Lleno de vendedores y sin mantenimiento, el Zócalo remodelado; “le quitaron lo clásico”: visitantes

Argenis Salmerón

Mármol manchando, una explanada saturada de comerciantes, jardineras desniveladas, y bancas sin respaldo constituyen la nueva imagen de la zona reconstruida del Zócalo de la ciudad, que fue financiada por el Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur), y supervisada por la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur).
“Le quitaron el toque clásico al Zócalo, ahora se ve moderno, pero no tiene chiste” y “no hay un sitio representativo del Zócalo para las fotografías solamente la Catedral”, expresaron visitantes cuestionados sobre su opinión por este reportero.
Durante un recorrido por el Zócalo, se constató que la explanada diseñada entre una combinación de mármol negro y blanco, luce desgastado en su mayoría a menos de dos meses de que fue colocado, y ya se ve manchado por falta de mantenimiento.
Las bancas negras son ocupadas casi en su totalidad por los comerciantes artesanos, “tolerados” por la Dirección de Vía Pública.
Otro espacio de la plaza es ocupado por vendedores ambulantes que ofrecen comida, discos y ropa.
Ante este caos, también los comerciantes establecidos se “apoderan” de un espacio de la explanada, y así, en negocios como el hotel El Kiosco y el restaurante Mi Piaci los trabajadores sacan mesas y sillas para extender su lugar para el consumidor.
El Sur publicó el 28 de marzo que ciudadanos y turistas señalaron que las nuevas bancas del Zócalo son “simples” e insuficientes para el espacio histórico de Acapulco.
Reclamaban que la fuente danzarina colocada enmedio de la explanada no tiene el declive suficiente para drenar el agua que expulsa la máquina subterránea por lo que el agua escurre por todo el piso de la plancha hasta llegar a las jardineras.
En consecuencia, el constante piso mojado es resbaloso y podría causar un accidente a los turistas o residentes que visitan ese sitio, señalaron en esa ocasión.
Además de lo señalado por los entrevistados, en el recorrido se observó que la tierra de las plantas de las jardineras se deslava poco a poco sobre el piso y bancas por el mismo desnivel de la explanada que por ende siempre luce sucia.
También hay botes de basura con la leyenda: “Basura provisional”, que permanecen repletos por falta de recolección.
Y encima, hay tramos donde no se colocó mármol como el que comprende desde Ignacio de la Llave hasta casi llegar a Juan R. Escudero, donde quedó el piso sin acabar.
El espacio de los boleros fue “desaparecido”, aunque los que lustran calzado continúan ofreciendo sus servicios en esta explanada, aunque se quejaron porque su zona de trabajo no fue respetada por la remodelación.
El tramo que aún permanece en remodelación, que comprende desde la la calle Hidalgo hasta La Paz, está cerrado con láminas galvanizadas, y adentro los trabajadores realizan maniobras a marchas forzadas.
Sobre ello, el comerciante Luis Ávila consideró que el material de construcción que utilizaron para la remodelación del Zócalo es de “mala calidad”, porque las bancas se están desgajando, las macetas de barro son “corrientes”, además dijo que la plaza está invadida de comerciantes ambulantes y criticó que los trabajadores de la Dirección de Saneamiento Básico no recojan los desechos que se acumulan en los tambos de basura, “me dicen ellos: ‘eso no nos toca recoger’”.
La primera etapa de la remodelación del Zócalo se reabrió el 13 de marzo de este año, y la segunda el 6 de mayo. La tercera está en proceso de construcción y según las autoridades culminarán en agosto o septiembre.