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Concluye el informe del PRD sobre el caso Abarca que Los Chuchos impulsaron su candidatura

*Dejan entrever las investigaciones internas que el grupo delincuencial Guerreros Unidos habría presionado para promoverlo a la Presidencia Municipal. Revelan que De la Rosa, Jiménez Rumbo y Mazón Alonso cabildearon por su registro, pese a que no ganó la encuesta. El grupo de Ángel Aguirre intervino al final y a “jalones”

Agencias Proceso y Reforma

A un mes de que se venció el plazo para indagar los mecanismos que hicieron posible la candidatura del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, implicado en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, la comisión especial creada por el PRD concluyó que la corriente de Los Chuchos tuvieron responsabilidad en el impulso político al ex edil y deja entrever que el crimen organizado pudo influir en su registro.
La comisión, encabezada por Pablo Gómez, destaca que Abarca fue electo candidato en ese municipio porque ganó los apoyos de los líderes locales de Nueva Izquierda (NI) o Los Chuchos, Sebastián de la Rosa Peláez, y de Alianza Democrática Nacional (ADN), David Jiménez Rumbo.
Lo anterior ocurrió a pesar de que Jesús Zambrano Grijalva, entonces presidente nacional del partido y miembro de Los Chuchos, tuvo conocimiento de los nexos de los hermanos de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa de Abarca, con el grupo delincuencial Guerrero Unidos.
“¿Por qué se prefirió a un candidato externo cuando en la historia del PRD en Iguala no se había presentado ese esquema?”, se pregunta la comisión.
“Cualesquiera que fueran las posibles respuestas a estas interrogantes o dudas respecto a la sucesión de decisiones que llevaron a José Luis Abarca a la presidencia municipal de Iguala, quedaría abierta la más inquietante de todas, la cual consiste en una posible intervención del grupo delincuencial denominado Guerreros Unidos como factor en la candidatura de Abarca”, agrega.
El documento relata sucesos considerados inusuales durante la definición de la candidatura.
“¿Por qué Sebastián de la Rosa y sus compañeros de Iguala decidieron apoyar a José Luis Abarca, al grado de llevarlo a la presidencia municipal con el único argumento de que promovía apoyos de la clase media de Iguala, los cuales eran, se decía, indispensables para reconquistar el Ayuntamiento?
“¿Qué motivos tuvo el Grupo Guerrero (ADN), encabezado por David Jiménez Rumbo, para apoyar a Abarca y no a Díaz Bello cuando su candidato natural, Mario Castrejón, ya no estaba en la competencia a la luz de la encuesta realizada?”, plantea el informe.
El informe de la comisión se construyó a partir de entrevistas con la mayoría de los dirigentes perredistas de Guerrero e incluyó una visita a Abarca en el penal del Altiplano.
“José Luis Abarca afirma que antes de la decisión final, él mismo había expresado ante varios dirigentes perredistas que si se nombraba a Díaz Bello como candidato a presidente municipal, él no aceptaba ser el candidato a diputado.
“Entonces se postularía como candidato del PAN a alcalde ya que no estaría de acuerdo con serlo por el PRI, a pesar de que Rubén Figueroa Alcocer se lo había ofrecido”, detalla el informe sobre el encuentro en prisión con el ex alcalde de Iguala.
Sobre el repentino interés de Abarca por la política, el informe apunta que éste pudo surgir como una petición del grupo criminal Guerreros Unidos, también se pudo deber a que Abarca quería destrabar permisos para el centro comercial Galerías Tamarindos, que entonces construía en Iguala.
La comisión, que presentará este jueves 7 su informe en rueda de prensa, recuerda que “José Luis Abarca no ganó la encuesta, sino los apoyos de los representantes de la mayoría de los grupos representados en la mesa de negociaciones. En concreto: Nueva Izquierda (NI-Coduc) y Alianza Democrática Nacional (ADN-Grupo Guerrero), como grupos locales ligados orgánicamente a otras expresiones, con la inclusión final y a jalones del grupo de Ángel Aguirre, lo que dio el triunfo a Abarca a pesar de que la encuesta (interna) no le favorecía”.
Incluso antes de que Abarca fuera electo, Zambrano solicitó de forma verbal a Alejandro Poiré, entonces secretario de Gobernación, que le informara si José Luis y su esposa tenían vínculos con uno de los grupos que procedían de los Beltrán Leyva o cualquier otro.
“Zambrano, en su calidad de presidente nacional del PRD, hizo una consulta verbal con el secretario de Gobernación, el cual, a decir del propio Zambrano, le mencionó la pertenencia de los hermanos de María de los Ángeles Pineda a un grupo de delincuentes y el encarcelamiento de uno de ellos, todo lo cual era público y precisamente el motivo de la consulta”, asienta el reporte.
Pese a ello, abunda, Abarca fue designado candidato e inició campaña electoral y, aunque no era conocido entre los militantes del partido, sí en Iguala como un empresario impulsor de la única plaza comercial de la ciudad: Galerías Tamarindos.
La encuesta interna, puntualiza, había favorecido a Óscar Díaz Bello por uno o dos puntos porcentuales, por lo que se declaró un “empate técnico”, y la decisión final fue que se instalara una mesa de negociaciones para consensuar propuestas en el Consejo Estatal del PRD, la cual integraron el presidente del partido, Carlos Reyes, Sebastián de la Rosa, Evodio Velásquez, Víctor Aguirre, David Jiménez Rumbo y Celestino Cesáreo.
“Víctor Aguirre se opuso a la candidatura de Abarca en aras de promover la de Díaz Bello, con el argumento de que éste había obtenido una mejor posición en la encuesta. Según el mismo Víctor Aguirre, la decisión sobre la candidatura de Abarca fue tomada al final con la participación personal de Ángel Aguirre, a la sazón gobernador del estado, en la mesa de acuerdos y sobre la base de que Díaz Bello ocupara la candidatura a diputado local del distrito de Iguala”.
El reporte también cita a Lázaro Mazón, quien ante la comisión admitió que la víspera a la selección del candidato en Iguala había llamado al entonces gobernador Aguirre para pedirle el apoyo a Abarca, debido a que el ex mandatario era partidario de Díaz Bello.
Además, Mazón manifestó el desapego de la dirigencia nacional en turno, en manos de Jesús Zambrano, a la selección de candidaturas, exonerándolo así de los señalamientos de una supuesta venta de la candidatura por dos millones de pesos.
Incluso Abarca reconoció haber propuesto como suplente del presidente municipal a Luis Mazón Alonso, hermano mayor de Lázaro, por “ser su amigo personal”.
Por su parte, Óscar Díaz Bello afirmó ante la comisión que entregó, tanto a Andrés Manuel López Obrador -entonces candidato presidencial del PRD- como a Zambrano, un expediente con extractos de la revista Proceso y recortes de periódicos donde se hablaba de la relación de María de los Ángeles Pineda y Abarca con la banda criminal de Guerreros Unidos.
Y también remitió la encuesta donde se destacaba que estaba arriba en las preferencias.
Entre otros puntos, el informe resume el contexto político de la postulación de Abarca, sus lineamientos como presidente municipal de Iguala, las condiciones políticas, sociales y económicas del municipio y la seguridad pública.

Caso Ayotzinapa

En el caso Ayotzinapa, la comisión señala que la responsabilidad política del ex gobernador Ángel Aguirre no ha sido esclarecida en forma alguna más allá de su voluntaria separación del cargo.
El Congreso de Guerrero, lamenta, “nunca ha abierto una investigación sobre los hechos en cuanto a la relación de éstos con alguna presunta responsabilidad política de los gobernantes de entonces. El único funcionario que aparece con responsabilidad es José Luis Abarca, encausado en el Congreso.
“Esta situación acusa una debilidad institucional en Guerrero, una atrofia constitucional, una irresponsabilidad del Poder Legislativo. Desde el punto de vista de las responsabilidades políticas, el asunto se encuentra abierto y lo estará durante un año a partir de los hechos de Iguala”, acota.
En resumen, se estableció que no se ha descifrado el aspecto político de la tragedia: “La captura del Estado por la delincuencia organizada”.
También denuncia que el gobierno federal, a través de la PGR, “no ha asumido la tarea de esclarecer estos puntos tan importantes para todo análisis político de la situación que llevó a los hechos del 26-27 de septiembre pasados y de éstos en sí mismos. El caso, al parecer, está cerrado en cuanto a investigaciones propiamente dichas y todo lleva a dejar en la oscuridad la relación de hechos y de personas involucradas en los mismos”.
Además, “hay policías de Cocula sometidos a procesos penales, pero el alcalde, jefe de éstos, se encuentra desempeñando su cargo sin que su partido, el PRI, haya hecho alguna declaración al respecto”, deplora.

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