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Montan exposición lúdica del legado cultural de Mesoamérica en Monterrey

Teresa Martínez / Agencia Reforma

Monterrey

Al iniciar la expo Miradas de barro y piedra. Explora y descubre Mesoamérica, el público se asoma por huecos para admirar figuras prehispánicas, luego en un espejo ve reflejada su propia mirada.
Avanza unos pasos y hay dos esculturas con la leyenda “Tócame”. Una es de piedra, sin cédula, y otra de barro. La segunda es una réplica de una urna zapoteca.
Toda la exhibición, así, sigue este formato ágil y lúdico, mostrando 70 piezas prehispánicas de la colección del Museo de Historia Mexicana, donde la expo permanecerá hasta el 8 de septiembre.
Las curadoras Jessica de la Garza Reyna y Lourdes Herrasti, buscan que la exposición funcione como un recurso didáctico y atractivo para maestros y alumnos de educación básica y para público en general.
Se divide en tres secciones: Mesoamérica, con un mapa geográfico que introduce al espectador; El barro y la piedra en la vida cotidiana, y Dioses de piedra y barro.
En la segunda parte, las piezas en vitrinas se agrupan por el uso que tenían, por ejemplo, se exhibe una urna zapoteca usada por sacerdotes.
“Los grupos prehispánicos usaban la piedra y el barro no sólo para representar al mundo, no sólo para hacer lo que ellos veían en su cosmovisión, sino para apropiarse del mundo”, destacó Herrasti, maestra de antropología en la Universidad de Ciencias y Artes en Chiapas.
A un costado hay un mapa geográfico y una línea de tiempo para ubicar a las culturas olmeca, maya, teotihuacana, zapoteca, tolteca y mexica.
Las representaciones de los dioses se reúnen en la última sala; las dos más grandes son la de Xiuhcóatl y Quetzalcóatl. Están sin vitrina, pero no se pueden tocar.
Después de jugar sobre una tableta a asociar el nombre del dios con su imagen, el público sale y lee una serie de preguntas para reflexionar, como “¿qué te gustaría que se conservara de aquellas costumbres prehispánicas?”.
Daniela Vázquez Jurado, de 10 años, escribió sobre una pizarra que invita a los asistentes a compartir sus pensamientos.
“Aunque nuestros antepasados sean diferentes, nosotros debemos de cuidar sus esculturas porque son nuestra cultura y nuestra representación”, expresó la alumna de quinto año de la Primaria Lic. Jesús Urueta, en San Nicolás.

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