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Marchan vecinos de Chilapa y encaran a los civiles armados; les exigen que se vayan

*Desde su incursión las supuestas guardias comunitarias han golpeado a gente inocente y hay personas desaparecidas, informan. Los acusan de ser de Los Ardillos, y les responden que los de la cabecera municipal son de Los Rojos. Agreden a empujones y amenazan con sus armas de fuego a reporteros, los despojan de su equipo de trabajo y los obligan a borrar fotografías y video

Luis Daniel Nava y Redacción

Chilapa

Los civiles armados que mantienen el control de la ciudad y vecinos que mediante una marcha exigieron su salida, ayer se encararon.
En el enfrentamiento a palabras entre los vecinos y las supuestas guardias comunitarias, los únicos agredidos a empujones y amenazados con armas de fuego por los civiles armados fueron los reporteros que cubrían el hecho en medio de los dos contingentes, a quienes despojaron de su equipo de trabajo y algunos teléfonos celulares bajo el argumento de que eran gente enviada por el grupo delictivo que opera en la ciudad. Posteriormente cuando se les devolvió el equipo fueron obligados a borrar fotografías y video.
El choque se dio alrededor de las 2:30 de la tarde en la avenida Revolución, cuando unos 150 ciudadanos marchaban gritando consignas contra los civiles armados, y éstos llegaron a su encuentro con rifles, escopetas, armas cortas y machetes.
Desde la mañana por medio de cuentas anónimas de Facebook se pidió a la ciudadanía de Chilapa reunirse en el centro de la ciudad para “tomar acuerdos y ver la forma de actuar” y “que no vengan esos falsos comunitarios a hacer atropellos a la ciudad”.
El llamado se replicó a las 12 del día por medio de campanadas de la catedral, acudieron unos cien vecinos de Chilapa, entre ellos la candidata a la presidencia municipal del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), María del Refugio Arzate, la regidora priista Edith Suástegui y familiares de dos de los cinco empresarios y profesionistas desaparecidos el 26 de noviembre de 2014 en las inmediaciones de El Jagüey, comunidad cercana al municipio de Quechultenango.
La marcha avanzó por la avenida Revolución, en el centro de la ciudad y ya había tomado el rumbo hacía la avenida Constitución.
Algunos participantes alcanzaron a ver a unos 100 metros a los civiles armados sobre la avenida Revolución y con los ánimos enardecidos y al grito de ¡fuera!, ¡fuera!, ¡fuera! Enfilaron hacia la glorieta Eucaria Apreza, donde los civiles armados tienen su campamento y éstos se replegaron a su campamento en medio de los gritos de rechazo.
Las calles céntricas de Chilapa parecían escenario de una guerra civil y en total anarquía por la falta de autoridades formales.
Al grito de “Chilapa, Chilapa, Chilapa” “el pueblo unido jamás será vencido” y con pancartas que decían “entreguen a los levantados desaparecidos”, “fuera supuestos comunitarios”, los vecinos continuaban su marcha y pasaron el templo El Dulce Nombre, desde ahí se notó a un enorme contingente de pobladores armados que venían cerca del puente Hidalgo.
Los dueños de los negocios en la avenida, atemorizados, cerraron de inmediato sus cortinas ante un posible enfrentamiento. Fueron momentos de tensión.
El choque entre ambos grupos se dio a la altura de la tienda Elektra, ahí los civiles armados arremetieron contra los reporteros que cubrían la actividad.

Se acusan de ser de Los Rojos y de Los Ardillos

Ambas partes se acusaron mutuamente de pertenecer a alguno de los dos grupos de la delincuencia que mantienen sumido al municipio en una espiral de violencia, Los Rojos y Los Ardillos.
Los civiles armados acusaron a los manifestantes de estar orquestados por el ex regidor Francisco Benítez Domínguez, a quien señalaron de pertenecer al grupo de Los Rojos, mientras que los integrantes de la marcha señalaron a los pobladores armados de las comunidades del sur del municipio de ser de Los Ardillos, afianzados en Quechultenango.
También expusieron los abusos y delitos que han sufrido de parte ambos grupos delictivos.
Antes, un vecino que acompañaba la marcha pidió a los pobladores armados que se fueran a sus pueblos a arreglar sus problemas “que nos dejen a los chilapeños arreglar lo de nosotros, antes de que vengan a buscar a los delincuentes de aquí vayan a sus pueblos a buscar a los delincuentes de allá”.
Dijo que desde su incursión los civiles armados han golpeado a gente inocente y hay personas desaparecidas, reclamó además que no tienen identificación como Policía Comunitaria.
Explicó que el motivo de la marcha era para que una comitiva les pidiera “de manera respetuosa y atenta” retirarse de la ciudad, de lo contrario, probablemente podría levantarse una Policía Comunitaria.
Después de las 3 de la tarde ambos grupos terminaron el diálogo y cada uno se retiró: los integrantes de la marcha hacia el centro de la ciudad y los pobladores armados hacia la comandancia de la Policía Municipal, donde mantenían su presencia decenas de policías estatales, y a la glorieta Eucaria Apreza, en cuyas inmediaciones también se encuentra el Ejército y la Gendarmería.
Después la Gendarmería comenzó sus patrullajes por la ciudad, lo mismo que los civiles armados.
Más tarde el comisariado de bienes ejidales de Xiloxuchicán, José Apolonio Villanueva informó que tras una reunión en las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública municipal con representantes del gobierno del estado se había acordado formalmente la entrega de las armas que le fueron quitadas a la Policía Municipal el sábado en la tarde, además de que se había confirmado la renuncia del Secretario de Seguridad Pública municipal, Job Encarnación Cuenca.
El nuevo encargado de la dependencia será el oficial Juan Suástegui Epifanio, informó.

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