de 2014, unos 70 familiares de víctimas de desaparición forzada, resguardados por gendarmes, llegaron hasta unos 500 metros antes del paraje La Joya, sitio hasta donde lograron subir los carros.
A las 11:04 de la mañana, después de un mensaje y una oración del párroco de la iglesia de San Gerardo, Óscar Mauricio Prudenciano González, el viacrucis inició cuesta arriba en un camino muy agreste.
En el camino, hombres, mujeres y adultos mayores se turnaban para cargar a lo largo de unos 20 o 30 metros una cruz de madera de 2 metros y medio de alto por 1 metro con 80 centímetros de ancho, y un peso aproximado de 15 a 20 kilogramos, la cual fue hecha por Margarito Soriano, familiar de un desaparecido que prefiere omitir su caso.
En todo momento de la caminata se fue orando, y en diferentes momento se detuvieron para orar con la representación de las tres caídas que Cristo hasta su crucifixión.
Los familiares caminaron bajo el intenso sol y a una temperatura de unos 36 grados centígrados, cargando flores, veladoras, fotografías y listones blancos con los nombres y fechas de las desapariciones de sus familiares.
Después de 45 minutos de caminata, al llegar a una desviación del camino de terracería que conduce a la zona de La Joya y otro al Maizal, en ese punto se excavó un hoyo para clavar la cruz en cemento.
En la cruz fueron colocados los listones blancos con los nombres de los desaparecidos y las fechas de sus desapariciones.
Esta actividad del día de la Santa Cruz, 3 de mayo, fue en memoria de los 85 cuerpos que han sido exhumados por la PGR y los familiares de las víctimas de desaparición forzada, así como por los cuerpos que aún faltan de ser recuperados y que siguen inhumados en estos puntos del cerro Gordo.
En su mensaje, el párroco Óscar Mauricio Prudenciano dijo a los presentes que el viacrucis fue para demandar paz y justicia por las víctimas asesinadas en esta zona.
Llamó a las familias de las víctimas a perdonar a los delincuentes que cometieron esos crímenes para poder ellos encontrar paz en su interior, y pidió empezar a mitigar el dolor poniendo en las manos de Dios el hallazgo de sus seres queridos que están desaparecidos.
El dolor y el llanto de los familiares de los desaparecidos se evidenció con más fuerza después de enterrar la cruz de madera con las decenas de listones con los nombres de los desaparecidos.
En esta zona de El Maizal y La Joya, a más de 15 kilómetros del centro de Iguala, donde fue colocada la cruz, han sido recuperados en cinco meses 48 de los 85 cuerpos exhumados por la PGR, y en esta misma zona de La Joya, en abril de 2014 la fiscalía del estado ya había exhumado nueve cuerpos y ocho más la PGR en octubre de 2014, después del caso Ayotzinapa.
Los 80 años de la señora María Luisa Bastian Mancilla no fueron impedimento para que cargara la cruz igual que los demás. Ella se sumó al grupo Los Ortos desaparecidos en busca de su hijo Carlos Escobar Bastian que fue levantado frente a ella por cuatro hombres armados el 9 de enero de 2014 en la colonia Fermín Rabadán, de Iguala, cuando al intentar defender a su hijo los delincuentes la golpearon y le rompieron una costilla, explicó.
También busca a su nieto Abel Fuentes González de 22 años, desaparecido en 2013 después de que fue detenido por policías municipales que primero se lo llevaron a barandillas y de ahí lo sacaron para desaparecerlo.
Después de la colocación de la cruz con los listones, cerca de las 12:30 del mediodía inició el descenso del cerro, también a pie, hasta llegar a los carros y regresar a la parroquia de San Gerardo María Mayela sin que se registrara ningún incidente.

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