Eliseo Villar no es un luchador social y debe de ser castigado, dice la casa matriz de la CRAC

*Denuncian que el ex gobernador Ángel Aguirre, el dirigente de Nueva Izquierda Sebastián de la Rosa, el candidato a alcalde del PRD en San Luis Acatlán Vicario Portillo y el grupo criminal Guerreros Unidos pueden presionar por su libertad

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Consejeros fundadores de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), vinculados a la Casa de Justicia matriz de San Luis Acatlán, demandaron a los gobiernos estatal y federal que no se dejen presionar por los grupos fácticos que apoyaron a Eliseo Villar Castillo para usurpar el liderazgo de la organización, sin el reconocimiento de los pueblos.
Ahora que fue encarcelado, denunciaron que temen que el ex gobernador, Ángel Aguirre Rivero que lo financió durante su administración, el dirigente de la Nueva Izquierda en Guerrero Sebastián de la Rosa, el candidato a alcalde del PRD en San Luis Acatlán Vicario Portillo Martínez, que lo apoyaron, y el grupo Guerreros Unidos que opera en Costa Chica, ligado con él, presionen por su libertad.
También señalaron que la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) solicitó su libertad como luchador social, pero la CRAC insistió en que no es tal, que fue desconocido en asamblea regional el 14 de marzo de 2014 por más de 50 autoridades comunitarias, y debe de ser castigado por sus crímenes.
Sin embargo con el respaldo de Aguirre Rivero continuó operando y se refugió en Costa Chica, en los pueblos afros y amuzgos, una vez que el bloque de la casa matriz logró expulsarlo de la cabecera municipal de San Luis Acatlán.
En cuanto a Aguirre, el consejero regional Armando Zavala Felipe consideró que debió ser el primero en pisar la cárcel por su responsabilidad en los crímenes contra los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, los periodistas y las arbitrariedades del ex coordinador de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán.
En conferencia de prensa, ayer consejeros regionales y policías comunitarios hicieron un recuento de las detenciones de integrantes de la CRAC por el grupo de Eliseo Villar en 2014, cuando gozaba del respaldo institucional.
Se solidarizaron con las víctimas de la confrontación entre policías estatales y el grupo que acompañaba a Villar el 30 de abril, durante su detención en San Juan de Los Llanos, en la entrada de Ometepec. Los muertos fueron seis policías comunitarios de la Casa de Justicia de Juchitán, que conformó Villar al margen de la CRAC, y dos estatales.

Llaman a los pueblos afines a Villar al proceso de reunificación

El consejero Ignacio Navarro Mosso llamó a los pueblos amuzgos y afros que con Villar se organizaron por la seguridad de sus comunidades, a integrarse al proceso de reunificación de la CRAC-PC, a través de las asambleas para la revisión y actualización del reglamento interno. La siguiente sesión será el 9 de mayo en Huamuxtitlán, en La Montaña.
El consejero regional Braulio Pimentel Antunez recordó que las acciones de Villar Castillo rayaron en el fascismo de 2014 a la fecha, “para nosotros  vale la pena hacer una recapitulación de las acciones que realizó con sus secuaces y de la gente que lo ha apoyado financieramente,  están tratando de hacerlo parecer una víctima”.
Aclaró que los integrantes de la CRAC son la “evidencia viva” de la forma en que actuaba Villar, y exigieron al Estado que no ceda ante ningún chantaje, presión ni mentira de quienes lo apoyan.
Entre ellos señaló al actual candidato del PRD a alcalde de San Luis Acatlán, Vicario Martínez Portillo, toda la gente de Nueva Izquierda del PRD, que encabeza Sebastián de la Rosa en Guerrero.
Aseguró que existen más de 60 averiguaciones previas de agravios cometidos por Villar Castillo y otros tantos casos que no fueron denunciados, pero las autoridades no han querido actuar por temor.
Por ejemplo denunció que la averiguación previa por la retención ilegal de 10 comunitarios, que fueron retenidos y torturados en San Luis Acatlán, el 19 de julio, no ha sido consignada al Juzgado Mixto de San Luis Acatlán. Exigió que se expidan todas las órdenes de aprehensión que resulten.
De la agresión, Pimentel recordó que el 19 de julio de 2014 cuando realizaba un perifoneo en su camioneta particular para la asamblea de la CRAC que se realizaría el 20 de julio, fue detenido con violencia, le quitaron su camioneta y el equipo de sonido.
Lo retuvieron herido en el cuartel de la Casa de Justicia nueva que construyó Aguirre Rivero, “donde tenía su guarida ese amigo, me golpearon, casi me matan, me rompieron tres costillas, tuve un derrame interno de vísceras y fue necesaria una intervención quirúrgica para sacar los líquidos sueltos”.
Añadió que los policías y consejeros de la CRAC agraviados se reunieron con el gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez, en diciembre “para decirle todas la atrocidades que pasamos”, y exigieron que actuara de manera urgente y que se reparen los daños.
El consejero Armando Zavala recordó que el 16 de marzo del año pasado fueron detenidos durante cinco días Navarro Mosso y el asesor Valentín Hernández Chapa, y al siguiente día, cuando fueron a preguntar a Villar por ellos, consejeros y policías fueron recibidos a balazos.
En ese hecho fue herido uno de los comandantes fundadores de San Luis Acatlán, Vicente Díaz Aguilar, que sigue postrado en una silla de ruedas porque recibió los tiros en los pies.
También denunció que el 22 de junio fueron detenidos y torturados 10 policías comunitarios de San Luis Acatlán, les quitaron la ropa, los golpearon, los zambulleron en tambos y los amenazaron de muerte todo el tiempo, hasta la intervención del gobierno estatal.
El coordinador de la Casa de San Luis Acatlán (o casa matriz) Jesús Carranza Rojas relató que en esa agresión el grupo de Villar sacó a golpes y amenazas a sus compañeros de sus instalaciones, conocidas también como la casa de El Tamarindo, y los amontonaron “como costalillas de maíz, uno sobre otro, en la parte trasera de una camioneta.  A él le quebraron dos costillas”.
El consejero Zavala Felipe denunció que si ante esto Aguirre Rivero protegió “a capa y espada” a Villar Castillo, fue por el  mercado de la droga y los botines del secuestro en la región, y por la consigna de destruir el proyecto comunitario. Sin embargo no lo lograron, porque el mando de la CRAC-PC lo tienen los pueblos, representados en la asamblea regional.