Rogelio Ortega Martínez

La hora del cambio alternativo

El primer domingo de julio las y los mexicanos habremos de elegir presidente de la república, senadores, diputados federales y, en Guerrero además, diputados locales y presidentes municipales. Las y los electores en Guerrero tendremos que sufragar en cinco boletas. Si no nos equivocamos y elegimos bien, tenemos la oportunidad histórica de modificar el rumbo del país.

Al parecer la mayoría de las y los ciudadanos que votaremos el 1 de julio, ya decidimos por quién votar. Confío que Andrés Manuel López Obrador gobernará con honestidad y austeridad. Junto con mujeres y hombres talentosos ha diseñado un proyecto de nación incluyente en el que todas y todos los mexicanos tendremos condiciones para acceder a una mejor calidad de vida: trabajo, estudio, salud, seguridad. Es un líder de fuerte arraigo popular, por su origen, formación y convicciones.

Ha demostrado congruencia a lo largo de su vida y carrera política. Es un líder pacifista, recordemos que le evitó al país una confrontación violenta al encauzar pacíficamente con el plantón en Reforma las inconformidades de millones de ciudadanos por los resultados de la elección de 2006. Igual que en 1988 el ingeniero Cárdenas evitó a México la violencia al solicitar a sus seguidores conducirse con civilidad en las movilizaciones para limpiar la elección.

En ambos momentos hubo voces muy autorizadas política y moralmente que les pidieron que convocaran a la realización de acciones radicales y violentas. Ambos líderes se negaron a la opción violenta para el cambio. Ciertamente, en sectores radicalizados, la posición pacifista ocasionó desánimo y frustración.

Hoy, debemos reconocer y agradecer a estos dos líderes de centro-izquierda, haberle ahorrado a México un ciclo de violencia extrema con saldos impredecibles en pérdida de vidas humanas y destrucción material. La mayoría de las y los comunicadores de prensa, radio y televisión, atacaron a AMLO de forma desmedida, especialmente por el plantón de Reforma, como nunca a líder alguno en la historia nacional se le ha denostado. La acusación a AMLO de ser un peligro y amenaza de violencia para México, es absolutamente falsa. Con su platón en Reforma desactivó la radicalidad. Recordemos que no se rompió ni un vidrio, a pesar de la crispación.

Su investidura como Presidente Legítimo significó, en esencia, una medida táctica para cohesionar su fuerza política, un referente testimonial de su lucha y recurso justificado para preservar su movimiento. Durante estos seis años, no violentó jamás la paz social, no desestabilizó ni suplantó a ninguna institución. AMLO, a pesar de su fuerte liderazgo: escucha y construye equipos de trabajo.

Es el único candidato presidencial, en toda la historia patria, que ha anunciado antes de la elección a las personas que integraran su próximo gabinete. Personalidades de intachable autoridad moral, experiencia y capacidad profesional. Me motiva apoyar a AMLO saber que el doctor Juan Ramón de la Fuente será nuestro próximo secretario de Educación; el doctor René Drucker Colín, al frente de una nueva secretaría, la de Ciencia, Tecnología e Innovación; Elenita Poniatowska será nuestra secretaria de Cultura; Marcelo Ebrard, secretario de Gobernación; el ingeniero Cárdenas, director general de Pemex, entre otras y otros mexicanos eminentes.

Me entusiasma saber que, de ganar AMLO la presidencia, un notable acapulqueño tendrá la posibilidad real de ser subsecretario de Educación, me refiero al doctor Axel Didriksson Takanayagui, gran amigo y compañero de las y los universitarios de Guerrero.

Ha llegado el momento de orientar el voto útil a favor el cambio alternativo que representa AMLO. Percibo que en las bases del PAN comienza a producirse esta reflexión sobre el voto útil. Debemos recordarles a los amigos panistas que en el 2000, con el voto útil de la izquierda, 3 millones, Fox ganó holgadamente.

Todas las mediciones indican que la candidata del blanquiazul ya no tiene posibilidades de ganar. Con el voto útil del PAN, AMLO puede ganar con margen suficiente que impida cualquier conflicto poselectoral. Con el voto útil del PAN, se abrirán las condiciones para incorporar a destacados panistas al nuevo gobierno, como en Oaxaca, como en Sinaloa, como en Puebla, como en Guerrero.