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El Sevilla casi sentencia ante la Fiorentina y el Napoli se atasca con el ucraniano Dnipro

El equipo español gana 3-0 y aleja la posibilidad de que se reedite una final italiana de la Liga Europa en Varsovia, como ocurrió en 1998 cuando el Inter venció en la definición a la LazioDPA

Madrid / Roma

El vigente campeón Sevilla dejó casi sentenciado su pasaje a la final de la Liga Europa de futbol al vencer ayer por 3-0 a la Fiorentina en la primera semifinal disputada ayer en Sevilla.
En cambio, la otra serie quedó con tendencia favorable para el Dnipro ucraniano, que logró un valioso empate 1-1 ante el Napoli en Italia y podrá acceder a una inédita definición para su historia con sólo empatar sin goles como local.
En el estadio Sánchez Pizjuán, el actual campeón dio una muestra de su poderío en este certamen al imponerse gracias a un doblete del improvisado lateral Aleix Vidal, a los 17 y 52 minutos, y un tanto de Kevin Gameiro a los 75’, en su primera intervención en el partido.
“Hemos dado un paso importante, pero hay que jugar 90 minutos más”, afirmó el entrenador sevillista, Unai Emery, para intentar frenar la euforia que dejó el resultado.
El duelo fue mucho más igualado de lo que refleja el tanteador, ya que la Fiorentina generó muchas ocasiones de gol a lo largo del juego e incluso motivó que el arquero Sergio Rico se transformara en una de las figuras de la noche.
Los visitantes tuvieron las primeras ocasiones del juego en los pies del alemán Mario Gomez y del chileno Matías Fernández, pero ambos fallaron sus remates.
En cambio, el Sevilla, campeón de este torneo en 2006, 2007 y 2014, acertó en su primera posibilidad clara, cuando Vitolo combinó con el colombiano Carlos Bacca, que cedió atrás para que Vidal llegara por sorpresa y definiera con un remate cruzado.
La apuesta de Emery, de colocar a Vidal como lateral en lugar de su puesto habitual en el centro del campo, comenzada a dar réditos.
Los visitantes tuvieron sus ocasiones para igualar antes del final de la primera etapa, pero Rico se lució al taparle sendas entradas a Fernández y al egipcio Salah.
“Con sentido común y lucidez, puedo decir que el equipo hizo un gran primer tiempo y mereció convertir. Hemos creado cuatro ocasiones claras, y ellos han marcado en la primera acción”, se lamentó Vicenzo Montella, entrenador de la Fiorentina.
El encuentro siguió con emociones frente a los dos arcos, pero de nuevo Sevilla fue el primero en acertar. Vitolo ganó en el centro del campo y cedió para la entrada franca de Vidal, que amagó con enviar un centro pero remató al primer palo, descuidado por el arquero Neto.
El impacto fue muy duro para los italianos, que bajaron la intensidad y permitieron que el Sevilla se adueñara definivamente del partido. Por eso no sorprendió el tercer gol, que convirtió Gameiro con un desvío, después de que Vidal no pudiera conectar bien un centro desde la izquierda de Trémoulinas.
De esa manera, el conjunto de Unai puso un pie y medio en la final, aunque deberá refrendarlo la semana próxima en Florencia.
“Es una lástima, pero el equipo no se merecía esta desventaja. Tenemos que creer, necesitamos el apoyo de nuestro público”, remarcó Montella.
En Nápoles, el local dejó pasar una buena ocasión al dejarse remontar por el Dnipro, que tendrá la posibilidad de sentenciar en Kiev. El equipo italiano fue superior durante los 90 minutos y contó con las mejores ocasiones, pero sufrió el empate en la única jugada de peligro que provocaron los visitantes.
El español David López abrió el marcador a los 50’ con un cabezazo tras un corner ejecutado por Lorenzo Insigne. Parecía que el juego se podía abrir, pero los ucranianos no cambiaron su estrategia.
Sin embargo, como el conjunto del español Rafael Benítez no aprovechó sus ocasiones para aumentar, el Dnipro sorprendió a 10 minutos del final, cuando Yevhen Seleznyov consiguió la igualdad definitiva después de desviar un centro de Artem Fedetskiy. Los italianos reclamaron una supuesta posición adelantada del goleador.
Así se cerró el partido, que dejó con una sonrisa al Dnipro y muy preocupados a los napolitanos.
De esa forma, la posibilidad de que se reedite una final italiana en Varsovia, como ocurrió en 1998 cuando el Inter venció en la definición a la Lazio, quedó con menos chances de repetirse.

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