Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

¡Aguas!, que no le den gato por liebre

Como en los juegos de azar, en un instante cambia la suerte, en Guerrero, apenas con diferencia de horas, de días, se modifica el escenario, aunque todos tienen un rasgo imprescindible, la ola de violencia que amenaza con estallar en cualquier momento y que está latente en todos los municipios, más allá de su tamaño, riqueza, población o cualquier otra característica.
Apenas la semana anterior, a pesar de los hechos de violencia registrados, incluido el asesinato del candidato priista a la alcaldía de Chilapa, los gobiernos federal y estatal y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) afirmaban que “existen condiciones para que siga su marcha el proceso electoral rumbo a los comicios del 7 de junio”. La víspera, el propio tricolor y el PAN cambiaron su opinión sobre el juego. Los líderes del PRI y del PAN exigieron al gobernador sustituto, Rogelio Ortega, no minimizar los hechos de violencia en la entidad, exigencia que se produjo luego de que Ortega llamara a no “sobredimensionar” este tipo de hechos.
En otro acto, el líder de los senadores priistas, Emilio Gamboa Patrón, consideró que en Guerrero impera la “falta de gobierno”, al tiempo que calificó de “irresponsable” la declaración de Ortega. Héctor Astudillo, candidato del PRI al gobierno guerrerense, negó que hechos como el asesinato del aspirante priista a la alcaldía de Chilapa, Ulises Fabián Quiroz, sean “aislados”. “No es un caso aislado porque ha habido otros casos similares, como el de Aidé Nava en Ahuacotzingo, el de Luis Walton, en donde tuvo un encuentro con un grupo armado. Los del PRD lo criticaron, pero ahí están los hechos”, dijo.
En medio de dimes y diretes, los maestros sindicalizados amagan con movilizaciones y plantones en el marco de más negociaciones anuales de aumento salarial, y qué decir de la naturaleza que, con cada vez más población afectada por la chikungunya y un intenso y constante fenómeno de Mar de Fondo ahuyenta a turistas y a propios de la bellas playas guerrerenses.
A su vez, el arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, condenó la violencia y afirmó que sí hay “focos rojos” en este proceso electoral a consecuencia de los hechos violentos que se han perpetrado contra los distintos candidatos. “Se han presentado diversas situaciones de violencia que son preocupantes, que además contribuyen de manera negativa a promover un clima de intranquilidad y zozobra entra la población, y es preocupante y condenable pues genera entre la sociedad la incertidumbre ante la posibilidad de que se promueva un escenario negativo”.
Un comunicado emitido por la Dimensión Fortalecida de la Pastoral de Justicia, Paz, Reconciliación, Fe y Política (JPRFP), firmado por siete obispos del país: Ramón Castro Castro, de Cuernavaca; Jaime Calderón Calderón, auxiliar de Zamora; arzobispo Carlos Garfías Merlos, de Acapulco; Jorge Cavazos Arizpe, de Monterrey; Gustavo Rodríguez Vega, de Nuevo Laredo; José Guadalupe Torres Campos, de Ciudad Juárez; y el obispo auxiliar Eugenio Lira Rugarcía, de Puebla, recomienda a los electores conocer a los candidatos para tener una mejor opción, no vender el voto, respeto a los derechos humanos, comportamiento de los candidatos. Sobre todo, no dejar que nadie compre su voto por dinero, despensas u otra cosa”.
Garfias Merlos llamó a las autoridades electorales y civiles constituidas a crear las condiciones de seguridad necesarias para las elecciones, “yo creo que dentro de esta situación de foco rojo son urgentes las medidas de seguridad; ojalá que toda la sociedad también podamos colaborar”, dijo.
Para Garfias Merlos los “focos rojos” van en relación al “cobarde” asesinato del candidato del PRI a la alcaldía de Chilapa, Ulises Fabián Quiroz; al altercado que tuvo el candidato a gobernador por el partido Movimiento Ciudadano, Luis Walton Aburto; además del levantón del candidato del PRD en San Miguel Totolapan, Juan Mendoza Acosta. Pidió a los ciudadanos analizar a los candidatos a ocupar un cargo público, y conocer su historia para tener una elección de cual candidato votar el 7 de junio de este año.
Ningún otro estado de la República vive la tensión política, económica y social que vive Guerrero, amenazado por el recrudecimiento de la violencia generada por una crisis de gobierno que dura ya varios lustros. De ahí la relevancia de que la ciudadanía, con todo y el miedo justificado que la mantiene paralizada, se decida a actuar y hacer valer su opinión. No se trata de un proceso electoral más el que está por llevarse a cabo, sino de un momento definitivo para el futuro de un estado caracterizado por las graves diferencias y una brecha entre ricos y pobres cuya tensión se corta en el ambiente todos los días.
Todos los partidos han fracasado en Guerrero, eso es una verdad no discutible. El problema ha sido adoptar a lobos disfrazados de corderos y a verdaderos destructores de la gobernabilidad que por incapacidad y hasta mala fe han cometido equivocaciones que cuestan vidas y, más aún, el futuro de los habitantes de Guerrero. Por eso, con todo y promesas y más promesas, hay que estar pendientes, atentos y no comprar gatos por liebres. ¡Pobre Guerrero!

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