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Ofrecerán concesionarios de playa Icacos sus servicios a pesar del anunciado mar de fondo

*Instalarán el mobiliario que se pueda tener lo más alejado posible de donde llega la ola para estar al pendiente de que no haya más daños, dicen

Karla Galarce Sosa

Concesionarios de playa Icacos buscan restablecer sus negocios después de las marejadas, pero con la emisión de la alerta por un “nuevo mar de fondo”, el viernes por la noche, no tendrán “ni qué ofrecer al turista que llegue el Día de las Madres”.
Roberto Carlos Sánchez lamentó que las marejadas hayan arrastrado el mobiliario de 17 integrantes que conforman la cooperativa Saheba que él preside.
La cooperativa, ocupa uno de los locales que conforman el Parián Calinda, a un costado de la hospedería que lleva ese nombre, y el sitio está prácticamente vacío, cubierto de arena y con refrigeradores y hieleras arrumbados.
“Las marejadas nos afectaron bastante porque se llevó todo el mobiliario, nuestra fuente de empleo, las sombrillas, sillas, todo el equipo de playa y aquí mismo del restaurante que también estaba dentro del parián, fue afectado”, comentó brevemente.
Añadió que la cocina que había allí instalada también fue destruida y “todo se lo llevó el mar, el mobiliario, todo”.
Explicó que cada socio contaba con 10 a 30 sombrillas cada uno, con unas 40 sillas y varias mesas.
La verdad, continuó Roberto Carlos Sánchez, lo hemos perdido todo, lamentablemente, hemos estado trabajando por nuestra cuenta y ninguna autoridad nos ha ofrecido una alternativa para poder trabajar.
Por separado, el presidente de la asociación Habla Bien de Acapulco, Érick de Santiago, advirtió que cada año el fenómeno es distinto.
El también socio del restaurante La Playita Santa Lucía, ubicada en el tramo certificado como playa limpia en Icacos, comentó que tanto negocios afectados como hoteles, condominios y enramadas buscan volver a la normalidad aun y cuando se tienen pronósticos para los próximos días de un nuevo fenómeno de mar de fondo, continuarán ofreciendo sus servicios a quienes lleguen.
“Como restaurante ya conocemos el fenómeno, siempre viene en forma distinta, a veces es más agua, a veces es más arena, nunca podemos predecir la afectación que va a provocar”, comentó De Santiago.
Las recomendaciones, continuó, es mover lo que se puede mover, porque no podemos quitar la infraestructura, y todo el mobiliario que se pueda tener lo más alejado posible de donde llega la ola para estar al pendiente de que no haya más daños.
Añadió que al tratarse de un área federal, las autoridades comenzaron con la cuantificación de los daños.
“En esta área ya sabemos qué sucede, nos envían cuadrillas para remover la arena, que es lo que se puede observar en algunos hoteles, en algunos condominos, se recibe el apoyo en cuanto a maquinaria, para rebajar las dunas de la playa”, dijo el empresario.
En un recorrido por la zona, se observó que la alberca del condominio Torre Acapulco todavía está cubierta de arena, es el mismo caso del condominio Velero y Galeón que aunque la afectación fue menor, se observó con menos arena.
En tanto que en el hotel Malibú, así como su área de playa y restaurante, los empleados todavía seguían paleando y sacando arena.

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