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Piden vecinos de Junta de los Ríos, sierra de Atoyac, que el gobierno atienda los daños de Manuel de 2013

LFrancisco Magaña

Atoyac

A dos años de que la tormenta Manuel provocó diversos daños en la comunidad de La Junta de los Ríos, ubicada a 48 kilómetros de la cabecera municipal de Atoyac, en los límites con el municipio de Coyuca de Benítez, permanecen los estragos que dejó la tormenta del 16 de septiembre de 2013.
La comunidad enclavada en la sierra de Atoyac no cuenta con un servicio de ruta de transporte público, sólo dos veces a la semana sale una camioneta del pueblo a la ciudad de Atoyac.
El pueblo estuvo a punto de desaparecer por las creciente de los dos ríos que se juntan en ese pueblo, por lo que los pobladores se refugiaron en casas de vecinos que viven en sitios más altos, “abrimos veredas para salir a comprar víveres y reportar lo que estaba pasando; sentíamos que nos íbamos a morir”.
La creciente destruyó a su paso la comisaria del pueblo, la cancha de basquetbol, que era el principal centro de convivencia y deporte de los jóvenes del lugar, así como la primaria de la comunidad que, paradójicamente, se llama 16 de Septiembre.
Por el comité de padres de familias de la primaria, Andrés Vargas Alvarado dijo que en la localidad hubo mucha destrucción por la creciente de los ríos y los nueve derrumbes que sitiaron a la pequeña comunidad de casi 200 habitantes, en su mayoría jóvenes y niños.
El ex comisario del lugar, Bernardo Ramírez Carbajal, sostuvo que él entregó personalmente el paquete de daños de los planteles escolares, cancha –que databa desde la administración del gobernador Cervantes Delgado–, nueve viviendas, al módulo de Sedesol que instaló la hoy candidata a gobernadora Beatriz Mojica en el Zócalo de Atoyac, “pero no hubo atención, mire cómo estamos”.
Detallaron que lo único que llego fue material de construcción del Conafe, para la reconstrucción de un aula, “pero no sabemos que pasó, desde noviembre del año pasado pararon los trabajos, sólo están los arranques y los castillos, el cemento que era para la obra se echó a perder, una parte la protegimos, pero mucho cemento ya no sirve, ya no regresaron los responsables de la obra no sabemos qué pasó”.
Indicaron que los alumnos reciben clases en aulas provisionales, una de madera ubicada a un costado de los dos ríos, donde sólo quedó un playón, otros grupos toman calses en corredores de casas particulares.
Asimismo, indicaron que para la telesecundaria del lugar les dieron dinero que sólo alcanzó para la compra del material, por lo que los mismo pobladores se emplearon en mano de obra de manera solidaria y un vecino donó el terreno, “pero no alcanzó para el baño ni para el piso”.
Citaron que los trabajadores de la carretera, para poder retajarles el terreno, les pidieron a cambio grava y arena para un puente que están haciendo en otro pueblo.
La comunidad sigue sin agua potable, y cada vecino, dependiendo de sus recursos baja su propia toma de agua de una manantial que en se seca en esta temporada. Son 40 las viviendas que conforman el pueblo.
Urgieron a las autoridades su apoyo, ya que no sólo perdieron la primaria, la comisaria y la cancha del pueblo, sino que tampoco tienen casa de salud.
Abundaron que “el río antes era abundante para la pesca, pero desde la tormenta mermó la producción de camarón, que era lo que abundaba aquí y vivíamos de ellos muchos de nosotros”.
Piden que se agilice la obra para la infraestructura escolar y un muro de contención donde estuvo la comisaria, así como la cancha del lugar, ya que los jóvenes no tienen dónde distraerse.

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