Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

El Colmex cambia de director

En septiembre termina Javier Garciadiego su gestión como director de El Colegio de México. Para sucederlo se barajan varios nombres: Fernando Escalante Gonzalbo, miembro de una dinastía de científicos sociales; Arturo Alvarado, director del Centro de Estudios Sociológicos; Roberto Blancarte, el mayor experto mexicano en religiones; y Jaime Serra Puche, doctor en economía por la Universidad de Yale y antes maestro en la misma especialidad por el Colmex, donde fue director del Centro de Estudios Económicos. En el sector público ha sido subsecretario de Hacienda con Miguel de la Madrid, secretario de Comercio de Carlos Salinas de Gortari y secretario de Hacienda a quien le cargan las torpezas de su entonces jefe, Ernesto Zedillo. A favor de Serra Puche opera el hecho de que ha sido un eficaz gestor de fondos y de otros beneficios para el mismo Colegio de México. Veremos qué sigue.

Chloe, de la dinastía Aridjis

En marzo publicó el Fondo de Cultura Económica una edición conmemorativa por los 40 años de Mirándola dormir, quizá el libro más celebrado de Homero Aridjis, aparecido originalmente en 1964 con el sello de Joaquín Mortiz y portada –creo– del gran Rafael López Castro. Y para seguir con la misma dinastía, diremos que Chloe Aridjis es hija de Homero, pero dispone de una muy resonante voz propia. Escribe en inglés y acaba de aparecer la traducción, también en edición del FCE, de su segunda novela, Desgarrado (2015), en una consistente traducción de Julio Paredes. Su primera novela, Book of clouds, ganó en Francia –por supuesto en traducción a la lengua de Corneille– el Premio a la Mejor Primera Novela Extranjera. En México, donde apareció como El libro de las nubes (FCE, 2011), nos tuvimos que conformar con una obra de demolición debida al señor Juan Max Lacruz, quien pasó la obra del inglés al gachupín, con giros muy de la península y abundantes madrileñismos. Por fortuna, pese a sus empeños y torpeza, Lacruz no pudo destruir por completo la estupenda novela de Chloe Aridjis, una poderosa escritora a quien ahora deberemos tener presente en todo recuento de nuestras letras.

Carmen Parra en Chicago

En el Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago, bajo el título Carmen Parra, suave patria, se exhiben 30 obras de esta pintora seleccionadas por la curadora Dolores Mercado. La artista –quien cursó la carrera de antropología– ha mostrado un interés especial por los símbolos y monumentos nacionales, de ahí el nombre de la muestra y el hecho de que en el catálogo respectivo figure el celebérrimo poema de Ramón López Velarde, con traducción al inglés debida a la escritora Jennifer Clement. La muestra estará abierta hasta agosto y se espera una gran afluencia de público, pues en la llamada Ciudad de Los Vientos vive millón y medio de mexicanos a los que atiende el cónsul Carlos Jiménez Macías, promotor de la exposición. El Museo Nacional de Arte Mexicano, inicialmente Mexican Fine Arts Center, fue fundado y es dirigido hasta hoy por Carlos Tortolero, quien ha promovido la producción de otros artistas nuestros como Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Alfredo Zalce y María Izquierdo.

¿Masculinos a fuerzas?

Eduardo Mejía, escritor de respetable bibliografía y corrector de largo caminar, protesta contra la masculinización forzada de ciertas palabras. Menciona que en aras de una discutible modernización del lenguaje, la Madre Academia indica que al hombre que tiene por oficio hacer prendas de vestir se le llame, ya no modista, como antes, sino “modisto”. Y pregunta el agudo Lalo si “en bien de esa modernización ya podemos decir dentisto, futbolisto, deportisto o novelisto”. Y ya en esas y tratándose de la patabola, ¿hemos de hablar del público americanisto o, en asuntos de religión podemos referirnos a un culto politeísto? Está muy bien que en aras de la igualdad se hable ya de la médica o la ingeniera, pero en el caso de los hombres resulta un exceso ponerle chaleco de género a palabras que siempre fueron para los dos sexos, ambidiestras, como diría un culto diputado del PRI.

Sobre los fundamentalistas

David Toscana, excelente escritor mexicano, dice sobre las canalladas de los fundamentalistas: “No me parece respetable que algunos piensen que su dios es omnipotente y luego lo traten como a una damisela petulante que se ofende con facilidad y pide que alguien dé la cara por ella. Piensan que su dios es perfecto y al mismo tiempo creen que posee las pasiones más bajas del ser humano. Esos imbéciles tienen que entender que Dios se basta solo, se defiende solo, actúa solo. Si algo le llega a molestar, entonces envía plagas o hace llover azufre. Pero no necesita abogados ni sicarios ni esbirros ni pilmamas. Lo que sin duda ofende a cualquier ser omnisciente es que otro hable por él, que otro juzgue por él, que otro condene por él, que otro ejecute por él. Y ese otro, llámese como se llame, más agradaría a su dios si él mismo se vuela la tapa de los esos sesos que evidentemente no le sirven para nada”. Que tomen los loquitos del Estado Islámico, los de Boko Haram y otros cruzados de la estulticia criminal. De paso, también nuestros sectores ultramontanos, que no cantan mal las rancheras.

Breviario…

El segundo domingo de cada mes, la Sinagoga Justo Sierra organiza un recorrido por la Merced y sus alrededores, donde vivió la mayoría de los judíos llegados a México en la segunda y la tercera décadas del siglo XX. Los interesados pueden hablar al teléfono 5522-4828 o escribir a [email protected] @@@ La insignia y otro relatos geniales (Ed. UV, 2015), antología de textos de Julio Ramón Ribeyro, se presentó el viernes en Jalapa (o Xalapa, como escriben con todo derecho los veracruzanos). Los comentarios corrieron a cargo de Claudia Domínguez y Juan José Barrientos, quien por cierto es el antologador de este volumen. @@@ Miguel Ángel Tenorio sigue presentando su obra 68: las heridas y los recuerdos, todos los sábados a las 16 horas, 4 de la tarde, en el centro cultural El Foco (Tlacotalpan 16, col. Roma). @@@ La poeta argentina Diana Bellessi vivió en México varios años en los que hizo muchas y buenas amistades. Ahora nos ha llegado un libro suyo, La rebelión del instante, donde se muestra como una creadora madura.

468 ad